Ver publicación (PROPUESTA:''PLAY-BY-POST'')
Ver tema#336 Respondiendo a: Abârmil
Acción
La amistad que nos unía consiguó animarnos en tan mal momento y en un rato, aunque el dolor no había abandonado mi corazón, conseguí orientar mi mente a la esperanza y la celebración de la misión cumplida y por poder estar de nuevo la compañía juntos. La cerveza corrió por las mesas y la mús...
Accion
Subí las escaleras. Me encontraba ya cansado, somnoliento, y algo... borracho...
[quote]¡Eh Barin! ¡No tomes tanto que te has puesto borroso![/quote]
...dije en voz alta. Pero Adan me contestó.
[quote]¡Ese no es Barin! ¡Es Burzumgad, que todavía tiene la ropa de rohirim! ¡Y el que está viendo borroso eres tu! Ja ja ja![/quote]
Y si. Eran Dimas y Burzumgad, que caminaban torpemente y cantaban medio desentonados.
Tan pronto me acosté, perdí la conciencia de la realidad. Ni siquiera me quité la armadura. La espada yació en el suelo, hasta que un grito me despertó. Era un grito que no había escuchado jamás, y el mas aterrador que había oído mi vida.
[quote]¡¿Que hechicería es esta?!... ¡Ese grito parece provenir del reino de la muerte![/quote]
..exclamé. Elder solo susurró... “nazgul”. Y recordé la historia que había escuchado de mis compañeros, quienes fueron perseguidos por uno de ellos antes de llegar a Rohan. Solo las palabras de Burzumgad nos tranquilizaron un poco... al menos durante lo que restaba de la noche.
***
Muy de mañana nos cubrimos con los nuevos pertrechos que Farahir y Adan encontraron para nosotros. De inmediato desayunamos, pues sabíamos que tendríamos muy poco tiempo, y tal como lo esperábamos, un grito nos anunció que la hora cero había llegado.
[quote]¡Nos atacan! ¡Prepararos para la defensa valientes hombres de Gondor![/quote]
Corrimos al único lugar donde podríamos presentar batalla: La muralla exterior. Mientras, cabezas de soldados caídos llovían sobre nosotros. Aunque no los conocía, los rostros demacrados y con expresiones de terror me llenaron de dolor. Sentía temor, pero la compañía de mis amigos me fortalecía.
Cuándo llegamos a las murallas, vimos como unas gigantescas torres de asedio, llenas de gran cantidad de orcos, eran empujadas por unos poderosos trolls en dirección a la ciudad. De inmediato los arqueros del grupo lanzaron una lluvia de madera y metal contra el enemigo, y al ver su oportuna acción grité a mis compañeros:
[quote]¡No pienso esperar con los brazos cruzados a que esas criaturas lleguen aquí! ¡Tomemos arcos y flechas de los defensores caídos y probemos que su muerte no ha sido en vano![/quote]
... y así lo hicimos. Cuándo entré en acción, noté que mi puntería era de lejos muy inferior a la de los elfos, pero pude derribar unos cuántos trasgos de la torre mas cercana antes de que llegara a la muralla.
Desafortunadamente los enemigos eran demasiados, y al final, varios alcanzaron la muralla y empezaron a saltar dentro. Entonces desenvainé la nueva espada. Noté que tenía un hermoso brillo a la luz del sol matutino, y con ella, regalé tantos tajos y estocadas como pude a cuánto orco se atrevía a acercarse.
Empecé a escuchar gritos de batalla en una lengua extraña, pero eran gritos que me animaban. Los lanzaba Dimas el enano, que parecía haber perdido la razón. Estaba entregado a la lucha, tal vez enardecido por los recuerdos de la antigua disputa entre su raza y la de los orcos. Luego los gritos se multiplicaron, en tantas lenguas y acentos que eran difíciles de reconocer. Que honor luchar en compañía de tan valientes guerreros, y por una causa tan noble.
[quote]¡La Marca! ¡La Marca ha venido! ¡Por Eorl y por Helm y por el rey Theoden![/quote]
Exclamábamos Barin y yo... y la espada empezó a perder su brillo manchándose de un líquido oscuro y viscoso.
Subí las escaleras. Me encontraba ya cansado, somnoliento, y algo... borracho...
[quote]¡Eh Barin! ¡No tomes tanto que te has puesto borroso![/quote]
...dije en voz alta. Pero Adan me contestó.
[quote]¡Ese no es Barin! ¡Es Burzumgad, que todavía tiene la ropa de rohirim! ¡Y el que está viendo borroso eres tu! Ja ja ja![/quote]
Y si. Eran Dimas y Burzumgad, que caminaban torpemente y cantaban medio desentonados.
Tan pronto me acosté, perdí la conciencia de la realidad. Ni siquiera me quité la armadura. La espada yació en el suelo, hasta que un grito me despertó. Era un grito que no había escuchado jamás, y el mas aterrador que había oído mi vida.
[quote]¡¿Que hechicería es esta?!... ¡Ese grito parece provenir del reino de la muerte![/quote]
..exclamé. Elder solo susurró... “nazgul”. Y recordé la historia que había escuchado de mis compañeros, quienes fueron perseguidos por uno de ellos antes de llegar a Rohan. Solo las palabras de Burzumgad nos tranquilizaron un poco... al menos durante lo que restaba de la noche.
***
Muy de mañana nos cubrimos con los nuevos pertrechos que Farahir y Adan encontraron para nosotros. De inmediato desayunamos, pues sabíamos que tendríamos muy poco tiempo, y tal como lo esperábamos, un grito nos anunció que la hora cero había llegado.
[quote]¡Nos atacan! ¡Prepararos para la defensa valientes hombres de Gondor![/quote]
Corrimos al único lugar donde podríamos presentar batalla: La muralla exterior. Mientras, cabezas de soldados caídos llovían sobre nosotros. Aunque no los conocía, los rostros demacrados y con expresiones de terror me llenaron de dolor. Sentía temor, pero la compañía de mis amigos me fortalecía.
Cuándo llegamos a las murallas, vimos como unas gigantescas torres de asedio, llenas de gran cantidad de orcos, eran empujadas por unos poderosos trolls en dirección a la ciudad. De inmediato los arqueros del grupo lanzaron una lluvia de madera y metal contra el enemigo, y al ver su oportuna acción grité a mis compañeros:
[quote]¡No pienso esperar con los brazos cruzados a que esas criaturas lleguen aquí! ¡Tomemos arcos y flechas de los defensores caídos y probemos que su muerte no ha sido en vano![/quote]
... y así lo hicimos. Cuándo entré en acción, noté que mi puntería era de lejos muy inferior a la de los elfos, pero pude derribar unos cuántos trasgos de la torre mas cercana antes de que llegara a la muralla.
Desafortunadamente los enemigos eran demasiados, y al final, varios alcanzaron la muralla y empezaron a saltar dentro. Entonces desenvainé la nueva espada. Noté que tenía un hermoso brillo a la luz del sol matutino, y con ella, regalé tantos tajos y estocadas como pude a cuánto orco se atrevía a acercarse.
Empecé a escuchar gritos de batalla en una lengua extraña, pero eran gritos que me animaban. Los lanzaba Dimas el enano, que parecía haber perdido la razón. Estaba entregado a la lucha, tal vez enardecido por los recuerdos de la antigua disputa entre su raza y la de los orcos. Luego los gritos se multiplicaron, en tantas lenguas y acentos que eran difíciles de reconocer. Que honor luchar en compañía de tan valientes guerreros, y por una causa tan noble.
[quote]¡La Marca! ¡La Marca ha venido! ¡Por Eorl y por Helm y por el rey Theoden![/quote]
Exclamábamos Barin y yo... y la espada empezó a perder su brillo manchándose de un líquido oscuro y viscoso.
Interesado por las historias de antiguos héroes como Eorl o Helm mano de martillo, y amante de las canciones que relatan sus hazañas.
Aunque poco conocedor de lugares y razas fuera de Rohan, lo que le falta de experiencia le sobra en coraje y determinación.
De vez en cuándo se le escapa un chiste...
Aunque poco conocedor de lugares y razas fuera de Rohan, lo que le falta de experiencia le sobra en coraje y determinación.
De vez en cuándo se le escapa un chiste...