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Ver tema#426 Respondiendo a: dimasalang
Acción
La riada de orcos, uruks y trolls parecía verdaderamente incontenible. Dimas y el retén de gondorianos luchaba a brazo partido en el segundo nivel. A pesar de que el grupo que luchaba con el enano se diezmaba paulatinamente, estaban logrando retener las embestidas. En un momento de calma, el...
Acción
La batalla se encontraba en un punto crítico, mientras nosotros seguíamos intentando acabar con los orcos que quedaban en la entrada de Minas Tirith, pude observar como los Rohirrim mantenían a raya a los inmensos Olifantes. Los campos del Pelennor tenían una imagen terrible y a la vez grandiosa, miles de hombres luchando por su supervivencia contra las huestes del señor oscuro, que se mantenía en lo alto de su torre dirigiendo a sus tropas. Allí me encontraba luchando y rodeado de fuego tal y como soñé unos días atrás en una de mis más temerosas pesadillas, pero con la confianza suficiente para mantenerme con vida. Me reuní con mis compañeros cuando a lo lejos resonaron fuertemente unos cuernos desde el sur...
[quote]¿Qué esta ocurriendo? -me preguntó Abarmil-[/quote]
[quote]¡Se acercan unos barcos con velas negras por el Anduin! deben ser corsarios de Umbar, son miles y estan desembarcando rápidamente...y ¡atacando a los orcos! son aliados.[/quote]
Se podía divisar claramente que no había corsarios en el puerto sino al caballero Aragorn liderando un ejército que estaba acabando con las defensas enemigas y poniendo a salvo la ciudadela. Con estos hombres se encontraba Halbarad, al que vimos caer noblemente después de acabar con varios trolls. Era el señor de Abarmil, lo cual fue un duro golpe para él verle morir en batalla, me acerqué y le mostré mi tristeza por su pérdida. La victoria era nuestra, todos vimos exultantes el fin de la contienda y la liberación de Minas Tirith de su asedio, en ese mismo instante grité...
[quote]¡Es Khamul, apartaos![/quote]
El Nazgul nos envistió con fiereza e irió a varios, como a Aikanáro, pero se marchó tan velozmente como había aparecido. Por fin los hombres entraban vencedores en la ciudad y todo eran aclamaciones para Aragorn, al que todos veíamos como futuro rey de Gondor. Nos indicaron el camino a las casas de curación y los que nos encontrábamos en condiciones ayudamos a los heridos, me incorporé y le ofrecí apoyo a mi buen amigo Aikanáro para llegar juntos a nuestro merecido descanso. Mientras Abarmil y Dimas se hacían con bebida y comida para disfrutar de lo conseguido, una duda me atenazaba...
[quote]¿Que decidirán hacer ahora los hombres? Sauron todavía no esta derrotado, hemos mermado a su ejército pero su ojo sigue fijo en el mundo de los hombres y los elfos no podemos hacer mucho más, sois vosotros los que debeis acabar con él -dirigiendo mi mirada a los hombres de nuestro grupo- esperemos a ver que se decide hacer ahora. Lo que es seguro es que mientras el Anillo no desaparezca nadie estará a salvo.[/quote]
Pronto nuestros festejos se cortaron al saber que la decisión era cabalgar hasta la puerta negra de Mordor; así pues Lanceloth, Barin, Rúmil, Dimas, Abarmil y yo nos despedimos nuevamente de nuestros amigos en una misión que sabíamos que era suicida. El largo camino lo pasamos hablando de lo que nos esperaba delante de aquellas puertas tan temidas por hombres, enanos y elfos, pues allí nos encontrábamos las tres razas. Por fin llegamos a nuestro destino final, fue increible ver aquella construcción oscura y faraónica, a lo lejos estaba el Monte del Destino y la torre de Sauron, en una imagen que en todos mis largos años de vida había intentado evitar.
[quote]Ánimo Dimas, que el temor no te quite la oportunidad de que la historia te recuerde como uno de los más grandes enanos de tu raza.[/quote]
Mientras vimos apesadumbrados como el siervo de Sauron arrojaba un pequeño jubón de mithril y anunciaba la muerte del portador del anillo, los portones de Mordor se abrían dejando al decubierto a miles de orcos que pronto estarían rodeándonos. Aragorn Elessar se lanzó contra las huestes oscuras y todos nos abalanzámos en busca de una más que posible muerte. Los elfos, después de lanzar una pequeña oleada de flechas, empuñamos nuestras armas y luchamos codo con codo. La lucha era feroz, acabé con los primeros orcos que me encararon y me dirigí directamente hacia uno de los trolls, esquivé su gran maza y lancé Eldering contra sus talones provocando su caída, Rúmil aprovechó la situación para rematarle en la cabeza.
Durante un momento dirigí la mirada a mi lado y a tan solo unos metros se encontraba el mago blanco, que miró al cielo y todos las vimos llegar...
[quote]¡Las grandes águilas están aquí![/quote]
Eran fantásticas e imponentes, mi vista hacía mucho que no veía un espectáculo así. Cuando me disponía a atacar a uno de los Olog-hai escuchamos un sonido proveniente de las mismas entrañas de Mordor, Barad-dûr se hacía pedazos mientras se hundía en la tierra. El suelo también se desquebrajaba ante nuestros pies y el monte de fuego explotaba, Sauron había sido derrotado.
[quote]Todo ha acabado, el anillo de poder ya no existe y nosotros hemos sobrevivido. ¡Podremos volver a casa al fin![/quote]
Después de ver la caída de todo un señor oscuro, algo que no se ve todas las edades, recorrimos un largo y cansado camino a Gondor para reunirnos definitivamente con los amigos que nos esperaban, ansiosos por saber todo lo que había ocurrido.
La batalla se encontraba en un punto crítico, mientras nosotros seguíamos intentando acabar con los orcos que quedaban en la entrada de Minas Tirith, pude observar como los Rohirrim mantenían a raya a los inmensos Olifantes. Los campos del Pelennor tenían una imagen terrible y a la vez grandiosa, miles de hombres luchando por su supervivencia contra las huestes del señor oscuro, que se mantenía en lo alto de su torre dirigiendo a sus tropas. Allí me encontraba luchando y rodeado de fuego tal y como soñé unos días atrás en una de mis más temerosas pesadillas, pero con la confianza suficiente para mantenerme con vida. Me reuní con mis compañeros cuando a lo lejos resonaron fuertemente unos cuernos desde el sur...
[quote]¿Qué esta ocurriendo? -me preguntó Abarmil-[/quote]
[quote]¡Se acercan unos barcos con velas negras por el Anduin! deben ser corsarios de Umbar, son miles y estan desembarcando rápidamente...y ¡atacando a los orcos! son aliados.[/quote]
Se podía divisar claramente que no había corsarios en el puerto sino al caballero Aragorn liderando un ejército que estaba acabando con las defensas enemigas y poniendo a salvo la ciudadela. Con estos hombres se encontraba Halbarad, al que vimos caer noblemente después de acabar con varios trolls. Era el señor de Abarmil, lo cual fue un duro golpe para él verle morir en batalla, me acerqué y le mostré mi tristeza por su pérdida. La victoria era nuestra, todos vimos exultantes el fin de la contienda y la liberación de Minas Tirith de su asedio, en ese mismo instante grité...
[quote]¡Es Khamul, apartaos![/quote]
El Nazgul nos envistió con fiereza e irió a varios, como a Aikanáro, pero se marchó tan velozmente como había aparecido. Por fin los hombres entraban vencedores en la ciudad y todo eran aclamaciones para Aragorn, al que todos veíamos como futuro rey de Gondor. Nos indicaron el camino a las casas de curación y los que nos encontrábamos en condiciones ayudamos a los heridos, me incorporé y le ofrecí apoyo a mi buen amigo Aikanáro para llegar juntos a nuestro merecido descanso. Mientras Abarmil y Dimas se hacían con bebida y comida para disfrutar de lo conseguido, una duda me atenazaba...
[quote]¿Que decidirán hacer ahora los hombres? Sauron todavía no esta derrotado, hemos mermado a su ejército pero su ojo sigue fijo en el mundo de los hombres y los elfos no podemos hacer mucho más, sois vosotros los que debeis acabar con él -dirigiendo mi mirada a los hombres de nuestro grupo- esperemos a ver que se decide hacer ahora. Lo que es seguro es que mientras el Anillo no desaparezca nadie estará a salvo.[/quote]
Pronto nuestros festejos se cortaron al saber que la decisión era cabalgar hasta la puerta negra de Mordor; así pues Lanceloth, Barin, Rúmil, Dimas, Abarmil y yo nos despedimos nuevamente de nuestros amigos en una misión que sabíamos que era suicida. El largo camino lo pasamos hablando de lo que nos esperaba delante de aquellas puertas tan temidas por hombres, enanos y elfos, pues allí nos encontrábamos las tres razas. Por fin llegamos a nuestro destino final, fue increible ver aquella construcción oscura y faraónica, a lo lejos estaba el Monte del Destino y la torre de Sauron, en una imagen que en todos mis largos años de vida había intentado evitar.
[quote]Ánimo Dimas, que el temor no te quite la oportunidad de que la historia te recuerde como uno de los más grandes enanos de tu raza.[/quote]
Mientras vimos apesadumbrados como el siervo de Sauron arrojaba un pequeño jubón de mithril y anunciaba la muerte del portador del anillo, los portones de Mordor se abrían dejando al decubierto a miles de orcos que pronto estarían rodeándonos. Aragorn Elessar se lanzó contra las huestes oscuras y todos nos abalanzámos en busca de una más que posible muerte. Los elfos, después de lanzar una pequeña oleada de flechas, empuñamos nuestras armas y luchamos codo con codo. La lucha era feroz, acabé con los primeros orcos que me encararon y me dirigí directamente hacia uno de los trolls, esquivé su gran maza y lancé Eldering contra sus talones provocando su caída, Rúmil aprovechó la situación para rematarle en la cabeza.
Durante un momento dirigí la mirada a mi lado y a tan solo unos metros se encontraba el mago blanco, que miró al cielo y todos las vimos llegar...
[quote]¡Las grandes águilas están aquí![/quote]
Eran fantásticas e imponentes, mi vista hacía mucho que no veía un espectáculo así. Cuando me disponía a atacar a uno de los Olog-hai escuchamos un sonido proveniente de las mismas entrañas de Mordor, Barad-dûr se hacía pedazos mientras se hundía en la tierra. El suelo también se desquebrajaba ante nuestros pies y el monte de fuego explotaba, Sauron había sido derrotado.
[quote]Todo ha acabado, el anillo de poder ya no existe y nosotros hemos sobrevivido. ¡Podremos volver a casa al fin![/quote]
Después de ver la caída de todo un señor oscuro, algo que no se ve todas las edades, recorrimos un largo y cansado camino a Gondor para reunirnos definitivamente con los amigos que nos esperaban, ansiosos por saber todo lo que había ocurrido.
"¡Seguid en posición, hacedles frente! Hijos de Gondor y de Rohan, mis hermanos. Veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio corazón. Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera, en que olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestra comunid...