Ver publicación (En que partes de ESDLA lloraron?)
Ver tema#9 Respondiendo a: Leandro
Jejeje, Tuilë, te entiendo perfectamente. Bueno, yo no empecé tan pronto... pero cuando fui a ver El Retorno del Rey en el pase de prensa, muchos son testigos de que, en el mismo momento en que Sam se carga a hombros a Frodo, empecé a llorar y no lo dejé hasta los títulos de crédito
Se hacían br...
La Comunidad la vi con una emoción tremenda: un ligero cosquilleo subía por mi espalda al ver por fin en imagen Hobbiton, Moria, Rivendell, Caras Galadhon, Orthanc, los Argonath... y tras la desaparición de Gandalf en su lucha contra el Balrog y la compañía sale por fin de las minas, las lágrimas corrían ya por mi rostro; luego vino la muerte de Boromir y el reencuentro entre Sam y Frodo y ya no paré hasta que terminaron de pasar los créditos.
Con las dos torres no me acuerdo bien pero creo que en el cine lloré cuando Sam salva a Frodo del Nazgul y le anima con esas palabras en Osgiliath; y en la extendida con el canto de Eowyn en el funeral de Theodred.
Y por último y la que más guardo en mi memoria ERDR: entré en la sala ya con taquicardia, creo y un temblor incontrolable en las manos, que se me quedaron frías durante toda la proyección. Desde la aparición de Eldarion hasta que Annie Lennox terminó su May it be no dejé de llorar, unos momentos más que otros. Pero lo peor es que en la segunda y tercera vez de verla en el cine continuaba llorando en la última subida al Monte del Destino, en la despedida entre Theoden y Eowyn en El Sagrario, en el momento en que todas las gentes de Minas Tirith se arrodillan ante los hobbits y por supuesto en los Puertos.
Fueron momentos mágicos y dificilmente van a ser igualados por ninguna otra película.
Con las dos torres no me acuerdo bien pero creo que en el cine lloré cuando Sam salva a Frodo del Nazgul y le anima con esas palabras en Osgiliath; y en la extendida con el canto de Eowyn en el funeral de Theodred.
Y por último y la que más guardo en mi memoria ERDR: entré en la sala ya con taquicardia, creo y un temblor incontrolable en las manos, que se me quedaron frías durante toda la proyección. Desde la aparición de Eldarion hasta que Annie Lennox terminó su May it be no dejé de llorar, unos momentos más que otros. Pero lo peor es que en la segunda y tercera vez de verla en el cine continuaba llorando en la última subida al Monte del Destino, en la despedida entre Theoden y Eowyn en El Sagrario, en el momento en que todas las gentes de Minas Tirith se arrodillan ante los hobbits y por supuesto en los Puertos.
Fueron momentos mágicos y dificilmente van a ser igualados por ninguna otra película.
No nos atañe a nosotros dominar todas las mareas del mundo, sino hacer lo que está en nuestras manos por el bien de los días que nos ha tocado vivir, extirpando el mal en los campos que conocemos y dejando a los que vendrán después una tierra limpia para la labranza. Pero que tengan sol o lluvia no...