Accion

Sonrío al ver que las viejas costumbres no se han perdido, nuestras voces se cruzan, como cuando éramos niños.

-nuestro padre me envió, por que en Ithillien las facciones oscuras estaban en movimiento y quiso que yo viniera en persona a ver que ocurría en otros sectores. Por lo cual me mando con una compañía de montaraces. No pongas esa cara (leo la pregunta en sus ojos) todos excepto Imloth fueron muertos. Ya lo se, no me levantes las cejas. Se muy bien lo que me espera al volver a casa. Y por lo demás tú te habías ido de viaje y solo quedaba yo. Así que partí. Lo demás es historia pasada. Ya te la contare en otro momento. Ahora vamos que por lo visto aquí hay más de un tema por tratar y veo que haremos falta.

Caminamos por los pasillos de Rivendel y al pasar no dejamos de acaparar miradas curiosas. Somos idénticos, solo nos diferencia el color del cabello, el mío negro y el de Faramund rubio. Las miradas nos siguen y también los murmullos de asombro.

-por que siempre pasa lo mismo (digo con cara de fastidio) ¿acaso jamás en Rivendel, se han visto gemelos?

Faramund me mira y mueve su cabeza en señal de resignación y me dice:

-ya calmate, lo que pasa es que realmente somos una pareja de hermanos curiosa y ya deberías estar acostumbrada.

Me callo y me tomo fuertemente de la mano de Faramund y seguimos nuestro camino