Accion

veo como los varones se alejan. mi hermano y yo nos miramos a los ojos y nace la aceptacion en sus ojos, me dice:

-no me gusta lo que veo en tus ojos, te esperare aqui y no te quitare los ojos de encima.

-por eso te quiero hermanito. me pongo en puntas de pies y le estampo un sonoro beso en la mejilla.

me acerco a la extraña mujer que esta atada bajo un gran y frondoso arbol, su cara delata miedo, duda, y rencor (mal que mal matamos a su gente), me agacho y quedo con mi cara a su altura, esta sucia y huele feo, pero es una mujer al fin y al cabo. ( si sabre yo de eso. estar entre hombres y ser la unica mujer entre ellos, con sus bromas y malos gustos. pienzo)

revuelvo mis ropas y saco una manzana roja y le digo:

-tomala, aun no puedo desatarte por que los demas me matarian, pero nadie puede impedirme darte de comer.

sus ojos rebelan rabia y una lagrima cae por su rostro.

-de mi no tienes nada que temer, soy una mujer como tu, a lo mejor estamos de senderos opuestos del camino pero somos mujeres al fin.

con recelo abre la boca para que le acerque la fruta y la muerde con vivacidad.

-bien, a si esta mejor-le dijo, me siento a su lado y contemplamos el paisaje en silencio.