Acción

Mientras que mis compañeros han ido solos a luchar contra los orcos, yo me quedo vigilando a la mujer, con el arco tensado y listo, por si alguna amenaza intenta sorprendernos. Le doy un poco de lembas para que coma, aunque las rechaza ligeramente, enseguida las coge.
- Miquel y los demás se lo deben estar pasando en grande...- dijo- ¡Sí, sobre todo Miquel, que debe de estar degollando cabezas con su haca a placer! Sí son simples orcos, no durará mucho la lucha. ¿Oye tú, no piensas hablar nunca?
La mujer parece estar absorta en sus pensamientos y al verme sigue sin dar una respuesta.
- Yo no estaba cuando mis compañeros te raptaron o lo que pasara. Bueno estaba, pero cierto enano me llevaba a rastras...- sigo diciendo.
La mujer sigue callada y yo resopló. En ese momento, el alarido de un orco suena y hace eco en toda el lugar.