Ver publicación (Rolea un poco !!!)
Ver tema#592 Respondiendo a: ulbar
accion
Todos hemos conseguido llegar a la cabaña de la Dama y su hermano.Alli nos recuperamos un poco del combate que hemos sostenido.Pero yo no estoy tranquilo.Y en ese momento,entran el señor arnoriano y el señor de Rhun.Y viendo sus caras,se que traen malas noticias.El señor arnoriano se adelant...
accion
Tenemos que abandonar la cabaña, al parecer varias patrullas de orcos rodean el campamento. Pero esta vez Miquel no se queja solo, pues yo también me quejo al abandonar la cabaña. Y es que estaba muy agustito en la cama, descansando. De hecho, al levantarme casi se me pegan las sábanas. Delior me da unas flechas, ''para sentirme protegido'', já, es evidente que este no ha visto mis llaves ni mis estocadas con las espadas, aunque le agradezco el gesto. Además, las flechas que me ha dado son de diseño oriental, y las examinó curioso.
La niebla lo rodea todo y avanzamos despacio, a la par que tensos. Yo dudo bastante de que encontremos una patrulla rohirrim, pues si ven tal cantidad de orcos seguramente darían media vuelta, a no ser que sea un buen número de guerreros.
- Nos enviaron desde Rivendel para capturar un dundelino, aunque más bien parece que nos han enviado en plan de exterminio, porque por donde pasamos no dejamos muchos enemigos vivos... pero insisto, no me explico como de la noche a la mañana hay tantos enemigos... algo raro está pasando...
En ese momento Aravir me da a la dundelina para que cargue con ella, pues parece haber detectado algo. Después de unos segundos todos paralizados, la marcha se reanuda. Ay que ver, la cruz que me ha caído con la dundelina.
- Tal vez podamos dejarla libre en Rohan- dije en voz baja- creo que los rohirrims se ocuparán de que no diga nada, y tal vez pueda hacer una vida normal...
Nadie responde y todos seguimos andando sin provocar cualquier ruido perceptible, pues nuestras bajas voces apenas son captadas por los orcos, pero me doy cuenta de una cosa.
- Hay orcos con el olfato muy potente...
- Bueno, mejor, así vienen a por nosotros y hago un poco de ejercicio con el hacha...- dice Miquel.
Tenemos que abandonar la cabaña, al parecer varias patrullas de orcos rodean el campamento. Pero esta vez Miquel no se queja solo, pues yo también me quejo al abandonar la cabaña. Y es que estaba muy agustito en la cama, descansando. De hecho, al levantarme casi se me pegan las sábanas. Delior me da unas flechas, ''para sentirme protegido'', já, es evidente que este no ha visto mis llaves ni mis estocadas con las espadas, aunque le agradezco el gesto. Además, las flechas que me ha dado son de diseño oriental, y las examinó curioso.
La niebla lo rodea todo y avanzamos despacio, a la par que tensos. Yo dudo bastante de que encontremos una patrulla rohirrim, pues si ven tal cantidad de orcos seguramente darían media vuelta, a no ser que sea un buen número de guerreros.
- Nos enviaron desde Rivendel para capturar un dundelino, aunque más bien parece que nos han enviado en plan de exterminio, porque por donde pasamos no dejamos muchos enemigos vivos... pero insisto, no me explico como de la noche a la mañana hay tantos enemigos... algo raro está pasando...
En ese momento Aravir me da a la dundelina para que cargue con ella, pues parece haber detectado algo. Después de unos segundos todos paralizados, la marcha se reanuda. Ay que ver, la cruz que me ha caído con la dundelina.
- Tal vez podamos dejarla libre en Rohan- dije en voz baja- creo que los rohirrims se ocuparán de que no diga nada, y tal vez pueda hacer una vida normal...
Nadie responde y todos seguimos andando sin provocar cualquier ruido perceptible, pues nuestras bajas voces apenas son captadas por los orcos, pero me doy cuenta de una cosa.
- Hay orcos con el olfato muy potente...
- Bueno, mejor, así vienen a por nosotros y hago un poco de ejercicio con el hacha...- dice Miquel.
¡Oh Orofarnë, Lassemista, Carnimirië!
¡Oh hermoso fresno, sobre tu cabellera qué hermosas son las flores!
¡Oh fresno mío, te vi brillar en un día de verano!
Tu brillante corteza, tus leves hojas, tu voz tan fresca y dulce:
¡qué alta llevas en tu cabeza la corona de oro rojo!
Oh fresno muerto...
¡Oh hermoso fresno, sobre tu cabellera qué hermosas son las flores!
¡Oh fresno mío, te vi brillar en un día de verano!
Tu brillante corteza, tus leves hojas, tu voz tan fresca y dulce:
¡qué alta llevas en tu cabeza la corona de oro rojo!
Oh fresno muerto...