Acción

Yo seguía disparando flechas sin cesar, al lado de los elfos. Entre ellos me sentía bastante mejor, y mostraban buena puntería. Yo y uno de ellos nos habíamos picado personalmente, y cada vez que uno abatíamos a un orco con una flecha nos mirabamos instintivamente. Como era normal, gane yo por varios orcos. Al final el elfo se puso nervioso y tubo que malgastar varias flechas en un orco, perdiendo un tiempo precioso que yo supe aprovechar para disparar rápido varias flechas que acertaron en las cabezas de los orcos cuál diana. La victoria estaba próxima. De hecho, pude ver como ulbar degollaba al capitán. Sí, finalmente, llegamos a la victoria. En ese momento, pude ver al nuevo compañero, Findon, un montaraz que iba errante en busca de aventuras. Le salude efusivamente mientras hablaba a los elfos que nos habían ayudado en batalla:
- Lo siento señores, pero todavía tienen que mejorar esa puntería. Yo si fuera ustedes, practicaría. Pero ojo, ni se os ocurra practicar con mi cabeza, que con la mala puntería que tenéis acabaríais acertando en los tobillos.
Los elfos hicieron varias muecas y con unas grandes palmadas nos despedimos. Tras esto saludé a delior. Sí, era él. Preferí no hacer comentarios sobre el asunto, pero estaba vivo, y era eso lo que importaba. ¿Cómo había vuelto? Eso era algo, que confiaba que el tiempo lo desvelaría, al fin y al cabo, el tiempo destapa todos los secretos; hasta los más profundos. Tras esto, vi a Ulbar y Miquel. Incluso me parecieron que estaban cansados. Realmente, en aquella batalla habían matado demasiados orcos.
- La próxima vez que los orcos os vean en batalla, en vez de luchar con vosotros, optaran por echaros unas redes. Les saldría mas rentable- les dije riendo- Me resultaba muy difícil apuntar a orcos vivos, realmente antes de que disparase a la cabeza de uno, esta ya estaba saliendo volando por el hacha de Miquel.
- Eso es que eres demasiado lento- contestó sonriente Miquel.
Tras esto, ellos optaron por entrar una taberna. Ami realmente me apetecía beber una buena jarra de cerveza... pero no quería acabar advirtiendo al posadero de que retirase los bancos de piedra y los guardase en alguna habitación vacía.
Tras esto, mantuve una pequeña charla con Findon para ver como se encontraba. Este también había luchado bastante bien. Pero en ese instante Aravir me advirtió de que iban a hablar de la misión. ¡Casi ni me acordaba! ¡La dundelina! ¿Se lo estaría pasando bien en el calabozo?
- Yo creo que si la vamos a interrogar, interroguémosla y hable o no hable, dejemoslá en el calabozo por mucho tiempo. Quizás sepa demasiado y no convenga dejarla suelta. Además, aquí, podría entablar una bonita relación con el carcelero o con otro rohirrim, y tener muchos hijos rohirrims. No tenemos por qué cargar con ella, solo sería otro bulto de carga más. Si no ha hablado hasta ahora, quizás deberíamos de echarle un poco de mano dura al asunto... no digo intentar cortarle la cabeza como dijo alguien hace tiempo... quizás Gandalf, deberías de utilizar tu magia, o utilizar una pócima... yo tengo una que da mucho picor en la garganta... hablará, aunque solo sea para pedir agua...