Acción

Tras una buena cena, Gandalf ordena a todos que descansen y que no se sobrepasen con el alcohol, aunque para algunos individuos es difícil. Yo no sabía si quedarme en la taberna o irme a dormir, pero Gandalf me llama, y salgo fuera junto con él y un rohirrim. Gandalf nos pregunta si queremos ir. Yo respondo que sí al instante, pero el rohirrim, llamado Faramund duda y dice que lo tiene que pensar. Yo le digo a Gandalf que seguro que irá para proteger a su hermana. Sigo hablando un rato con Gandalf, y después voy a ver a mi caballo. Está muy bien, pastando en las hierbas que crecen aquí y allá. Me recuesto en él y me quedo mirando las estrellas. De repente oigo voces no muy lejos. Son varios de mis compañeros, Miquel, Ulbar y Entaguas. Decido subirme al tejado para tener mejor vista. Me subo al caballo y salto al tejado fácilmente. Me acuesto sobre el tejado de madera y no tardo en dormirme. Me despierto muy temprano porque Gandalf nos dijo que partiríamos al alba, y al incorporarme recuerdo que estoy en el tejado. No muy lejos veo sentado al oriental que vi la noche anterior, por lo visto llamado Delior. Está sentado, quizá dormido, aunque no lo creo. Me incorporo para bajar del tejado y darle los buenos días, pero en ese momento llega una hermosa figura de mujer con una espada vestida de blanco. Se acerca al oriental y le dice algo que no alcanzo a oír, pero si oigo el grito que le da tras unos segundos. A continuación el oriental se levanta y la besa, ante lo cual decido no bajar para no importunarles ( ) . Pero a continuación llega el rohirrim, Faramund, el que estuvo hablando con Gandalf y conmigo.
FARAWYNN! -exclama Faramund.
Preveo una pelea y bajo para intentar mediar. Delior comienza a excusarse, pero no llego a adivinar que hará Faramund.
-Buenos días. -digo inseguro y tímidamente.