Gracias, gracias, gracias.

Estoy alucinando con la cantidad de respuestas que ha tenido este post. Otros años, apenas una o dos docenas han comentado algo sobre el aniversario... pero este año que se me "ocurre" escribir algo más personal, es cuando más gente ha contestado. Bueno, no sé qué decir, excepto gracias. Tres veces gracias.

Gracias a los nuevos, por aportar vuestro entusiasmo y vuestro aire fresco a esta página. Me alegra que sigáis encontrando aquí un buen lugar de reunión y que visitéis esta página con cariño y con ilusión. Estoy seguro de que Elfenomeno seguirá creciendo gracias a vuestros aportes, pues si algo nos enseñó Tolkien es que cada individuo importa, sin importar de dónde sea, la edad que tenga... o si es un Hobbit, Elfo, Enano, Hombre o incluso Orco, jajaja.

Gracias a los veteranos, por seguir visitándonos. Tanto los que aquí habéis escrito como los que simplemente entran regularmente (o esporádicamente) a ver qué hay de nuevo en el mundo Tolkien. Lo único que lamento es que no estéis por aquí más frecuentemente alguno de los veteranos que habéis escrito en este foro, principalmente uno ¿Sabéis que en este post ha escrito el que podríamos denominar verdadero artífice de Elfenomeno? Yo puedo haber sido el "Frodo" que ha llevado la carga de este "Anillo" durante más tiempo. Pero Naryanna ha sido para mí "Sam" y "Gandalf" a la vez, buen compañero y mejor consejero. El inventor de las urls del "99" y una persona con las mejores ideas para construir y llevar un sitio web (las ideas son lo que cuentan, como él mismo me dijo hace tiempo ). Pero sobre todo, el mejor amigo que se puede desear. A él, a Keiko, a René, a Edhel, a Broceliande, a Beregond, a Eldaron, a Elder, a Norainur... a todos, gracias.

Y gracias, de nuevo, a J.R.R. Tolkien. Sigo leyendo sus libros aunque no con la frecuencia de antaño, y sigo maravillándome de lo que pudo construir en una sola vida. Sigo preguntándome si se imaginó que, después de tantos años, su obra seguiría tan viva, e inspiraría lugares como éste, en los que la gente le rinde su particular homenaje, mientras dejamos que la vida siga su curso y nos dé mucho más de lo que, probablemente, merecemos (al menos, en mi caso ).

Gracias a todos. Tres veces gracias.