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Beregond de M.Tirith
Desde:
15/08/2002
#1 Respondiendo a: Baruk
A raíz del hilo de las águilas propongo que entre todos encontremos soluciones imaginativas -cuanto más absurdas mejor- al problema del anillo. La más cachonda será premiada con... ehm, con el beneplácito de todos los miembros del foro (espero que sea suficiente
) Algunas para empezar:
- Gand...
Poddría haberle dado mayor poder a Gandalf, y el segundo capítulo, haber quedado algo así:
[quote]
Bla,bla,bla ...
-¡Álzalo! -ordenó Gandalf-, y míralo muy de cerca.
Frodo lo alzó y miró y vio líneas finas, más finas que los más finos rasgos de pluma y que corrían a lo largo del Anillo, en el interior y el exterior: líneas de fuego, como los caracteres de una fluida escritura. Brillaban con una penetrante intensidad, pero con una luz remota, que parecía venir de unas profundidades abismales.
-No puedo leer las letras ígneas -dijo Frodo con voz trémula.
-No -dijo Gandalf -, pero yo sí; son antiguos caracteres élficos. El idioma es el de Mordor, que no pronunciaré aquí. Esto es lo que dice en la lengua común, en una traducción bastante fiel.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas.
-Frodo- ordenó Gandalf-, coloca el Anillo sobre la mesa.
Frodo dejó elAnillo que, como conocedor del peligro en el que se encontraba brilló con más fuerza .
Galdalf levantó la vara.
--De nada te servirá -dijo. Frodo permaneció inmóvil y un silencio de muerte cayó alrededor-. Soy un servidor del Fuego Secreto, que es dueño de la llama de Anor. No puedes triunfar. El poder oscuro no te servirá de nada, Anillo de Sauron. ¡Vuelve a la Nada! No puedes triunfar.
Del Anillo brotó llameando un resplandor rojo.
La vara respondió con un resplandor blanco.
Gandalf golpeó con la vara y hubo una estocada de fuego blanco. El Anillo saltó de la mesa en pedazos fundidos. El mago vaciló, dio un paso atrás y luego se irguió otra vez, inmóvil. La mesa de caoba quedó hecha una porquería. Frodo torció el gesto, pero no se atrevió a protestar, no fuera a ser que la mesa encontrara compañía. Al fin y al cabo, quizás podría pasar por ébano.
Lejos, muy lejos, Saurón gritó en su Torre Oscura. En Mordor tembló y gimió la tierra, y los cimientos de la Torre se resquebrajaron haciéndola caer.
Y poco más.
FIN
[/quote]
Mira tú qué fácilmente se podría haber ahorrado tanto rollo... ¡Tres tomos! ¿A quién se le ocurre?
[quote]
Bla,bla,bla ...
-¡Álzalo! -ordenó Gandalf-, y míralo muy de cerca.
Frodo lo alzó y miró y vio líneas finas, más finas que los más finos rasgos de pluma y que corrían a lo largo del Anillo, en el interior y el exterior: líneas de fuego, como los caracteres de una fluida escritura. Brillaban con una penetrante intensidad, pero con una luz remota, que parecía venir de unas profundidades abismales.
-No puedo leer las letras ígneas -dijo Frodo con voz trémula.
-No -dijo Gandalf -, pero yo sí; son antiguos caracteres élficos. El idioma es el de Mordor, que no pronunciaré aquí. Esto es lo que dice en la lengua común, en una traducción bastante fiel.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas.
-Frodo- ordenó Gandalf-, coloca el Anillo sobre la mesa.
Frodo dejó elAnillo que, como conocedor del peligro en el que se encontraba brilló con más fuerza .
Galdalf levantó la vara.
--De nada te servirá -dijo. Frodo permaneció inmóvil y un silencio de muerte cayó alrededor-. Soy un servidor del Fuego Secreto, que es dueño de la llama de Anor. No puedes triunfar. El poder oscuro no te servirá de nada, Anillo de Sauron. ¡Vuelve a la Nada! No puedes triunfar.
Del Anillo brotó llameando un resplandor rojo.
La vara respondió con un resplandor blanco.
Gandalf golpeó con la vara y hubo una estocada de fuego blanco. El Anillo saltó de la mesa en pedazos fundidos. El mago vaciló, dio un paso atrás y luego se irguió otra vez, inmóvil. La mesa de caoba quedó hecha una porquería. Frodo torció el gesto, pero no se atrevió a protestar, no fuera a ser que la mesa encontrara compañía. Al fin y al cabo, quizás podría pasar por ébano.
Lejos, muy lejos, Saurón gritó en su Torre Oscura. En Mordor tembló y gimió la tierra, y los cimientos de la Torre se resquebrajaron haciéndola caer.
Y poco más.
FIN
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Mira tú qué fácilmente se podría haber ahorrado tanto rollo... ¡Tres tomos! ¿A quién se le ocurre?
Un consejo es un regalo muy peligroso, aun del sabio al sabio, ya que todos los rumbos pueden terminar mal. ¿Qué pretendes? No me has dicho todo lo que a ti respecta; entonces, ¿cómo podría elegir mejor que tú? Pero si me pides consejo te lo daré por amistad.