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Ver tema#54 Respondiendo a: ulbar
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Bueo, yo no veo ningun problema, el a podido ir a por algo que os sirve de diana, y tu a por diferente material. Y a por la cerveza, claro. Je,je,je
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- ¿A sí? - me pregunta la bonita mujer que tengo delante.- ¿Y quién te hizo esta otra cicatriz, Miquel? ¿También fue el Malvado Conde?
- Oh, no, preciosa. - le respondo yo - esta me la hizo un dragón justo antes de que le cortara el cuello.
- ¡¡Uau!! No sabía que fueras tan fuerte....
- Bah no es nad....
.....¡¡ENANO!! - me interrumpe el tío calvo de siempre - ¡¡Te dije que no quería verte más por aquí hasta que no me pagues!!
- Deberías saber que yo no pago a los timadores. ¡¡Esa mujer es un hombre!!
- ..... no. Hoy he venido acompañado de unos amiguitos. - abre la puerta del todo y veo a tres hombres armados con espadas y escudos.- Recuerdo lo de la última vez, por eso traigo hoy más amigos.- ya decía yo...
- Señora...- la saludo haciendo una reberencia y salto por la ventana.
Por suerte caigo en un barril bastante grande de agua, el cual destrozo por completo y empiezo a correr todo lo que mis piernas me permiten. No tardan en atraparme, agarro mi hacha Mithral con ambas manos y empiezo a batirme con ellos. Podría vencerles fácilmente, recibí grandes entrenamientos en el palacio de mi padre, pero al fin y al cabo esas son buenas personas.... Y la batalla nos lleva a un ´desfiladero:
- Bueno, señores, me despido.
Y me dejo caer y voy dando vueltas y vueltas hasta que llego al suelo. Me levanto, me quito el polvo y susurro:
- Bueeeno, menos mal que soy de Erebor.
Y el destino quiso que unos ojos contemplaran semejante espectáculo:
- Me llamo Findon, si quieres luchar por la paz, únete a mi.
- Vale, esta tarde tengo libre.
Poco a poco encontramos el resto del grupo, hasta llegar al puesto avanzado de Aravir. Tras algunas charlas y comentarios, emprendemos el camino de nuevo y tras dos horas de cansancio absoluto, llegamos a la ciudad.
- Espero que valga la pena- murmuro por mis adentros.
Entramos en la ciudad tras dar un paseo, vajamos a una taberna. Me estaba muriendo de sed, le insistí varias veces a Findon.
Al fin llegamos.... nos sentamos en una mesa rectangular y todos pedimos una cerveza. Al tiempo que los demás empiezan dar el primer sorbo, yo ya voy por la tercera ronda, junto con Ulbar. Aravir le pide que frene un poco pero no se fija en mi, que estoy a su altura. Finalmente, y tras haber conversado alegremente y habernos conocido un poco entre nosotros, salimos de la taberna y subimos a nuestros puestos.
Me alejo un poco del grupo para coger un taburete y sentarme. Nos encontramos justo encima de la gran puerta, y yo me coloco al lado de la torreta de la derecha de esta. Saco mi pipa y medito unos minutos, entonces llega Ulbar y se sienta a mi lado. Entablamos un convresación sobre las posibles estrategias de defensa. Cae la noche y seguimos en nuestros puestos; los soldados Arnorianos han preparado una ingeniosa estrategia. La gran mayoría se ha quedado dentro las murallas, distribuidos entre las murallas, las plazas y las calles. Pero muchos cientos han ido unaa millas por detrás de la ciudad, en caso de que la muralla fallase. Y tambien muchos montaraces se han infiltrado en los bosques, para flanquear al enemigo....
Y esto es todo, espero que sirva.
Saludos
- ¿A sí? - me pregunta la bonita mujer que tengo delante.- ¿Y quién te hizo esta otra cicatriz, Miquel? ¿También fue el Malvado Conde?
- Oh, no, preciosa. - le respondo yo - esta me la hizo un dragón justo antes de que le cortara el cuello.
- ¡¡Uau!! No sabía que fueras tan fuerte....
- Bah no es nad....
.....¡¡ENANO!! - me interrumpe el tío calvo de siempre - ¡¡Te dije que no quería verte más por aquí hasta que no me pagues!!
- Deberías saber que yo no pago a los timadores. ¡¡Esa mujer es un hombre!!
- ..... no. Hoy he venido acompañado de unos amiguitos. - abre la puerta del todo y veo a tres hombres armados con espadas y escudos.- Recuerdo lo de la última vez, por eso traigo hoy más amigos.- ya decía yo...
- Señora...- la saludo haciendo una reberencia y salto por la ventana.
Por suerte caigo en un barril bastante grande de agua, el cual destrozo por completo y empiezo a correr todo lo que mis piernas me permiten. No tardan en atraparme, agarro mi hacha Mithral con ambas manos y empiezo a batirme con ellos. Podría vencerles fácilmente, recibí grandes entrenamientos en el palacio de mi padre, pero al fin y al cabo esas son buenas personas.... Y la batalla nos lleva a un ´desfiladero:
- Bueno, señores, me despido.
Y me dejo caer y voy dando vueltas y vueltas hasta que llego al suelo. Me levanto, me quito el polvo y susurro:
- Bueeeno, menos mal que soy de Erebor.
Y el destino quiso que unos ojos contemplaran semejante espectáculo:
- Me llamo Findon, si quieres luchar por la paz, únete a mi.
- Vale, esta tarde tengo libre.
Poco a poco encontramos el resto del grupo, hasta llegar al puesto avanzado de Aravir. Tras algunas charlas y comentarios, emprendemos el camino de nuevo y tras dos horas de cansancio absoluto, llegamos a la ciudad.
- Espero que valga la pena- murmuro por mis adentros.
Entramos en la ciudad tras dar un paseo, vajamos a una taberna. Me estaba muriendo de sed, le insistí varias veces a Findon.
Al fin llegamos.... nos sentamos en una mesa rectangular y todos pedimos una cerveza. Al tiempo que los demás empiezan dar el primer sorbo, yo ya voy por la tercera ronda, junto con Ulbar. Aravir le pide que frene un poco pero no se fija en mi, que estoy a su altura. Finalmente, y tras haber conversado alegremente y habernos conocido un poco entre nosotros, salimos de la taberna y subimos a nuestros puestos.
Me alejo un poco del grupo para coger un taburete y sentarme. Nos encontramos justo encima de la gran puerta, y yo me coloco al lado de la torreta de la derecha de esta. Saco mi pipa y medito unos minutos, entonces llega Ulbar y se sienta a mi lado. Entablamos un convresación sobre las posibles estrategias de defensa. Cae la noche y seguimos en nuestros puestos; los soldados Arnorianos han preparado una ingeniosa estrategia. La gran mayoría se ha quedado dentro las murallas, distribuidos entre las murallas, las plazas y las calles. Pero muchos cientos han ido unaa millas por detrás de la ciudad, en caso de que la muralla fallase. Y tambien muchos montaraces se han infiltrado en los bosques, para flanquear al enemigo....
Y esto es todo, espero que sirva.
Saludos
Me encuentro mal,
por favor, llevadme a un bar.
Yo no me encuentro nada bien,
Llevadme a mí también.
Sé de un lugar donde hacen una poción
que da fuerza al espíritu, enaltece el corazón.
¡¡Alza tu cerveza, brinda por la libertad, bebe y vente de fiesta, el infierno es este bar!!
por favor, llevadme a un bar.
Yo no me encuentro nada bien,
Llevadme a mí también.
Sé de un lugar donde hacen una poción
que da fuerza al espíritu, enaltece el corazón.
¡¡Alza tu cerveza, brinda por la libertad, bebe y vente de fiesta, el infierno es este bar!!