Acción

Me alejo de mis compañeros para dar un paseo por la ciudadela; la ciudad esta plagada de orcos aún llegan a mis oidos los tenues gritos de los pocos supervivientes, al ser alcanzados por la maldad de los orcos. Me oprime el corazón saber que no puedo hacer nada por salvarlos.... Saco mi pipa y empiezo a fumar mientras vuelvo con el grupo con paso lento.
Veo como Aravir conversa con un capitán de Arthedain, que parce bastante experimentado, pero que no puede ocultar su expresión de autentica preocupacion. Aravir se gira y, dando un suspiro, se dirije al grupo, ¿serán buenas noticias?
- ¡¡Sí!! - respondo yo, ante la noticia de Aravir. - venga, debemos apresurarnos o se hará de día. Tenemos que ser completamente sigilosos.
- Coincido con el enano - añade Namsis, y empieza a andar.
- Deberías pasar por una puerta trasera - interviene el capitán de Arthedain.- La puerta sur os servirá - dice levantando la mano, al tiempo que señala a una calle estrecha, muy sucia.

Así lo hacemos, andamos hacia la calle y traspasamamos una puerta, ya estamos en la ciudad.
Pero las cosas no nos salen como queremos, tras avanzar varios metros, una banda de orcos, muy numerosa, nos ha preparado una emboscada. Tansolo logro ver a Namsis y a Îbal, que han conseguido quedarse atrás y evitar la emboscada.
En cuanto al resto del grupo, preparamos las armas...