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Findon
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Desde: 30/01/2007

#100 Respondiendo a: Aravir

Off-topic

jajaajajajaja asi es, Aravir antepasado del rey Elessar, esque me gusta mucho ese nombre y sip, me quede algo callado ... eso si, no levanto el mañique para beber cerveza ...
saludos y a por esos orcos que Fornost no caerá asi como asi !!

Narración 4

Todos respondieron con alegría afirmativamente a la propuesta de Aravir para eliminar a los orcos supervivientes. Los arqueros de la ciudadela dieron a Findon y a Îbal algunos fardos más de flechas para añadir a sus respectivos carcajs, que estaban casi vacíos.
El grupo salió por una pequeña poterna situada en la parte posterior de la ciudadela, para intentar coger por sorpresa a los malditos orcos que aún resistían. Salen por el pequeño postigo y se internan por las calles oscuras y sucias, donde de pronto, un pequeño grupo nauseabundo de orcos sorprende a la cabecera del grupo. Sin embargo, Namsis e Îbal se esconden en dos callejones que quedan por detrás, esperando el momento propicio para atacar, mientras sus compañeros sacan sus armas para abatir a los orcos que les hacen frente. Findon y Aravir, más especializados en visualizar enemigos ocultos, pronto descubren por el rabillo del ojo que varios arqueros les apuntan. Ninguno de ellos tenía escudo, y estaban expuestos a las saetas enemigas. Los orcos intentaban provocar y asustar a los valientes guerreros con sus roncas voces, amenazándoles en la lengua negra. Cada segundo es vital, y Findon y Aravir comunican a Miquel y Ulbar la situación de los arqueros mediante señas. Sin perder un instante, Ulbar grita:
-¡Îbal, usa tu arco, arqueros enemigos en los tejados, rápido! –pero en ese momento varias flechas vuelan, y una impacta en el hombro izquierdo de Ulbar y otra en la pierna de Aravir. Pero Îbal dispara sus saetas con rapidez y derriba a los arqueros de los tejados. Acto seguido, Namsis e Îbal salen de su escondite y cargan contra los enemigos para poner a salvo a sus compañeros, que aguantaban de pie frente a los enemigos a duras penas. Finalmente, entre todos eliminan al maloliente grupo de enemigos y se ponen a atender a los heridos. Sin embargo, las heridas no parecen graves. Aravir sólo cojea algo, pero no le impide manejar su Anket con soltura, y Miquel, aún con el hombro herido, puede blandir bastante bien el hacha. Se reorganizan y avanzan con cautela, ocultándose en las sombras. Registran cada rincón, en busca de cualquier enemigo. Tras varios disparos silenciosos de Findon e Îbal contra los enemigos que se encontraron, llegan a las puertas, junto a las cuales yacían varios cuerpos sin vida de soldados de Arthedain y no pocos de orcos. Allí suben a la muralla, donde ven a la gran masa de enemigos que todavía allí están, esperando ver cómo se desarrollaba la situación. Allí, Namsis cogió una antorcha que había por allí y la agitó para que los soldados de la ciudadela, que esperaban, comprobaran que todo estaba bien.
"La vida tiene el sentido que nosotros le damos y en ello reside la grandeza del hombre" -Friedrich Nietszche.