Acción

Aquí va mi acción, con vuestro consentimiento yo también me salto la parte de la huida:

Todos descendemos de los árboles y vemos como la manada de lobos se aleja hacia la dirección en la que se ha ido el Rey. No podemos alcanzarlos, pues no tenemos monturas, osease, no podemos matarlos, ni mis saetas los alcanzarían (ni las de Findon). No podemos alcanzarlos pero tampoco pararnos a buscar una solución; pues el ejército del Rey Brujo nos sigue de cerca. Aún así el Señor Enano, cómo no, replica:
-Debemos seguir a esos huargos (o wargos, creo que se puede de las dos maneras) y eliminarlos.

-¿Cómo podríamos alcanzar a los lobos sin animales?- Añade Namsis-. Además, no todos poseemos tu super velocidad, señor enano.
- Oh, entonces me lo tomare como otro favor personal hacia vos, oh poderosa Namsis, el no correr detrás de los lobos.
- Así sea.
Aravir me interrumpe mientras ironizo sobre la propuesta del señor enano.
-¿Entonces, dices que nuestro camino ya no es paralelo al del rey? ¿Dices que tenemos que abandonarle a su suerte? No puedo hacer eso al rey de Arthedain, mi rey.
- Estoy de acuerdo con Namsis,- añade Ulbar- no podemos impedir que los lobos les alcancen. Voto por ir a los Puertos Grises, allí podemos convencer a Círdan de que reúna a sus elfos.
-Sí, y desde allí podríamos enviar un emisario a Rivendel.- dice Findon.
- ¡¡Y otro a Gondor!!-exclamo.
-Todo eso quizá -nos anima Namsis-, por ahora debemos encontrar, como ya he dicho, refugio en el bosque. Mañana podemos decidir qué hacer.
Todos nos dirigimos al bosque aunque yo no estoy muy convencido de ir allí, tenemos al ejército de Animar muy cerca, podrían acampar en el bosque y encontrarnos…