Accion

Una vez que ya ha amanecido, todos nos encaminamos hacia la entrada de la cueva. Apartamos las ramas que escondian la entrada y salimos al exterior. El viento sopla y se nos mete hasta los huesos, el cielo esta gris y plomizo. Pero al menos, no parece que haya presencia enemiga. Nos quedamos quietos alli en la ladera de la colina por unos instantes en silencio. Hasta que ese silencio es roto por el señor enano. -Deberiamos salir de esta ratonera. El enemigo ya debe andar lejos. Debemos ir a informar a los elfos de Lindon. -Todos escuchamos al señor enano. Pero yo me doy cuenta de que Namsis sige susurrando. Y esta vez, no podemos ior lo que dice. Namsis se ha cubierto con su apucha y yo, dandole un codazo al señor enano digo. -A ti todavia te queda algo de ron, ¿verdad?. Pues sacalo. Creo que es un buen momento para calentar el cuerpo y el espiritu. -El señor enano asiente comprendiendo. Saca su odre de ron y se lo pasa a Namsis la cual, tras dudar un instante, lo agarra y le mete un profundo trago. Yo sonrio al verla y digo. -¡Vaya!, creo que nuestra influencia empieza a notarse. ¿Que tal ahora?. -Namsis se seca la boca con el dorso de la mano izquierda antes de contestar en su caracteristico estilo. -No me gusta este lugar. Puede que solo hayatenido una pesadilla, o puede que no. Sea cual fuere nuestra decision, debemos movernos deprisa. No me gusta estar parada aquí sin hacer nada. -Yo asiento con la cabeza mientras bebo del dre del señor enano. Y, aunque me cuesta, consigo parar y lo paso. Findon lo agarra y el tambien le mete un buen trago. Tras beber, pregunta. -¿Que temes, Namsis?. -Y nuestra compañera duda por unos instantes antes de responder. -No lo se, pero en sueños he sentido una poderosa presencia oscura. Algo que sabe que estamos aquí. Podria ser solo una pesadilla, pero esta inquietud me dura incluso aquí. En plena mañana y a la luz del dia. -E Ibal, al escuchar a Namsis rie y dice. -¿La luz del dia?, lo que tu digas. Pero te aseguro que esto no se parece a un amanecer navegando por las aguas de la bahia de Belfalas. -Y tras decir esto, Ibal tambien le mete un buen trago al odre de ron. Yo sonrio al oir a nuestro compañero y añado. -Tienes razon. Por tanto, lo que debemos haceres tomar una decision. ¿A donde vamos?. Yo debo decir que estoy de acuedo con el señor enano. Creo que es nuestro deber informar lo antes posible sobre lo que ha ocurrido. Pero cuidado, no va a ser facil cruzar las colinas de Evendim. Creo recordar que son casi cincuenta millas de terreno bastante escarpado. Y en cuanto a esa presencia oscura, ya nos ocuparemos de eso si se presenta la ocasión. -¡¡Si!!. -Añade el señor enano mientras acaricia el mango de su hacha. -¡¡Y lo haremos como siempre!!. ¡¡Con estilo, con nuestro estilo!!. -Y hasta Namsis parece que sonrie un poco y va recuperando el color. Claro que eso tambien puede ser debidoal trago de ron que se ha metido en las tripas recien despierta. Y yo, mientras pienso en esto y sonrio, muestro mi total acuerdo con la declaracion de intenciones del señor enano. -Entonces -Interviene Aravir tras su racion de ron. -Solo nos queda tomar una decision. Yo podria intentar encontrar el rastro del rey en medio de este erial, pero debo deciros que me resultaria dificil. Ademas, no olvidemos que el rey marcha a caballo y nosotros a pie. Nos resultaria muy dificil alcanzarle. Y lo que puede ocurrir mientras lo intentamos, es que seamos nosotros los cazados. -Y el señor enano rie al oir a Aravir y replica. -¿Nosotros cazados?, pues lo lamento por quien intente cazarme. ¡¡Por que no pienso dudar ni un instante antes de reventarle la cabeza de un puñetero hachazo!. Y Findon tras suspirar con cierto aire de resignacion tras oir al señor enano dice. -¿Ese es el criterio general?, no se. Dejad que lo pensemos un poco mas. -Y el señor enano, mientras asegura el odre medio vacio de ron haciendolo desaparecer en las profundidades de su abrigo, dice. -¿Que, ademas de feo tambien eres lento pensando?. -Y Findon mira al señor enano y con una sonrisa replica. -Tu procura mantener la boca cerrada, es bastante asqueroso ver como se te caen las babas. -Y todos, empezando por el señor enano, reimos alli en medio de la nada mientras el viento aulla con fuerza y notamos su fria mordedura. De pronto, unas gotas comienzan a caer. Esta em pezando a llover y, de momento, retrocedemos y nos refugiamos en la entrada de la cueva.