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Ver tema#433 Respondiendo a: ulbar
Accción
Al fin hemos dejado las colinas de Evendim atras. De momento, no parece que haya ningun enemigo a la vista. Marchamos ahora por un terreno despejado y monotono. Sigue soplando un frio viento que viene del norte. Y, finalmente, al mediodia, decidimos parar en la marcha. Nos acomodamos como p...
Accción
De nuevo todo se quedo en calma tras el combate. En aquel breve descanso, todos pudimos beber un trago de ron. Aravir se acercó de nuevo al grupo, parecía más tranquilo pese a que era la segunda vez que se dejaba llevar por el odio. Sin embargo nadie dijo nada. El tiempo apremiaba y en cuanto Miquel volvió a guardarse el odre en su abrigo después de que Entaguas bebiera, nos pusimos en marcha.
La noche y el cansancio era lo más presente durante todo el camino que recorrimos sin descanso, hasta que con las primeras luces de un cielo grisáceo algunos propusieron un descanso. Pero Entaguas continuó apremiando a seguir.
- No se tu señor Elfo pero yo prefiero enfrentarme a otros veinte huargos que caer muerto por el cansancio.- gruño Miquel.
Ante esas palabras, Entaguas saco un fardo envuelto que contenía pan de los elfos. Pocos fueron los bocados que tuvimos que dar para devolvernos las fuerzas. Complacido el señor enano dio las gracias y se dispuso a sacar de nuevo el odre de su abrigo.
- Tira ya pa´ lante.- le apremió Ulbar sonriente, queriendo aprovechar el estomago lleno del señor enano para continuar la marcha. A Miquel no le debió gustar el empujón, pero yo me adelanto y con suavidad le insto a seguir, consiguiendo que su enojo quedara en un resoplo de impaciencia.
Tras esta casi imperceptible detención, nos pusimos en marcha de nuevo.
- Espero que mis compañeros elfos no traigan peores noticias que yo-comenta Entaguas mientras notamos como el camino desciende.
Al fin, a mediodía, decidimos hacer un alto mas prolongado, algo que yo agradezco sinceramente pues pese a la Lembas mis pies se resienten más a cada paso.
Protegidos como pudimos entre unas rocas contra el frío y la lluvia, Findon saca la ración que quedaba de jabalí, imitado después por todos. Por desgracia, nos tuvimos que valer del ron para poder tragar mejor la carne dura y seca, y esto acabo con la única reserva del señor enano. Pronto todos nos levantamos y Entaguas encabeza otra vez la marcha, seguido por Findon y Aravir. Detrás caminamos Îbal y yo y por último Ulbar y Miquel quienes vuelven a mantener una se sus animadas conversaciones, sin que la lluvia nos haga aminorar el paso.
De nuevo todo se quedo en calma tras el combate. En aquel breve descanso, todos pudimos beber un trago de ron. Aravir se acercó de nuevo al grupo, parecía más tranquilo pese a que era la segunda vez que se dejaba llevar por el odio. Sin embargo nadie dijo nada. El tiempo apremiaba y en cuanto Miquel volvió a guardarse el odre en su abrigo después de que Entaguas bebiera, nos pusimos en marcha.
La noche y el cansancio era lo más presente durante todo el camino que recorrimos sin descanso, hasta que con las primeras luces de un cielo grisáceo algunos propusieron un descanso. Pero Entaguas continuó apremiando a seguir.
- No se tu señor Elfo pero yo prefiero enfrentarme a otros veinte huargos que caer muerto por el cansancio.- gruño Miquel.
Ante esas palabras, Entaguas saco un fardo envuelto que contenía pan de los elfos. Pocos fueron los bocados que tuvimos que dar para devolvernos las fuerzas. Complacido el señor enano dio las gracias y se dispuso a sacar de nuevo el odre de su abrigo.
- Tira ya pa´ lante.- le apremió Ulbar sonriente, queriendo aprovechar el estomago lleno del señor enano para continuar la marcha. A Miquel no le debió gustar el empujón, pero yo me adelanto y con suavidad le insto a seguir, consiguiendo que su enojo quedara en un resoplo de impaciencia.
Tras esta casi imperceptible detención, nos pusimos en marcha de nuevo.
- Espero que mis compañeros elfos no traigan peores noticias que yo-comenta Entaguas mientras notamos como el camino desciende.
Al fin, a mediodía, decidimos hacer un alto mas prolongado, algo que yo agradezco sinceramente pues pese a la Lembas mis pies se resienten más a cada paso.
Protegidos como pudimos entre unas rocas contra el frío y la lluvia, Findon saca la ración que quedaba de jabalí, imitado después por todos. Por desgracia, nos tuvimos que valer del ron para poder tragar mejor la carne dura y seca, y esto acabo con la única reserva del señor enano. Pronto todos nos levantamos y Entaguas encabeza otra vez la marcha, seguido por Findon y Aravir. Detrás caminamos Îbal y yo y por último Ulbar y Miquel quienes vuelven a mantener una se sus animadas conversaciones, sin que la lluvia nos haga aminorar el paso.
"He gleams like a star
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"
"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"
"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas