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Findon
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Desde: 30/01/2007

#437 Respondiendo a: Findon

Acción

Tras vencer a la patrulla de huargos, di los últimos pases con el trapo al puñal para limpiarlo y lo guardé. Entaguas comenzó a correr, y yo detrás de él. Continuamos durante toda la noche con un ritmo cansino, y Entaguas, estaba más fresco, aún así lo advirtió. Se volvió y nos dio lembas. L...

Narración 12

Siguieron caminando y pronto oyeron a Entaguas decir, subido a un árbol muy alto:
-Mithlond se ve a lo lejos. Estamos a salvo de momento.
El grupo entero suspiró aliviado. Siguieron andando, y pronto encontraron una vía empedrada. Ya anduvieron a un paso más lento, y los montaraces y el elfo guardaron sus arcos. El paisaje se volvió algo más alegre y no tardaron en encontrase algún centinela elfo subido a algún árbol. Pero ellos siguieron andando, pues Entaguas tenía órdenes de informar a sus superiores de lo que había visto y oído. Divisaron al fin los bellos y altos edificios élficos, de gran belleza. Siguieron caminando por la vía empedrada, a un ritmo lento para que los pies descansaran. Al fin llegaron a las puertas, donde dos lanceros no opusieron sus armas para que pudieran entrar. Entaguas les saludó con la cabeza y ellos hicieron lo mismo. El enano no se sentía cómodo al ver a tanto elfo junto.
-No sé si entrar ahí. Cruzarme con 3 elfos ya ha sido suficiente. –dijo el enano riendo.
-Pues entonces cuando entres… -dijo Ulbar riendo.
Todos rieron algo más alegres, aunque se sentían algo desfallecidos por la caminata. Finalmente entraron en la ciudad y Entaguas les llevó consigo, para dar testimonio de la noticia.
-Rápido, maese elfo, las taberneras de esta ciudad me están reclamando –dijo Ulbar.
-Demasiado tarde, Ulbar. Están todas enamoradas de mí –dijo Entaguas riendo.
-Eso se verá –comentó Ulbar.
Todos los demás rieron, y finalmente llegaron al cuartel elfo donde Entaguas debía informar a su superior. Era de bella arquitectura a pesar de ser un edificio militar el cuartel. Entaguas habló con su superior, cuya cara se ensombreció al conocer las nuevas.
-Pues me entristece saberlo, soldado. De hecho tus camaradas no han vuelto todavía y me temo lo peor. Sé que no contarán nada al enemigo, pero temo por sus vidas.
De todas las maneras, no podemos estar aquí quietos, sin movernos. Debemos actuar antes que sea tarde. De pronto advirtió a los que acompañaban a su soldado.
-Vosotros ¿conocéis el camino hacia Gondor? –preguntó.
-Maese Ulbar y yo somos del reino de Gondor, señor. –dijo Îbal.
-Estupendo. Vais a ir ahora mismo camino a Gondor. Os daré unos caba….
-Sí, sí, pero antes disculpe. Tengo que hacer con mis camaradas una visita turístico-tabernera por la ciudad. Denos un día. –interrumpió Ulbar.
-No puedo. No hay tiempo. –respondió el general.
-Bueno, pues una docena de cervecillas rápidas y me tiene aquí fresco, bueno fresco, preparado para cabalgar. –dijo Miquel.
-Está bien, pero dense prisa –dijo el elfo torciendo el gesto.
Ulbar y Miquel salieron tras Entaguas a toda prisa. Los demás fueron tras ellos. Pronto estuvieron todos en la taberna disfrutando de su pinta, alegremente.
"La vida tiene el sentido que nosotros le damos y en ello reside la grandeza del hombre" -Friedrich Nietszche.