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Desde: 22/09/2006

#440 Respondiendo a: Entaguas

Accion (¡Muahahaha!)

Tras exhaustos días de marcha, en la que la compañía jadeaba cuales caballos. El enano jadeaba especialmente, y todos captamos cierto tufillo que desprendía. Sudaba demasiado. En eso me recordaba a un compañero montaraz, del reino de Gondor, que le llamaban Camacho, que sudaba...

Accion (¡Muahahaha!)

Seguimos caminando con paso cansino. Han sido dias de dura marcha. Pero al fin parece que nuestra meta ya se divisa. Nos paramos un instante al atardecer y Entaguas se sube a un arbol. Desde lo alto de su copa nos informa de la cercania de Mthlond. Ya era hora. Entaguas se reune con nosotros y continuamos nuestro avance. Y el señor enano y yo cruzamos una mirada pero nada decimos. Tan solo dos sonrisas muy similares de dibujan en nuestros rostros. Continuamos marchando ahora por un camino empedrado por adoquines que ensamblan perfectamente unos con otros. Y ante nosotros, finalmente acaba apareciendo tras una linea de arboles, las murallas de Mithlond. Perfectas, con altas torres entre las secciones de la muralla, esta describe un semicirculo protegiendo Mithlond, la ultima gran ciudad de los elfos en la tierra media. De pronto, un centinela nos da el alto y Entaguas se adelanta. El centinela le pide a nuestro compañero que se identifique y este, curiosamente solo atina a decir su nombre. Parece que haya olvidado hasta quien es su padre. Detras de Entaguas el resto nos miramos entre nosotros pero preferimos callar. Nuestras miradas expresan lo suficiente para entendernos. Continuamos avanzando y ante los grandes portones de acceso a Mithlond otros dos elfos montan guardia. Ambos lanceros saludan a nuestro compañero elfo y nos permiten el paso a la ciudad. Y como no, el señor enano no puede evitar un comentario. -¡No se si entrar ahi, cruzarme con tres elfos ya ha sido suficiente para mi!. -Yo rio al oir al señor enano y replico. -¡Pues entonces cuando entres, armate de paciencia!. ¡Pero piensa, ya sabes lo que nos espera ahi dentro!, ¿verdad?. -Y el señor enano cruza las puertas de Mithlond sonriendo. Y Namsis mirandome, me pregunta. -¿Y que es lo que nos espera?. -Yo rio al oirla pero no soy yo el que contesta. Es Aravir. -¡Pues espero que sea un poco de descanso, por que nos lo hemos ganado!. Caminamos ahora por las calles de la abarrotada ciudad. No solo hay elfos grises y Noldor, tambien vemos a bastantes dunedain y algun que otro enano por en medio de la multitud. Y es que Mthlond se ha convertido en el refugio de una gran poblacion desplazada por la guerra. Y mientras caminamos por la ciudad, al anochecer, observamos que casi todos sus habitantes portan alguna arma. Llegamos hasta las puertas de una construccion elfica cerca ya del puerto. Hasta mi llegan el sonido de las olas golpeando los muelles y el crujido de los cascos de los buques mecidos por la marea. Y, como no, el olor del salitre. Aspiro ese olor con ansia. Era algo que echaba de menos. Entaguas entra en el cuartel de los elfos y, al poco rato, vuelve acompañado de su superior. El señor enano mas cansado qure de costumbre, debido sin duda a tener que soportar el peso de su enorme nariz, se ha sentado en el suelo. Y yo, disimuladamente, le doy una patada. No para que se levante, no. Pero al menos, para que deje de roncar. El oficial al mando de Entaguas nos contempla en silencio por unos instantes. Y yo sonrio pensando en las pintas que debemos tener despues de todo lo que nos ha pasado. El capitan de Entaguas nos pregunta entonces. -¿Conoceis el camino a Gondor?. - E Ibal, adelantandose responde. Por supuesto, Ulbar que esta detras de mi, y yo somos del reino Gondor. -¡Estupendo!. -Responde el capitan de Entaguas. -Por que vais a tener que ir alii. Os dare unos caba....- El elfo no puede terminar la frase. Ahora soy yo el que se adelanta y digo. -Señor, acabamos de llegar. Hemos combatido y caminado mucho y muy duro. Necesitamos algo de tiempo para recuperarnos.-El capitan me contempla por unos instantes. Es un soldado como yo y sabe de lo que hablo y lo que quiero. Sonrie y finalmente dice. -Estamos en guerra. Se que mereceis unos dias de descanso. Pero no puedo concederoslos. Tan solo teneis tiempo libre durante esta noche hasta mañana al medio dia. Creo que sera suficiente para lo que me pides. -Y yo sonrio, me cuadro y saludo a la manera de Gondor. Cruzando mis dos manos sobre el pecho. Y tras recibir permiso, nos retiramos de las puertas del cuartel elfico. Seguimos calle abajo hasta estar cada vez mas cerca del puerto, mas y mas cerca de nuestro objetivo. Y al fin, lo tenemos delante. Ante nosotros hay un edificio de dos plantas terminado en un alto tejado. Sus puertas estan abiertas de par en par. Hasta nosotros llegan toda una serie de sonidos a cual mas agradable. Una taberna. ¡¡Al fin una puñetera taberna!!. Con paso decidido entramos los siete uno al lado del otro. Yo descubro una mesa ocupada por un par de elfos y me dirijo hacia alli. Pronto los dos elfos me han cedido amablemente su sitio. O quizas no tan amablemente pues he tenido que desenvainar mi daga. Ya estamos todos sentados. -¡Oye Ulbar!. -Me dice el señor elfo. -¡Procura no mirar a ninguna de mis camareras!. -¡Ya veremos!. -Le replico yo riendo. Y el señor elfo me dice en ese momento,. -¿Donde esta Namsis?. Y todos la observamos pues se dedica a abrirle paso a nuestro señor enano el cual se aproxima a nuestra mesa cargado con jarras y jarras de deliciosa cerveza. Antes de que llege hasta la mesa, yo me he levantado y agarrando una la termino de un trago. Mis compañeros aplauden mi proeza y yo, tras sonreir agarro otra y tambien la termino. -¡Que alguien lo pare antes de que acabe con todas!. -Grita Findon mientras rie. Y Aravir e Ibal, me sujetan y permiten que el señor enano logre descargar sobre la mesa. Namsis se me queda mirando y, en su tipico tono me dice. -Creia que te estabas volviendo abstemio. -Y todos reimos por la ocurrencia de nuestra compañera. Reimos hasta que agarra una jarra y alzandola frente a mi, la termina de un solo y largo trago. Todos reimos y aplaudimos. Y el señor enano añade. ¡¡¡Y encima, que bien bebe. Cada vez la veo mas tocinota!!. -Y al oir a nuestro señor enano, la carcajada es general. Pronto todas las jarras estan vacias. Reimos y hablamos todos a la vez hasta que a Entaguas se le ocurre decir.-¡Nos estamos quedando secos!. ¡Que alguen vaya a la jodida barra y renueve el suministro!. -De inmediato se levanta el señor enano. Se lo ha tomado como un desafio personal, no se por que. Por que con la nariz que tiene, es imposible que pase desapercibido. Me levanto y lo sigo hasta la barra de la taberna. Alli parece que nuestro señor enano tiene problemas con un elfo. El elfo empuja al señor enano y yo desenvaino mi espada y la descargo contra el mostrador. -Cuidado. - Le digo al elfo. Solo nosotros podemos tocar a nuestro señor enano.- Y el señor enano me mira, rie y grita. -¡¡¡Bien, toca la segunda parte de la puñetera fiesta!!!. -Y, naturalmente, el señor enano agarra al elfo , lo levanta en peso y lo estampa contra la columna principal del edificio. Yo rio y, tras envainar mi espada, me preparo para lo que va a pasar. Otro elfo me agarra por detras y al girarme recibo un buen golpe en el rostro. Retrocedo y le hundo mi bota derecha en la entrepierna. -¿Y este imbecil quien es?. -¡¡Pues el capitan de la guardia nocturna!!. ¡¡Te lo acabas de cargar!!. -Me contesta Entaguas mientras no para de reir. Entaguas le pide un tonel de cerveza a la tabernera por que lo vamos a necesitar y el señor enano y yo acabamos totalmente rodeados por un grupo de elfos de bastante mal humor. Resistimos su primer asalto y en medio del caos yo grito. -¡¡Eh, venid a echar una mano!!. Entaguas tiene un barril de cerveza!!. -Y al instante nuestros compañeros se abren paso a golpes en medio del caos que hemos provocado. Llueven golpes por todas partes. Resuenan maldiciones en Quenya, sindarin , adunaico, oestron y khuzduc. Y en medio del caos total, nosotros , frente a la barra de la taberna, nos dedicamos a lo que mejor se nos da. Machacar a nuestros oponentes. De pronto, el señor enano grita. -¡¡Ayudadme a subir a la barra!!. Entre Findon y Aravir lo aupan hasta ponerlo en pie en la barra. Desde alli, el señor enano va agarrando los toneles que hay detras suyo y los va lanzando uno tras otro entre la multitud que se golpea ya sin ninguna distincion. Y Namsis adelantada al resto de nosotros nos dice en medio del retumbar de las maldiciones y los tacos. -¡¡Deberiamos salir de aqui!!. ¡¡Antes de que empiecen a buscar a los responsables!!. -Ibal, se coloca al lado de Namsis y asiente. Pero en ese momento mira hacia la puerta y grita. -¡Demasiado tarde, la guardia de la ciudad! -La guardia irrumpe en ese momento en la taberna repartiendo golpes por todos lados. Yo veo como uno de sus miembros ayuda a levantarse al capitan que he tumbado antes y, mientras se lo señalo al señor enano grito. ¡¡Esos dos. Son el objetivo, no falles!!. -Y el señor enano agarra otro tonel. Guiña un ojo, se muerde la lengua y lo lanza. El tonel impacta en el capitan de la guardia y en su ayudante. Y ambos junto a los trozos del tonel se estampan contra la columna principal del edificio.- ¡¡Al piso superior!!. -Grita en ese momento Findon. -!Es nuestra unica posibilidad!!. -Rapidamente nos encaminamos hacia las escaleras. Los primeros vamos Ibal y yo abriendo paso a golpes. Despues marchan Entaguas y Aravir y el montaraz proteje al elfo el cual no suelta su preciada carga. Les siguen Findon y Namsis rechazando a los imbeciles que saltan sobre el grupo desde los lados. Y el ultimo de todos marcha el señor enano. El cual, aunque reparte como todos, va avanzando mientras mantiene la vista fija en un punto muy determinado. Yo me doy cuenta desde los primeros escalones y grito. -¡¡Señor enano, deja de mirar a Namsis y concentrate!!. ¡¡Ya sabemos todos que cada vez la encuentras mas tocinota!!. -Y Namsis primero me mira a mi y luego al señor enano y tras fruncir el ceño nos dice en su tono particular -Cuando estemos mas tranquilos, ya tendre unas palabras con vosotros dos. -Ya estamos todos en las escaleras cuando, de repente, escuchamos un grito. -¡¡Esos, los de las escaleras, que no escapen!!. -Es el capitan elfo de nuevo en pie. Y Aravir dice. ¡¡Que pesado el tio!!. ¡¡No nos deja en paz!!. -Y todos los elfos de la taberna, todos los dunedain y todos los enanos y hombres de otros pueblos paran en sus peleas y se nos quedan mirando. Por unos instantes se hace el silencio en la taberna. Hasta que es roto por un griterio general. Y todos se lanzan contra nosotros. -¡¡Pues se lo ha buscado!!. -Grita el señor enano. Agarra una mesa y la lanza con su tipica precision. Demasiado tarde trato de detener al señor enano. El capitan enemigo esta apoyado contra la columna principal del edificio la cual, recibe el golpe de la mesa voladora. Resuena un crujido cada vez mas alarmante y Findon grita. -¡¡La columna cede!!. -Ibal añade. -¡¡El techo se derrumba!!. -Namsis susurra. -¡¡Nos va a caer encima!!. -Aravir añade. -¡¡No podremos escapar!!. -El señor enano aporta. -¡!Que mierda de edificio!!. -Entaguas dice. -¡¡Salvemos la cerveza!!. -Y yo, tras mirar a todos mis compañeros, termino diciendo mientras rio con ganas. -¿Que?, ¿os habeis quedado a gusto?. ¡Joder, pues claro que soy yo el mas normal de todos!!. -Y sigo riendo mientras subimos las escaleras perseguidos por docenas de elfos a la vez que el techo del edificio empieza a derrumbarse sobre todos nosotros.
Aunque tarde o temprano todas las cosas hayan de perecer, a Gondor no le ha llegado todavia la hora. No, aun cuando todos los muros sean conquistados por un enemigo implacable, Gondor jamas caera bajo el dominio del Señor Oscuro.