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Namsis
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Desde: 09/12/2006

#447 Respondiendo a: ulbar

Accion

Es ya de madrugada. Y la noche esta resultando animada. Corremos por los callejones de Mithlond tratando de despistar al tumulto que nos persigue. El primero de todos es Aravir. El cual, carga con el barril de deliciosa cerveza. A su lado, cubriendole por lo que pueda pasar, vamos el señor e...

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La noche avanzaba mientras continuabamos la huida a través de varios callejones
oyendo cada vez más lejano, o almenos eso parecia, el alboroto de nuestros perseguidores.
Yo corro cerca de Îbal, siguiendo de cerca a Entaguas, Findon va el último tocandose el golpe de la cabeza no merecido que recibió de la vara y por delante Ulbar, Miquel y Aravir,éste ltimo cargando un barril de cerveza.
En el momento que nos introducimos por un otro callejon oigo la burla de Miquel contra Entaguas, quien parece todavía un poco aturdido por la caida.
-!Bueno, pienso que podia haber sido peor!.- dijo îbal
-¡Exacto!- le respone el señor enano. -¡Podriamos estar corriendo sin cerveza. ¡Y eso seria muy grave!.
al oir esto niego con la cabeza de manera desaprobada.
-¡No creo que os vaya a sorprender, pero sois sin duda un poco cafres!.- susurro al final.
Ahora doblamos nuevamente otra esquina y Entaguas se coloca a la cabeza para guiarnos.Casi iba asegurar que habiamos despistado a la multitud, pero entonces llegamos al final del callejon, topandonos con el cuartel donde el señor elfo nos guió al llegar a Mithlond. Solo que esta vez el aspecto era bastante distinto, allí frente a las puertas se encontraban el bullico de perseguidores.
Nuestra llegada no paso desapercibida y todos se giraron en nuestra dirección con caras poco amistosas.Un largo silencio se hizo de pronto,solo roto por los comentarios de mis compañeros.Entonces la multitud empezo apartarse para dejar paso al general de Entaguas, junto con otro oficial.
Este nos ordena penetrar en el edificio y en fila le seguimos obedeciendo, cruzando a través de un pasillo bastante concurrido hasta un rebidor mas grande.
Los efectos del alhocol empiezan a mostrarse en Aravir quien no puede dejar de reirse y tras una exigida amanaza por mi parte, el genearl no pierdo tiempo en girarse de nuevo hacia nosotros impaciente y serio.
- Muy bien, yo di permiso para que os desahogarais un poco. No para que derribarais un edificio de mi ciudad.- comentó a decir el general severo.- Vuestra presencia ha causado en una sola noche mas destrozos que el ejercito de Angmar en toda esta campaña invernal. Sois unos irresponsables.....
Mientras el general elfo continuaba hablando, nuestra imagen era algo digno de ver.
Yo había optado por apotarme a un lado de la pared. Aravir parecia tener grandes problemas para contener otro ataque de risa en plena bronca, Miquel se había sentado
sobre el barril de cerveza mas pendiente de que nadie lo tocara que de las palabras. Ulbar estaba a su lado de pie observandole de vez en cuando. îbal se había apoyado en la pared del otro lado con los brazos cruzados a la altura del pecho, auqnue sus mirada estuviera centrada en otra parte, Findon estaba a su lado
con cara de soberano aburrimiento sin prestar atención.Finalmente el bostezo de Findon hace que Aravir no pueda controlarse mas la risa, pero recibió un codazo de Ulbar y volvio a controlarse.
En ese momento vuelvo a prestar atención para oír las últimas palabras del general.
- ...Supongo que ya sabeis donde vais a pasar el resto de la noche hasta nueva orden.
Obviamente esto provoca la negación al unísono por nuestra parte, pero al momento somos rodeados por varios lanceros elfos. Pese a eso no reprimen ni los comentarios ni las carjadas de mis compañeros, hasta que el general de nuevo se dirige a nosotros exigiendo nuestras armas.Fue Ulbar el que contestó esa vez al general y sin más palabras fuimos conducidos por unas escaleras hasta las celdas, eso si, con las nuestras repectivas armas cada uno.
Encerrados y recostados contra la pared intentamos dormir el resto de la noche que quedaba.
Con la luz de la mañana nos despertamos encontrando Aravir intentando abrir la cerradura de la celda.Cuando todos estuvimos de pie, se oyo el chasquido y Aravir anuncia:
- Via libre señores
-¿A quien le toca cargar con el barril?.- pregunta Ulbar.
El silencio de acontinuación es evidente y Ulbar decide hacerlo es mismo, pero no sin antes vaciar la carga. Y dicho esto empeiza a servirse con un jarro.
Miquel no tarda mucho en unirse, hasta que poco a poco todos acabamos desayunando cerveza.
Saciados por el liquído nos disponemos a salir, acendiendo por las mismas escaleras sin encontrar ni un alma.
-¿No hay guardias?. - pregunta Ulbar.
-¿Ya quieres pelearte otra vez?.- le respondo-No te quejes si tenemos suerte. O al menos eso queria pensar.
Pasamos el recibir y retornamos por el pasillo hasta las puertas principales abiertas sin que nos hubieramos topado con nadie.
Y entre risas abandonamos el cuartel sin ningun problema, para ser de nuevo guiados por Entaguas hasta unas cuadras.
sorprendidos, descubrimos que en genreral elfo ya nos esperaba alli como si la noche anterior no hubiera ocurrido nada.
-Sólo os encerré para que la gente no se sublevase.- nos informo al acercarnos- Ahora salid de aquí todo lo rápido que podáis. Id a Gondor y dad la voz de alarma.
El camino es largo, lo sé, pero no queda más remedio que pedir ayuda.
asi fue como preparamos los caballos y recibimos viveres para el largo viaje que nos esperaba. Ya montados sobre los lomos de los caballos, Findon espolea al suyo y sale a la cabeza dirigiendose hacia la entrada de la ciudad, seguido por Îbal y Entaguas. Tras ellos marchamos Miquel y yo compartiendo el caballo y por úlitmo Ulbar y Aravir.
Al divisar unas colinas Findon se detine y extrae de un bolsillo un plano mientras nos informa:
-Eso que hay ante nosotros son las colinas lejanas. La frontera entre el antiguo reino de Arnor y Lindon.
Debemos cruzarlas pues al otro lado, mas alla de las quebradas blancas, comienza el camino que une el antiguo reino del norte con el reino del sur.
Las últimas palabras animan a la mision que tenemos, y así avanzamos de nuevo hacia las colinas.Solo acabamos de empezar un nuevo viaje sin saber que nos encontraremos en los caminos, pero la voluntad que portamos acompaña a los cascos de los caballos resuenan a galope.
"He gleams like a star
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"


"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas