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Ver tema#452 Respondiendo a: Findon
Narración 14
Las Colinas Lejanas se alzaban delante del grupo, pero no tardaron mucho en aproximarse a ellas y comenzaron a atravesarlas. La orografía no era excesivamente escarpada y avanzaban sin dificultad. Además, el camino más recto sólo les obligaba a tener que atravesar unos kilómetros por l...
Accion
Las Colinas Lejanas estan cada vez más cerca. Llegaremos a ellas antes de que anochezca. ¡Bah! No se por qué, pero nigún compañero dice nada para animar la cosa, que sosos somos a veces... En fin, yo no seré quien rompa el bonito silencio, además voy detrás y se tendrían que girar todos para verme, y puede que tropezaran, si es que los hombr....¡¡Auch!! ¡¡Mierda!!... Me he caido... espero que nadie me haya visto, sino ya me puedo despedir de mi honor. Creo que no, nadie me ha visto, pues todos siguen callados, pero me ha dado la sensación de que todos oían el estrepitoso ruido y que me miraban de reojo...Bien, dejémoslo así.
Llegamos al fin a las Colinas Lejanas, de fácil acceso. Me limito practicamente a seguir a Findon y a Entaguas, a la cabeza del grupo, pues no conozco demasiado bien estas tierras de Eriador, pero me fijo en que seguimos una senda que atraviesa la pendiente, de modo que nuestra ruta es rodear las colinas, digo yo.
Veo que Ulbar lleva rato aguantandose la risa, me pregunto por qué. Veo como Namsis se le acerca y le susurra unas palabras al oido. Él se calma, pero al rato se para, y dice:
- ¡¡Jajajaja!! ¡El señor enano no sabe andar!
¡Maldita sea!
Findon se para y viene hacia nosotros, sonriendo y aguantando una carcajada.
- Ulbar, no te metas con Miquel, o...
-.... ¡Eh! No hace falta que me protejas - salto yo - Soy suficientemente capaz de cuidar de mi mismo, en todas la situaciones.
Tras mirarme de arriba a abajo, Aravir añade:
- Claaaarooo, enano, claro. Lo has demostrado en multitud de ocasiones, tu siempre sabes que terreno pisas, ¿No?
Tras darle una mirada de aquellas asesinas se gira y seguimos caminando, de vez en cuando aún oigo las risas de mis compañeros, ¡bah!.
Bueno, tras varios dias de cabalgar y andar, Ulbar nos señala las Quebradas Blancas, detrás suyo se encuentran las tierras de los hobbits y la hierva para pipa, de Valle Largo; la Comarca. Me pregunto que caracter tendran los hobbits, sólo he visto a unos pocos en mi vida, y conocido aun menos, en los campos Gladios, pues mis viajes suelen ir por el este. ¿Serán simpáticos? ¿Divertidos? ¿Inteligentes? Y lo que es más importante, ¿tienen cerveza? Espero que sí... Babeando y con la boca abierta, y con los pensamientos en algo que no viene a caso, me empotro con la espalda de Îbal. Al parecer, ya hemos llegado. Sí. A lo lejos podemos ver las verdes tierras de la Comarca. Seguimos nuestro viaje, y al fin llegamos. Andamos por un camino, de un tamaño especialmente pequeño. Curioso por la arquitectura hobbit, (la mayoria de las casas estan endinsadas en los pequeños montes que encontramos), además las puertas son redondas, y todos nos tendriamos que agachar para poder.... ¡Ui! Yo no, que soy enano :P.
Entramos en un pequeño edificio, que parece una taberna. Sí, sí es una taberna. Entramos, los demás deben doblarse de cintura...yo no, jejejeje. Que malvado soy... ¿Eh? No puedo avanzar... ¿por qué será?, maldita se...Ah, ufff, el hacha se me habia incrustado en el marco de la puerta, que torpe... Nos sentamos en una mesa al lado de la puerta, yo me siento en el pasillo, mis compañeros no, pero he sido compasivo, pues para ver la mesa, prácticamente deben usar prismáticos, de lo altos que son. Pedimos una cerveza cada uno, tras tres viajes del tabernero para traernos-las, hacemos un brindis. Si todo va como tiene que ir, irá.... muy bien. Lástima que las jarras sean pequeñas, Ulbar me mira con cara de desanimo.
Cuando vamos por la tercera ronda, Namsis deja la conversación bruscamente y levanta la cabeza.
- Escuchad.- Susurra.
Ciertamente, unos gritos se oien fuera de la taberna, se van acercando cada vez más. Repentinamente, un pequeño hobbit abre la puerta, y empieza a correr y a gritar como un loco. La "onda expansiva", de la puerta al abrirse, ha hecho que mi silla se balancee, hasta caer. ¡¡Aaahh!! Que dolor en la espaldaaa.... Aún sentado, pero con el inconveniente de noventa grados, con la cabeza en el suelo, veo algo que ilumina la lejanía. ¿No será...? Entonces me percato de lo que grita el chaval.
- ¡¡Fuego!!
Las Colinas Lejanas estan cada vez más cerca. Llegaremos a ellas antes de que anochezca. ¡Bah! No se por qué, pero nigún compañero dice nada para animar la cosa, que sosos somos a veces... En fin, yo no seré quien rompa el bonito silencio, además voy detrás y se tendrían que girar todos para verme, y puede que tropezaran, si es que los hombr....¡¡Auch!! ¡¡Mierda!!... Me he caido... espero que nadie me haya visto, sino ya me puedo despedir de mi honor. Creo que no, nadie me ha visto, pues todos siguen callados, pero me ha dado la sensación de que todos oían el estrepitoso ruido y que me miraban de reojo...Bien, dejémoslo así.
Llegamos al fin a las Colinas Lejanas, de fácil acceso. Me limito practicamente a seguir a Findon y a Entaguas, a la cabeza del grupo, pues no conozco demasiado bien estas tierras de Eriador, pero me fijo en que seguimos una senda que atraviesa la pendiente, de modo que nuestra ruta es rodear las colinas, digo yo.
Veo que Ulbar lleva rato aguantandose la risa, me pregunto por qué. Veo como Namsis se le acerca y le susurra unas palabras al oido. Él se calma, pero al rato se para, y dice:
- ¡¡Jajajaja!! ¡El señor enano no sabe andar!
¡Maldita sea!
Findon se para y viene hacia nosotros, sonriendo y aguantando una carcajada.
- Ulbar, no te metas con Miquel, o...
-.... ¡Eh! No hace falta que me protejas - salto yo - Soy suficientemente capaz de cuidar de mi mismo, en todas la situaciones.
Tras mirarme de arriba a abajo, Aravir añade:
- Claaaarooo, enano, claro. Lo has demostrado en multitud de ocasiones, tu siempre sabes que terreno pisas, ¿No?
Tras darle una mirada de aquellas asesinas se gira y seguimos caminando, de vez en cuando aún oigo las risas de mis compañeros, ¡bah!.
Bueno, tras varios dias de cabalgar y andar, Ulbar nos señala las Quebradas Blancas, detrás suyo se encuentran las tierras de los hobbits y la hierva para pipa, de Valle Largo; la Comarca. Me pregunto que caracter tendran los hobbits, sólo he visto a unos pocos en mi vida, y conocido aun menos, en los campos Gladios, pues mis viajes suelen ir por el este. ¿Serán simpáticos? ¿Divertidos? ¿Inteligentes? Y lo que es más importante, ¿tienen cerveza? Espero que sí... Babeando y con la boca abierta, y con los pensamientos en algo que no viene a caso, me empotro con la espalda de Îbal. Al parecer, ya hemos llegado. Sí. A lo lejos podemos ver las verdes tierras de la Comarca. Seguimos nuestro viaje, y al fin llegamos. Andamos por un camino, de un tamaño especialmente pequeño. Curioso por la arquitectura hobbit, (la mayoria de las casas estan endinsadas en los pequeños montes que encontramos), además las puertas son redondas, y todos nos tendriamos que agachar para poder.... ¡Ui! Yo no, que soy enano :P.
Entramos en un pequeño edificio, que parece una taberna. Sí, sí es una taberna. Entramos, los demás deben doblarse de cintura...yo no, jejejeje. Que malvado soy... ¿Eh? No puedo avanzar... ¿por qué será?, maldita se...Ah, ufff, el hacha se me habia incrustado en el marco de la puerta, que torpe... Nos sentamos en una mesa al lado de la puerta, yo me siento en el pasillo, mis compañeros no, pero he sido compasivo, pues para ver la mesa, prácticamente deben usar prismáticos, de lo altos que son. Pedimos una cerveza cada uno, tras tres viajes del tabernero para traernos-las, hacemos un brindis. Si todo va como tiene que ir, irá.... muy bien. Lástima que las jarras sean pequeñas, Ulbar me mira con cara de desanimo.
Cuando vamos por la tercera ronda, Namsis deja la conversación bruscamente y levanta la cabeza.
- Escuchad.- Susurra.
Ciertamente, unos gritos se oien fuera de la taberna, se van acercando cada vez más. Repentinamente, un pequeño hobbit abre la puerta, y empieza a correr y a gritar como un loco. La "onda expansiva", de la puerta al abrirse, ha hecho que mi silla se balancee, hasta caer. ¡¡Aaahh!! Que dolor en la espaldaaa.... Aún sentado, pero con el inconveniente de noventa grados, con la cabeza en el suelo, veo algo que ilumina la lejanía. ¿No será...? Entonces me percato de lo que grita el chaval.
- ¡¡Fuego!!
Me encuentro mal,
por favor, llevadme a un bar.
Yo no me encuentro nada bien,
Llevadme a mí también.
Sé de un lugar donde hacen una poción
que da fuerza al espíritu, enaltece el corazón.
¡¡Alza tu cerveza, brinda por la libertad, bebe y vente de fiesta, el infierno es este bar!!
por favor, llevadme a un bar.
Yo no me encuentro nada bien,
Llevadme a mí también.
Sé de un lugar donde hacen una poción
que da fuerza al espíritu, enaltece el corazón.
¡¡Alza tu cerveza, brinda por la libertad, bebe y vente de fiesta, el infierno es este bar!!