Acción

Tras el duro combate, llega el amanecer. Y con el, la triste tarea de encargarnos de los caidos en la batalla. Algunos hobbits han apilado leña formando una pila funeraria. En ella yacen los cuerpos de unos pocos hobbits caidos junto al cadaver de nuestro compañero Ibal. Veo como un par de hobbits van a amortajar los restos de Ibal con su capa al fin limpia pero Entaguas decide quedarse con la capa de Ibal. Quiza la quiera como recuerdo. Al fin, las llamas comienzan a consumir los cuerpos de los caidos y todos permanecemos en silencio contemplando el espectaculo. Por lo bajo, alcanzo a oir a Entaguas que dice. -Al menos murio como un valiente. -Y yo asiento con la cabeza añadiendo. -Murio cumpliendo con su deber. No olvidemos que fue, hasta el final, un soldado de Gondor. -Me callo por unos instantes y, finalmente, añado. -Pero tened espezanza. Pues nada es eterno. Llegara el dia de la Dagor Dagorath y en ese dia, todos caminaremos de nuevo sobre la tierra para enviar definitivamente a la oscuridad a los abismios insondables. -Y tras mis palabras, el silencio vuelve a ser casi absoluto. Tan solo se escucha, en la lejania, los graznidos de las aves carroñeras alimentandose de los cadaveres de los orcos que hemos amontonado a las afueras de la aldea hobbit. Finalmente, las llamas se van apagando y, como si esa hubiera sido la señal, todos nos giramos y montamos en nuestros caballos. Tras echar una ultima mirada a los restos de nuestro compañero caido Findon, nuestro deprimido lider, nos dice. -Adelante, debemos continuar. -Y dicho esto, pica espuelas y se lanza al galope. De inmediato todos le seguimos. Avanzamos a buen ritmo durante varios dias siguiendo el antiguo camino que une Gondor con Arnor. Nos encontramos ya muy cerca del vado de Sarn, sobre el rio Brandivino, cuando yo observo en la lejania un destello. No consigo distinguir de que se trata y, de repente, todos miramos sorprendidos a Entaguas pues empieza a reir sin control. Y desde la grupa del caballo de Namsis, nos llega la ronca voz del señor enano que dice. -Ya esta. Tenia que pasar. El elfito volador ha perdido los nervios. -Yo sonrio pues veo que nuestro señor enano sigue en forma y, entretanto, nos vamos acercando al destello que ha provocado las carcajadas de Entaguas. Otro enano. Y lo que brilla bajo el sol del mediodia es la cantidad de joyas que lleva el tio encima. Yo recuerdo que tanto los enanos como las enanas tienen barba y me pregunto si este sera enano o enana. En ese momento oigo la voz de Entaguas que dice. -¡Eh!, ¿y si le robamos y nos vamos?. ¡Esta cargado de joyas!. -Y yo pienso en la cantidad de alcohol que se puede comprar con las joyas que lleva este otro enano encima y estoy a punto de dar mi visto bueno al plan. Pero Namsis se me adelanta diciendo. -Entaguas, por favor, cómportate o te atizo con la vara. -Y yo suspiro decepcionado. Es una oportunidad perdida. Acerco mi caballo al de Namsis y nuestro señor enano y añado. -Bueno, a mi no me parece tan mala idea. - Y de inmediato me aparto de Namsis pues veo como esgrime su vara dispuesta a repartir varazos. Sonrio y digo. -¡Calma!, solo era una opcion. -Y, mientras hablamos entre nosotros, llegamos junto al joyero andante. El cual, se a detenido y nos espera a un lado del camino. -Permitidme que me presente… mi nombre es Îbaldoin, a vuestro servicio. -Dice el joyero enano. -Parecen un tanto tristes señores, ¿un mal día? -Una mala semana. -Replica nuestro señor enano. - en realidad, perdimos uno de nuestros compañeros en una aldea mediana. -¿Hacia donde marchan?. Pregunta entonces el enano joyero. -Y yo mientras lo examino tratando de descubrir si era enano o enana, replico. -Hacia Gondor. Gondor es nuestro destino. El enano joyero nos contesta que tambien es su destino y Aravir le invita a nuestro grupo. Yo divertido contemplo la reaccion de Entaguas y escucho sus quejas. Y cuando el señor elfo termina de describirnos y de desahogarse, yo le digo. -Entaguas, te toca. Tu lo llevaras a la grupa. -Entaguas me mira, quizas, algo cabreado pero yo añado. -Tras Namsis, tu eres el mas ligero. Y es tu caballo el mas descansado de todos. -Finalmente, el señor elfo deja de soltar reniegos y ayuda al enano joyero a subir a la grupa de su caballo. Y cuando todo esta listo Findon, nuestro resignado lider, dice. ¡En marcha!. ¡Quiero llegar hasta el vado de Sarn esta misma noche!. ¡No perdamos mas tiempo!. - Y desde la grupa del caballo de Entaguas, llega la voz, tambien ronca, del joyero enano. -¡Oye!, ¿me estas llamando pedida de tiempo?. ¡Pues te advierto que te puedo hacer una demostracion del uso de mi martillo de combate cuando quieras!. ¡Y lo hare sobre tu cabeza!. -Y yo rio con ganas al oir al joyero enano. Sea enano o enana, algo esta claro. Su caracter es el tipico sin duda. Findon suspira ya resignado ante la perspectiva de tener que soportar a otro enano y finalmente nos dice. -¿Continuamos o que?. - Y yo, conteniendo la risa digo. -Continuemos, osado lider. -Findon,nuestro osado lider, me mira con algo de mala leche y, finalmente, dice. -Pues venga, en marcha. -Y dicho esto, pica una vez mas espuelas y continua galopando hacia el vado de Sarn. Y todos seguimos a nuestro galopante lider.