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Ver tema#477 Respondiendo a: Findon
Narración 17
El cielo ya comenzaba a ponerse rojo, con la caída del sol. Buena señal, no llovería o nevaría al menos en unas cuantas horas y el grupo no tendría que preocuparse al menos por ello. Los cascos de los caballos resonaban en los adoquines del antiguo camino, testigo inmóvil del tiempo, a...
Accion
Galopamos de forma constante dia tras dia. Mantenemos un buen ritmo evitando que los caballos se fatigen demasiado. Y asi, un anochecer, hacemos un alto en el camino pues ante nosotros esta el vado de Sarn. No parece que el rio vaya demasiado crecido y, empujados por la urgencia de nuesra mision, decidimos cruzarlo lo antes posible. Comemos algo para reponer fuerzas al abrigo de una pequeña fogata. Y a mi, naturalmente, me cuesta tragar mi racion de carne seca con agua como unico acompañamiento. Entaguas se percata de esto y, sonriendo, me dice. -¿Que, tenemos sed?, ¿verdad?. -Yo sonrio al oir a nuestro compañero elfo y replico . -No lo puedo evitar. Cada cual tiene sus debilidades. -Miro entonces a Namsis y digo. - ¡Eh!, esa vara tuya es multiusos, ¿verdad?. Podrias intentar convertir algo de agua en vino, ¿no?. -Y Namsis se me queda mirando fijamente y, finalmente, me replica. -Si claro. y si quieres, te hago cierto tipo de baile para evitarte el aburrimiento mientras cenas. -Y yo me quedo con la boca abierta por la replica. Pero antes de que pueda contestarle a Namsis, Aravir me agarra por el brazo y me dice. -¡Cuidado!. Me parece a mi que no te has dado cuenta del tono en el que lo ha dicho. -Y yo, recapacito a tiempo y prefiero callar lo que iba a decir. En ese momento, nuestro nuevo compañero enano enjoyado se inclina hacia el clasico señor enano de siempre y dice. - Ya me he dado cuenta de que esto es lo normal, pero ¿Siempre pasa en todas las situaciones?. -Y el señor enano rie y contesta. -¡Tu espera a vernos en combate1. ¡Entonces sabras lo que es realmente lo normal. -Y, entretanto, Findon, nuestro silencioso lider, levanta al fin la vista del plano que no cesa de examinar y dice. -Muy bien. Creo que ya hemos descansado lo necesario. Propongo que reemprendamos la marcha. -Y Findon no puede evitar echar una mirada a la vara de nuestra hechicera y, a continuacion, se rascala cabeza en cierto lugar caracteristico mientras dice por lo bajo. -Si que es multiusos. -Puede que Namsis fuera a decir algo. Pero en ese momento se levantan nuestros enanos y empiezan a recojer sus pertenencias. Y, es tal el ruido que hacen que no acabo de saber si Namsis contesta algo o no. Finalmente, Atamos los cabalos en una hilera y nos disponemos a cruzar el vado. El agua me llega a las rodillas y, eso significa, que delante de mi el señor enano marcha con la cabeza levantada renegando por el contacto con la fria agua. Y pese a ser de noche, yo me doy cuenta del rastro de mugre que va dejando en la lenta corriente y procuro apartarme un poco. Al fin, llegamos al otro lado del vado. Findon, nuestro mojado lider, es el primero en montar en su caballo. Todos le vamos imitando. Y cuando ambos enanos estan al fin agarrados a Namsis y Entaguas, reemprendemos el galope siguiendo el camino a Gondor. Durante dias cabalgamos por el antiguo territorio de Cardolan sin cruzarnos con nadie. Pues esta region, sufrio el azote de la gran plaga que extermino a casi todos sus pobladores. Las millas iban quedando atras y, una mañana, llegamos hasta nuestra siguente etapa del viaje. La antigua ciudad de Tharbad. Ahora solo eran ruinas medio tragadas por un gran pantano. Del gran puente que permitia el cruce sobre el Agua gris, tan solo quedaban los pilares. Y los castillos que protegian los accesos al puente, solo eran ruinas carcomidas por el tiempo y la humedad. Permanecemos por un instante en silencio contemplando el triste paisaje hasta que yo digo. -Si hay un lugar peligroso, sin duda es este. Es aqui donde podemos sufrir una emboscada. -Me giro hacia Entaguas y el joyero enano y añado. -¿Ves tu algo extraño?. -Y Entaguas tras permanecer en silencio por unos segundos me contesta. -Ni veo ni oigo ningun peligro. Creo que el lugar es seguro. Al menos, de momento. Y Findon, nuestro decidido lider, asiente con la cabeza y dice. -Adelante. Cuanto menos tiempo perdamos aqui, mejor. -Todos azuzamos nuestros caballos tras Findon. Pero esta vez, el ultimo de todos es Aravir. El cual mira con pena el lugar para acabar diciendo. -Es este un espectaculo triste sin duda. Puedo imaginarme el ruido incensante de los habitantes de la ciudad antes de su ruina. -Yo giro la cabeza entonces y digo .-¡No te quedes atras!. Y que el paisaje no te afecte. Volveran tiempos mejores. Te lo aseguro. - A caballo, nos metemos en las pantanosas aguas a la sombra de los pilares del gran puente. Todo esta silencioso. Tan solo se oye el chapoteo de las patas de los caballos y el graznido de un cuervo lejano. La niebla nos va envolviendo y en ese momento, cuando nos hallamos en mitad del vado, Entaguas dice. -¡Atencion!. ¡Distingo unas figuras entre la niebla. -Con velocidad y eficacia, empuñamos nuestras armas y nos desplegamos a caballo en paralelo. El silencio se torna seprucal. Yo nada distingo en medio de la densa niebla cuando, de pronto, parece que ante mi aparece una figura ciertamente espectral. Estoy a punto de lanzarme a la carga cuando todos oimos la voz de Namsis con su caracteristico tono. -Tranquilos todos. Parecen tan solo sombras. Quiza sean un eco de los antiguos habitantes de este lugar perturbados por nuestra presencia. ¡No los molesteis!. -Y todos permanecemos quietos en medio de las pantanosas aguas hasta que las extrañas figuras desaparecen al fin. Y en ese momento, todos oimos la voz de nuestro montado lider que nos dice. -¡Adelante!. Ya no se ve nada. - Y asi, finalmente, el Agua gris quedo atras y reemprendimos nuestra marcha al trote por las tierras brunas.
Galopamos de forma constante dia tras dia. Mantenemos un buen ritmo evitando que los caballos se fatigen demasiado. Y asi, un anochecer, hacemos un alto en el camino pues ante nosotros esta el vado de Sarn. No parece que el rio vaya demasiado crecido y, empujados por la urgencia de nuesra mision, decidimos cruzarlo lo antes posible. Comemos algo para reponer fuerzas al abrigo de una pequeña fogata. Y a mi, naturalmente, me cuesta tragar mi racion de carne seca con agua como unico acompañamiento. Entaguas se percata de esto y, sonriendo, me dice. -¿Que, tenemos sed?, ¿verdad?. -Yo sonrio al oir a nuestro compañero elfo y replico . -No lo puedo evitar. Cada cual tiene sus debilidades. -Miro entonces a Namsis y digo. - ¡Eh!, esa vara tuya es multiusos, ¿verdad?. Podrias intentar convertir algo de agua en vino, ¿no?. -Y Namsis se me queda mirando fijamente y, finalmente, me replica. -Si claro. y si quieres, te hago cierto tipo de baile para evitarte el aburrimiento mientras cenas. -Y yo me quedo con la boca abierta por la replica. Pero antes de que pueda contestarle a Namsis, Aravir me agarra por el brazo y me dice. -¡Cuidado!. Me parece a mi que no te has dado cuenta del tono en el que lo ha dicho. -Y yo, recapacito a tiempo y prefiero callar lo que iba a decir. En ese momento, nuestro nuevo compañero enano enjoyado se inclina hacia el clasico señor enano de siempre y dice. - Ya me he dado cuenta de que esto es lo normal, pero ¿Siempre pasa en todas las situaciones?. -Y el señor enano rie y contesta. -¡Tu espera a vernos en combate1. ¡Entonces sabras lo que es realmente lo normal. -Y, entretanto, Findon, nuestro silencioso lider, levanta al fin la vista del plano que no cesa de examinar y dice. -Muy bien. Creo que ya hemos descansado lo necesario. Propongo que reemprendamos la marcha. -Y Findon no puede evitar echar una mirada a la vara de nuestra hechicera y, a continuacion, se rascala cabeza en cierto lugar caracteristico mientras dice por lo bajo. -Si que es multiusos. -Puede que Namsis fuera a decir algo. Pero en ese momento se levantan nuestros enanos y empiezan a recojer sus pertenencias. Y, es tal el ruido que hacen que no acabo de saber si Namsis contesta algo o no. Finalmente, Atamos los cabalos en una hilera y nos disponemos a cruzar el vado. El agua me llega a las rodillas y, eso significa, que delante de mi el señor enano marcha con la cabeza levantada renegando por el contacto con la fria agua. Y pese a ser de noche, yo me doy cuenta del rastro de mugre que va dejando en la lenta corriente y procuro apartarme un poco. Al fin, llegamos al otro lado del vado. Findon, nuestro mojado lider, es el primero en montar en su caballo. Todos le vamos imitando. Y cuando ambos enanos estan al fin agarrados a Namsis y Entaguas, reemprendemos el galope siguiendo el camino a Gondor. Durante dias cabalgamos por el antiguo territorio de Cardolan sin cruzarnos con nadie. Pues esta region, sufrio el azote de la gran plaga que extermino a casi todos sus pobladores. Las millas iban quedando atras y, una mañana, llegamos hasta nuestra siguente etapa del viaje. La antigua ciudad de Tharbad. Ahora solo eran ruinas medio tragadas por un gran pantano. Del gran puente que permitia el cruce sobre el Agua gris, tan solo quedaban los pilares. Y los castillos que protegian los accesos al puente, solo eran ruinas carcomidas por el tiempo y la humedad. Permanecemos por un instante en silencio contemplando el triste paisaje hasta que yo digo. -Si hay un lugar peligroso, sin duda es este. Es aqui donde podemos sufrir una emboscada. -Me giro hacia Entaguas y el joyero enano y añado. -¿Ves tu algo extraño?. -Y Entaguas tras permanecer en silencio por unos segundos me contesta. -Ni veo ni oigo ningun peligro. Creo que el lugar es seguro. Al menos, de momento. Y Findon, nuestro decidido lider, asiente con la cabeza y dice. -Adelante. Cuanto menos tiempo perdamos aqui, mejor. -Todos azuzamos nuestros caballos tras Findon. Pero esta vez, el ultimo de todos es Aravir. El cual mira con pena el lugar para acabar diciendo. -Es este un espectaculo triste sin duda. Puedo imaginarme el ruido incensante de los habitantes de la ciudad antes de su ruina. -Yo giro la cabeza entonces y digo .-¡No te quedes atras!. Y que el paisaje no te afecte. Volveran tiempos mejores. Te lo aseguro. - A caballo, nos metemos en las pantanosas aguas a la sombra de los pilares del gran puente. Todo esta silencioso. Tan solo se oye el chapoteo de las patas de los caballos y el graznido de un cuervo lejano. La niebla nos va envolviendo y en ese momento, cuando nos hallamos en mitad del vado, Entaguas dice. -¡Atencion!. ¡Distingo unas figuras entre la niebla. -Con velocidad y eficacia, empuñamos nuestras armas y nos desplegamos a caballo en paralelo. El silencio se torna seprucal. Yo nada distingo en medio de la densa niebla cuando, de pronto, parece que ante mi aparece una figura ciertamente espectral. Estoy a punto de lanzarme a la carga cuando todos oimos la voz de Namsis con su caracteristico tono. -Tranquilos todos. Parecen tan solo sombras. Quiza sean un eco de los antiguos habitantes de este lugar perturbados por nuestra presencia. ¡No los molesteis!. -Y todos permanecemos quietos en medio de las pantanosas aguas hasta que las extrañas figuras desaparecen al fin. Y en ese momento, todos oimos la voz de nuestro montado lider que nos dice. -¡Adelante!. Ya no se ve nada. - Y asi, finalmente, el Agua gris quedo atras y reemprendimos nuestra marcha al trote por las tierras brunas.
Aunque tarde o temprano todas las cosas hayan de perecer, a Gondor no le ha llegado todavia la hora. No, aun cuando todos los muros sean conquistados por un enemigo implacable, Gondor jamas caera bajo el dominio del Señor Oscuro.