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ulbar
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Desde: 22/09/2006

#486 Respondiendo a: Namsis

Acción

Cayo otra noche fría. Las ruinas de Tharbad habían quedado atrás desapareciendo de nuestra vista. Un ligero alivio se reflejaba en los rostros de todos por ello. Nos detenemos a un lado del camino y mientras Entaguas, y yo despojamos a los caballos de sus monturas, Ulbar toma las provisione...

Acción

El Gwathlo y las ruinas de Tharbad quedaron definitivamente atras tras dias de cabalgada. Durante esos dias, avanzamos a traves de la Enedwaith sin descanso ansiando llegar a nuestro destino. Una noche, acampamos entre os arboles de un bosquecillo para intentar protegernos de un chaparron nocturno. Tras montar un campamento, nuestro particular señor enano se ofrecio a montar la primera guardia el solo, pero entre la lluvia y los ronquidos de nuestro nuevo enano enjoyado, poco descanso teniamos los demas. Pronto Entaguas, nuestro ya resignado lider y yo, acompañabamos al señor enano en su guardia. Tras un poco de charla, todos permanecimos en silencio. En el bosquecillo retumbaban los ronquidos del enjoyado enano y yo, sonriendo, miro a mis compañeros y digo. - Desde luego, no se que es peor. Si la aficion a la mugre de nuestro enano e siempre o la aficion musical de nuestro enano enjoyado. -Naturalmente, nuestro clasico señor enano se me queda mirando y, alzando su hacha me replica. -¿Quieres ver como tenemos una nueva voz en el concierto?, Seria mas aguda por que ya te puedes imaginar lo que voy a acabar cortando yo con mi hacha. - Y yo, no puedo evitar reir al oir al señor enano. Cuando consigo controlarme, replico. - ¡No delires!. Creeme, yo sufro tanto como tu la ausencia de alcohol, pero, al menos, no tengo visiones absurdas. - Mientras, Findon, nuestro silencioso lider, nos mira a uno y a otro pero no dice nada. Tan solo se encoje de hombros resignado. Ya nos conoce y sabe que no merece la pena intentar pararnos. El señor enano y yo reimos. Reimos hasta que, de pronto, Entaguas se levanta con un gesto de alarma en el rostro. De inmediato todos estamos en pie y alertas. Yo desenvaino pero la noche es oscura. Una gran sombra se lanza sobre mi y me derriba. Por el gruñido y el hedor, reconozco a un lobo. Mientras forcejeo en el suelo con la bestia oigo ahora aullidos y los relinchos aterrados de los caballos. En ese momento, el lobo que esta sobre mi aulla de dolor y cae a un lado. De su espada asoma la gran hacha del señor enano. Yo me pongo en pie mientras el señor enano recupera su hacha. Y nos miramos por uno segundos. El tiempo necesario para que el señor enano me diga. -¡Me debes una jarra!. -Y yo, sonriendo, replique. -Por supuesto. Un soldado de Gondor siempre paga sus deudas. - Ahora todos nuestros compañeros estan en pie. Mas y mas aullidos resuenan en la negra noche. Los relinchos de los caballos aumentan en intensidad y la lluvia no cesa de caer. Aqui y alla consigo distingir como mas de un lobo cae atravesado por las flechas de Entaguas y nuestro valeroso lider. Todos oimos en ese momento la advertencia de Aravir. -¡Atacan a los caballos!. -Y yo corro todo lo rapido que puedo a ayudar a Aravir. El señor enano corre como puede detras de mi y pronto, se nos unen el resto de los compañeros. Llego junto a Aravir el cual esta remantando a un lobo en ese momento y veo como una segunda besta se dispone a lanzarse sobre nuestras monturas. El lobo salta y yo salto sobre el hundiendole mi espada en el costado. Ra`pidamente libero mi hoja del despojo maloliente y corro hacia la hogera del campamento. Agarro una tea encendida y grito. -¡Usad el fuego contra estas bestias!. ¡Debemos impedir que alcancen a los caballos!. -Un segundo lobo se aproxima. Y yo, viendolo, sonrio. La bestia maldita me gruñe y abre su sucia boca frente a mi. Y yo, que he envainado mi daga y empuño la tea encendida con la mano izquierda, digo. -¡Ven que te voy a arreglar esa sonrisa!. -El lobo se dispone a atacar. Pero no estoy yo por esperarle. Me lanzo hacia delante y le alcanzo en el morro con la tea. Sus aullidos de dlor resuenan por todo el lugar mientras hute con la cabeza envuelta en llamas. Yo rio al ver el espectaculo y grito. ¡Que alguen mate a esa escoria!. ¡Apesta y es ruidosa!. - Una flecha silba en medio de la noche y el lobo cae atravesado. Junto a mi, aparece Entaguas empuñando su arco y me dice. -¿Te diviertes, verdad?. - Y yo sonrio y replico. -Mientras no alcancen a los caballos si que me divierto. -Ambos miramos entonces en direccion a los caballos y vemos como Namsis y Aravir, uno al lado del otro destrozan a un par mas de bestias. Y, como no, hasta nosotros llega el susurro de Namsis. -¡Por estas bestias roñosas, ni siquiera merece la pena que ilumine el campamento!. -Y Namsis atraviesa con su acero a otro desgraciado lobo que no a sido lo bastante rapido para quitarse de en medio. Aravir sonrie entre dientes al oir a Namsis. Despues, empuñando su Anket con ambas manos, carga hacia delante y le destroza el craneo a otro lobo. A la dercha de Aravir, han acabado combatiendo los dos enanos uno junto al otro. Nuestro señor enano de siempre, destroza en ese momento a un lobo y la sangre le salpica por completo. Y el enano enjoyado, descarga su martillo sobre el cuello de otro lobo partiendoselo. Sin embargo, los aullidos aumentan. Parece que hay toda una manada de bestias malolientes cercandonos. Y Findon, nuestro temerario lider, grita. -¡No podremos sostener la situacion mucho tiempo!. ¡Debemos rechazar este ataque y aprovechar paraabrinos paso a caballo. -Y yo, tras oirle replico. - ¡Muy bien!. ¡Que los dos enanos se queden protegiendo a los caballos!. ¡El resto, hagamos huir a estas bestias de una vez por todas!.
Aunque tarde o temprano todas las cosas hayan de perecer, a Gondor no le ha llegado todavia la hora. No, aun cuando todos los muros sean conquistados por un enemigo implacable, Gondor jamas caera bajo el dominio del Señor Oscuro.