NARRACIÓN

Escuchamos atentamente al elfo, que nos miró con una mezcla de desconfianza y asco. Una vez que se fue grité:
-¡¡Ya habéis oído, panda de vagos!!Nos pagan, por lo tanto... Vamos.-miré al mercader y le invité a ir por el sendero.-Maese elfo...-suelto un gruñido de queja. La herida me escuece.
El orco me mira preocupado:
-¿Estas bien, enano?
-Puedo ignorarla. Sólo necesitaría un buen vaso de mosto (OFF TOPIC: Sí, mosto, zumo de uva sin fermentar DDD: ON-TOPIC).
El sendero subía y bajaba muy levemente, pero la herida me quitaba muchas de mis fuerzas. En seguida terminé agotado. Además debía llevar el martillo, que pesaba lo suficiente para dejarme muy cansado a causa de la herida.
-¿Podríamos hacer un alto? De paso podríamos presentarnos...
Miré a mi alrededor, esperando una respuesta...