Me estreno escribiendo

Paso aquel dia y la noche. A la mañana siguiente, el viento cambió al oeste, y el aire estaba oscuro y tenebroso. Era aún temprano cuando se oyó un grito en el campamento. Llegaron mensajeros a informar que una hueste de enanos había aparecido en la estribación oriental de la Montaña y que ahora se apresuraba havia Valle. Dain había venido. Había corrido toda la noche, y de este modo habían llegado sobre ellos mas pronto de lo que habían esperado. Todos los enanos de ls tropa estaban ataviados con cotas de malla de acero que les llegaban a las rodillas; y unas calzas de metal fino y flexible, tejido con un procedimiento secreto que sólo la gente de Dain conocía, les cubrían las piernas. Los enanos son sumamente fuertes para su talla, pero la mayoria de éstos eran fuertes aun entre los enanos. En las batallas empuñaban pesados azadones que se manejaban con las dos manos; además, todos tenían al costado una espada ancha y corta, y un escudo redondo les colgaba de las espaldas. Levaban las barbas partidas y trenzadas, sujetas al cinturón. Las viseras eran de hierro, lo mismo que el calzado; y las caras eran todas sombrías.