Accion

Aquella fue una noche movidita. Para empezar, un desconocido encapuchado no dejaba de observarme, y un medio elfo no dejaba de observarlo a el. Y para colmo, aquellos gigantescos hombres me culpaban de su mala racha en las cartas y uno de los dos me clavo su daga en mi mano izquierda.

En menos de un minuto toda la muchedumbre se estaba peleando entre sí. Había perdido de vista al desconocido, y los gigantes me sequian por toda la taberna, hasta que uno consiguió alcanzarme. Justo cuando me iba a estampar su puño en mi cara, un hombre le rompió una botella en la cabeza. Gracias a eso me soltó, y cayo redondo al suelo. El otro gigante fue a socorrerle y ambos me perdieron de vista.

Justo en ese momento, vi a aquel desconocido robando a un hombre que se estaba peleando, asi que me propuse seguirle para descubrir quién era.