Accion

-Asi que saquear, ¿eh?, vaya vaya.- dije en respuesta al encapuchado- No seré yo quien juzgue a todo el que solamente tenga intentenciones de robar a Burzumgad, pues habrá muchos por ahí que solamente tengan intenciones. Cegatos que desenfundan antes la espada que la lengua y no son capaces de distinguir a un orco honrado de uno salvaje. El propio rey Elessar concedió a Burzumgad el gobierno de Minas Morgul, ¿concedería el rey Aragorn semejante honor a un orco salvaje? Un hombre que piense así en estos tiempos es realmente ignorante. Pero te aseguro una cosa, quien fuera a poner una mano encima de Burzumgad habría de vérselas antes conmigo, y no os digo nada de la pericia del orco como espadachín. No obstante, no quiero empezar una pugna absurda, si queremos distinguirnos de esos orcos zafios y barbáros que aún pululan por la tierra media y tanto odiais, parlamentemos. En realidad me disponía a preguntaros si sabíais el paradero de mi amigo Burzumgad, pues esperaba verlo por estas regiones pero sin duda se habrá retrasado. Por cierto, me llamo Inglor, - volví mi cabeza hacia el montaraz- no hace falta que vuelvas a hacer gala de tu cortesía, compañero, me conformo con que me digas tu nombre.- miré al encapuchado que aún sostenía una espada corta en su mano aunque su mirada no parecía albergar ningún mal propósito, esperando que se templara un poco el ambiente...