Acción

La noche me sirvió para meditar...apenas una horas de sueño me bastaron, y por la mañana vi que mis compañeros se levantaban en plena forma.
-Amigos- dije a mi fiel Palmero y al general Barin- algo que no puedo definir me dijo, en las alas oscuras de la noche, que mi buen y leal amigo Inglor el medio-elfo, con quien he compartido aventuras y a quien espero hallar en Bree, está en problemas...de que índole, mis presagios no pueden asegurarlo. Creo que contando con vuestra indulgente ayuda se apresta la hora de ponernos en camino hacia el norte.
-Según me han dicho, Bree es ahora una gran ciudad- dijo Palmero abrochando el cuello de su chaqueta mientras, en un rincón de la pieza el general preparaba su equipamiento.
-Pero sigue igual de revoltosa- reí - y llena de riesgos para un par de orcos.
- Y aún para sus amigos - acotó el general.