NARRACIÓN

El humo que surgía de la arboleda se fusionaba con gritos ávidos que fueron reconocidos por Barin como voces de primitivos Dunledinos habitantes de las Tierras Brunas. Decidieron entonces bajarse de sus monturas, amarrar a los caballos y acercarse sigilosamente en un silencio incomodo de preocupación. Cruzaron entonces algunos árboles hasta llegar a un campamento que por su apariencia había sido establecido años atrás. Acurrucados a varios metros vieron como se daba lugar a lo que parecía una reunión presidida por un hombre tosco y carismático que aullaba en ese idioma de los Dunledinos. Aparentemente lideraba excavaciones, trabajos de herrería, entrenamiento militar…

-Mirad hacia allá, hay orcos involucrados.

Dice Palmero, y evidentemente un grupo de orcos descansaba alejado de los Dunledinos. Entonces dijo el general:

-Seguramente esos son los orcos que han saqueado a mi gente…

De repente todos quedaron callados con la llegada de un grupo grande de hombres. Quien lideraba este grupo se precipito a ofrecerle sus respetos al hombre tosco y carismático que había interrumpido su discurso. Detrás de sus hombres aparecieron unos cuantos orcos que custodiaban a un elfo, un montaraz, un hombre del norte y un inconsciente medio-elfo.

-Veis aquel medio-elfo, ese es mi amigo Inglor. Parece que tendremos que salvarle el pellejo.

Susurró Burzumgad señalando a los encadenados que estaban siendo dirigidos por sus captores a un laberinto subterráneo. Destinados a las celdas.

Días atrás en los alrededores de Bree Findon, Unfeniön e Inglor luchaban con fiereza frente a un grupo de borrachos. Se divertían y hasta exploraban cuevas llenas de Mithril mas no sabían exactamente qué sucedía cuando de los árboles brotaron hombres aparentemente bien entrenados en el combate y unos pocos orcos. Los tres compañeros que andaban escondidos pensaban como salir de esta cuando fueron brutalmente aporreados por la espalda.

A la mañana siguiente Findon se había despertado muy aturdido junto a Unfeniön, que todavía estaba inconsciente. A pocos metros Inglor tenía la cara bastante desfigurada para tratarse de un medio-elfo; También andaba inconsciente. Por su estado Findon tardo en notar a un Elfo del Bosque Negro que lo miraba con algo de resignación.

-Qué sucede aquí. Pregunto el ladrón.

-Nada especial, os habéis metido con las personas equivocadas y al parecer en el sitio menos indicado. Creísteis que podías llevaros un buen pedazo de Mithril, sin consecuencias, y al parecer esta gente piensa que tenemos buena mano para excavar sus moradas, o serviríamos de comida, no me enterado muy bien. Por cierto soy Eldaril, bienvenido.

Dijo el elfo con una sonrisa sarcástica. Findon tardo en darse cuenta por el aturdimiento que todo el paisaje había cambiado a praderas a cielo abierto, que sus manos estaban atadas a sus compañeros y que éstos estaban despertándose.

-Andamos cerca a Tharbad ya en Tierras Pardas. Aclaro Eldaril…

Off-topic:

Espero os guste esta narración, sobra aclarar que aquellos que han sido atrapados, después de conversar vais a ser dirigidos a un calabozo subterráneo en el campamento que los orcos y el genral presencian .

Por último bienvenido de nuevo Eldaril, como no habéis escrito tu “breve historia” en tu ficha en esta acción tienes libertad para narrar tu captura y tales. Mucha suerte con eso

Saludos!