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Ver tema#146 Respondiendo a: Unfeniön
Acción
Aquellos hombres no acababan de decidirse entre aceptar la propuesta de Findon o no. Mientras tanto, me fije en nuestro compañero de celda, y pensé que podría sernos útil su ayuda para acabar con la amenaza de Scara. Me diriji hacia el arrastrándome, ya que me dolían mucho las piernas y no q...
Acción
En las afueras de Bree, la revoltosa turba de borrachos parecía cada vez más mermada, el último ataque lanzado en conjunto por los tres resultaba devastador para el grupo de rufianes. Me daba la impresión de que el enemigo crecía en número por momentos cuando me percaté de que luchábamos entre las tinieblas de la noche contra un grupo más organizado y mejor armado. Salieron de la nada y se dinstinguían rugidos de orcos entre los alaridos de los recién llegados. Rodearon y noquearon a Findon entre varios, y otros dos sujetaban a Unfeniön cuando un tercero le golpeaba en la cabeza dejándolo fuera de combate, lo que me llevó a deducir que nos querían vivos. No tardaron en venir a por mí, que procururaba mantenerme lo más oculto posible tras la caída de mis compañeros aunque sin posibilidad de rehuir el combate. Corté la garganta a uno y atravesaba el pecho a otro cuando un orco, dando un violento salto, cayó sobre mi espada desposeyéndome así de esta. Comenzaron a rodearme y no me quedó otra que batirme a puñetazos y golpes que procuraba propinar en las narices y dientes de mis atacantes. Estos respondían a mis nudillos con ráfagas de puños que impactaban en mi cara y pecho, haciendo que se me nublara la vista y fuese perdiendo poco a poco la noción de cuanto me rodeaba. Los golpes cesaron de pronto y caí de rodillas, aún consciente y notando la cálida sangre que brotaba de mis fosas nasales y labios. Alzé la vista, advirtiendo que una de las hinchadas cejas me impedía abrir el ojo, y contemplé a duras penas que en medio del círculo que se abría a mi alrededor se erguía una figura alta, recia y amenazante. Aquel individuo sostenía una porra en una mano y una antorcha en la otra. La luz mostraba su rostro, tosco, mal ornado con bastas facciónes deformadas a su vez por la sombra que arrojaba la lumbre del tizón, dándole a la cara un aspecto más siniestro y grosero, si cabía. Sin duda se trataba del líder.
-Vaya, el gallito está dispuesto a batirse hasta el final, ¿eh?- Me dijo esbozando una sonrisa burlona que tornó su faz aún más desagradable.
-Hasta el último respiro, miserable- dije. Valiéndome de la poca fuerza que me quedaba, salte hasta asír el cuello de su coraza con una mano para embestir con la otra el hocico de aquel hombre. Pero antes de propinar ningun puñetazo este me arrojó un golpe con la porra en la sien. El porrazo hizo que cayera, al tiempo que se nublaba mi alrededor y se apagaban las risotadas de los presentes.
Al despertar, lo primero que aprecié fue un fuerte sabor a sangre en mi boca. Después se fueron formando ante mis ojos las figuras de tres hombres en una fría mazmorra. Dos de ellos conversaban, reconocí a Unfeniön, que hablaba con un extraño, un elfo. Más alejado se encontraba Findon que a su vez parecía parlamentar con uno de nuestros captores. Me arrastré hasta Unfeniön.
-Amigos, perdonad que os interrumpa,- me dirijí al elfo- hola, me llamo Inglor, lamento que hayamos tenido que conocernos en estas circunstancias y no poder presentarme con mejor cara, acabo de despertar y me encuentro algo maltrecho... - volviéndome a Unfeniön- Me ha parecido escuchar algo sobre un tal Scara, ¿Ese fulano es el líder? Ah! y también he oído algo sobre riquezas, mithril y un plan de huída... compañero, dime que no estaba soñando.
En las afueras de Bree, la revoltosa turba de borrachos parecía cada vez más mermada, el último ataque lanzado en conjunto por los tres resultaba devastador para el grupo de rufianes. Me daba la impresión de que el enemigo crecía en número por momentos cuando me percaté de que luchábamos entre las tinieblas de la noche contra un grupo más organizado y mejor armado. Salieron de la nada y se dinstinguían rugidos de orcos entre los alaridos de los recién llegados. Rodearon y noquearon a Findon entre varios, y otros dos sujetaban a Unfeniön cuando un tercero le golpeaba en la cabeza dejándolo fuera de combate, lo que me llevó a deducir que nos querían vivos. No tardaron en venir a por mí, que procururaba mantenerme lo más oculto posible tras la caída de mis compañeros aunque sin posibilidad de rehuir el combate. Corté la garganta a uno y atravesaba el pecho a otro cuando un orco, dando un violento salto, cayó sobre mi espada desposeyéndome así de esta. Comenzaron a rodearme y no me quedó otra que batirme a puñetazos y golpes que procuraba propinar en las narices y dientes de mis atacantes. Estos respondían a mis nudillos con ráfagas de puños que impactaban en mi cara y pecho, haciendo que se me nublara la vista y fuese perdiendo poco a poco la noción de cuanto me rodeaba. Los golpes cesaron de pronto y caí de rodillas, aún consciente y notando la cálida sangre que brotaba de mis fosas nasales y labios. Alzé la vista, advirtiendo que una de las hinchadas cejas me impedía abrir el ojo, y contemplé a duras penas que en medio del círculo que se abría a mi alrededor se erguía una figura alta, recia y amenazante. Aquel individuo sostenía una porra en una mano y una antorcha en la otra. La luz mostraba su rostro, tosco, mal ornado con bastas facciónes deformadas a su vez por la sombra que arrojaba la lumbre del tizón, dándole a la cara un aspecto más siniestro y grosero, si cabía. Sin duda se trataba del líder.
-Vaya, el gallito está dispuesto a batirse hasta el final, ¿eh?- Me dijo esbozando una sonrisa burlona que tornó su faz aún más desagradable.
-Hasta el último respiro, miserable- dije. Valiéndome de la poca fuerza que me quedaba, salte hasta asír el cuello de su coraza con una mano para embestir con la otra el hocico de aquel hombre. Pero antes de propinar ningun puñetazo este me arrojó un golpe con la porra en la sien. El porrazo hizo que cayera, al tiempo que se nublaba mi alrededor y se apagaban las risotadas de los presentes.
Al despertar, lo primero que aprecié fue un fuerte sabor a sangre en mi boca. Después se fueron formando ante mis ojos las figuras de tres hombres en una fría mazmorra. Dos de ellos conversaban, reconocí a Unfeniön, que hablaba con un extraño, un elfo. Más alejado se encontraba Findon que a su vez parecía parlamentar con uno de nuestros captores. Me arrastré hasta Unfeniön.
-Amigos, perdonad que os interrumpa,- me dirijí al elfo- hola, me llamo Inglor, lamento que hayamos tenido que conocernos en estas circunstancias y no poder presentarme con mejor cara, acabo de despertar y me encuentro algo maltrecho... - volviéndome a Unfeniön- Me ha parecido escuchar algo sobre un tal Scara, ¿Ese fulano es el líder? Ah! y también he oído algo sobre riquezas, mithril y un plan de huída... compañero, dime que no estaba soñando.
-Si, es cierto- dijo la primera Voz. -Creo que deberíamos dar un nombre a esa comarca. ¿Cual sugiere?
- El Maletero se encargó de ello hace ya algún tiempo- dijo la segunda voz. - El tren de Niggle-Parish está a punto de salir: eso es lo que ha venido gritando durante años. Niggle-Parish. Le...
- El Maletero se encargó de ello hace ya algún tiempo- dijo la segunda voz. - El tren de Niggle-Parish está a punto de salir: eso es lo que ha venido gritando durante años. Niggle-Parish. Le...