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Ver tema#155 Respondiendo a: barin-de-rohan
NARRACIÓN
Todos los recién sublevados y aparentemente libres prisioneros, se enfrentaban con orgullo y la cabeza demasiado caliente. Habían subestimado a sus captores y se disponían a luchar contra una cantidad de recién almorzados y bien entrenados soldados. Fue Inglor quien se dio cuenta del erro...
Accion
-Maldita sea- dije a mis compañeros-. Todo esto ha sido culpa mia y de mi tesatudurez. En vez de guiaros hacia la libertad, os he guiado hacia la boca del lobo, y encima no sabemos porque nos mantienen con vida.
-Tranquilo, estoy seguro de que dentro de poco nos encontraremos libres- me respondio Inglor.
-¿A, si? ¿Y tu como lo sabes?- le dijo Findon.
- Simplemente porque lo se- dijo Inglor pensando en la cara de su buen amigo Burzumgad, la cual vio la noche en la que envie a mis compañeros a una muerte segura.
- Esperemos que sea asi- le conteste.
Tal y como hice el dia en que nos escapamos, me acerque al horificio en la pared. Esta vez una decena de hombres vigilaba la celda, ya que esta vez no estabamos en una celda diferente a las del resto de prisioneros, sino que estabamos todos en la misma celda. Observe que cada dos minutos pasaba junto a la celda una patrulla constituida por siete hombres. Como pude apreciar, los hombres de Scara ya no eran los unicos en la mina. Parecia que los hombres del resto de componentes del grupo que habia planeado asesinar a Burzumgad tambien se encontraban alli.
Cada dia que pasaba llegaban mas hombres, y mas dificil se nos hacia conseguir huir. La moral de los demas prisioneros iba decayendo poco a poco. Por suerte para nosotros, entre las ropas que nos hacian llevar los guardias consegui esconder mi viejo cuchillo de caza, esperando a tener una oportunidad de utilizarlo. Mientras tanto, tan solo nos quedaba una oportunidad: esperar y esperar hasta que lo que presagiaba Inglor, fuese lo que fuese, ocurriera.
-Maldita sea- dije a mis compañeros-. Todo esto ha sido culpa mia y de mi tesatudurez. En vez de guiaros hacia la libertad, os he guiado hacia la boca del lobo, y encima no sabemos porque nos mantienen con vida.
-Tranquilo, estoy seguro de que dentro de poco nos encontraremos libres- me respondio Inglor.
-¿A, si? ¿Y tu como lo sabes?- le dijo Findon.
- Simplemente porque lo se- dijo Inglor pensando en la cara de su buen amigo Burzumgad, la cual vio la noche en la que envie a mis compañeros a una muerte segura.
- Esperemos que sea asi- le conteste.
Tal y como hice el dia en que nos escapamos, me acerque al horificio en la pared. Esta vez una decena de hombres vigilaba la celda, ya que esta vez no estabamos en una celda diferente a las del resto de prisioneros, sino que estabamos todos en la misma celda. Observe que cada dos minutos pasaba junto a la celda una patrulla constituida por siete hombres. Como pude apreciar, los hombres de Scara ya no eran los unicos en la mina. Parecia que los hombres del resto de componentes del grupo que habia planeado asesinar a Burzumgad tambien se encontraban alli.
Cada dia que pasaba llegaban mas hombres, y mas dificil se nos hacia conseguir huir. La moral de los demas prisioneros iba decayendo poco a poco. Por suerte para nosotros, entre las ropas que nos hacian llevar los guardias consegui esconder mi viejo cuchillo de caza, esperando a tener una oportunidad de utilizarlo. Mientras tanto, tan solo nos quedaba una oportunidad: esperar y esperar hasta que lo que presagiaba Inglor, fuese lo que fuese, ocurriera.
¡De pie, de pie Jinetes de Théoden!
Un momento cruel se avecina: ¡fuego y matanza!
Trepidarán las lanzas, volarán en añicos los escudos,
¡un día de la espada, un día rojo, antes de que llegue el alba!
¡Galopad ahora, galopad! ¡A Gondor!
Théoden a sus hombres, El Reto...
Un momento cruel se avecina: ¡fuego y matanza!
Trepidarán las lanzas, volarán en añicos los escudos,
¡un día de la espada, un día rojo, antes de que llegue el alba!
¡Galopad ahora, galopad! ¡A Gondor!
Théoden a sus hombres, El Reto...