Ver publicación (Play-By-Post)

Ver tema

Inglor
Inglor
Desde: 03/07/2006

#189 Respondiendo a: barin-de-rohan

NARRACIÓN

La bruma se agitaba con el galopar de siete caballos mientras a la distancia un pequeño bosque ardía con furia y una columna de humo colosal se inclinaba hacia el este. A Findon le costaba disimular su desacuerdo con semejante alboroto de parte del montaraz.

Cuando en la oscuridad y la...

Acción

(Off topic: Si me permitís, compañeros, retomaré desde un poco antes de montar los caballos)

Una alegría alentadora me invadió al percatarme de que el orco que asomaba por la puerta de la celda no era sino Palmero, un orco de confianza de Burzumgad a quien tuve el gusto de conocer en el pasado. La inesperada visita se tornó en una apurada huída que apenas me dejó tiempo para dar un abrazo a Palmero, pues los gritos que precedían a nuestros captores resonaban ya demasiado cerca.

En el exterior, Burzumgad y Barin (amigo, también, de aventuras y lances del pasado) nos esperaban con suficientes caballos para toda la compañía.

-Me alegro de veros Burzum y Barin!!- grite con una sonrisa a los compañeros. El orco, sonriente también, aún sostenía su cimitarra, desnuda y ensangrentada- Empezaba a pensar que no vendríais!

No hubo mucho más tiempo para abrazos o mayores salutaciones, pues todos montábamos con premura. Algunos ya espoleaban a sus caballos cuando Unfenion disparó varias flechas incendiando el campamento enemigo. Instantes más tarde, la compañía cabalgaba compacta y veloz creyéndonos seguros hasta que una descarga de flechas y venablos cayó sobre nosotros. Un hombre recio y cetrino, salió de la nada y derribó el caballo de Barin, quien marchaba a la retaguardia, precedido por mí. El general, maltrecho y ayudado por Eldaril, se recuperaba del repentino ataque al tiempo que yo atravesaba al pecho del rufián. Pronto nos vimos emboscados por un gran número de hombres salvajes. Unfenion se abría paso entre las filas enemigas prefiriendo vender cara su vida antes que volver al cautiverio de los últimos días, muchos caían a su paso, pero no parecia mermar al numeroso grupo. Unos cuantos se acercaban a Barin, quien más indefenso parecía, y yo hablé desde el caballo a los hombres:

-¡Dunlendinos! Si tocais a este hombre, general de Rohan, todo el peso y la potencia de los jinetes de la Marca caerá sobre vuestras pobres chabolas ¡Sed juiciosos por una vez en vuestra vida y retiraos!- Algunos vacilaron, otros, ofendidos, rugieron como bestias y maldijeron nuestros nombres. Me volví hacia Burzumgad- Compañero, basta que nos topemos para que algún grupo de desgraciados nos arruine la fiesta ¿eh? Será un placer volver a luchar a tu lado.

Me apeé de mi montura, pues nunca se me ha dado bien luchar a caballo y no teníamos tanto espacio como para arroyar con suficiente fuerza. A mi diestra se encontraba Burzumgad y a mi siniestra Findon, ambos armas en mano.

-Propongo que la compañía se abra paso en la zona en la que Unfenion está haciendo estragos, ocupándonos nosotros tres de nuestra retaguardia ¿Os parece?

Los Dunlendinos vacilaban ante las consecuencias que podría conllevar el asesinato de un importante general de Rohan, pero, ante la duda, parecían más fieros, sin duda el ataque era inminente.
-Si, es cierto- dijo la primera Voz. -Creo que deberíamos dar un nombre a esa comarca. ¿Cual sugiere?
- El Maletero se encargó de ello hace ya algún tiempo- dijo la segunda voz. - El tren de Niggle-Parish está a punto de salir: eso es lo que ha venido gritando durante años. Niggle-Parish. Le...