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Ver tema#193 Respondiendo a: Unfeniön
Acción
Cuando me incorpore al grupo, pude ver que tenian un caballo para mi. Era un caballo esbelto, robusto y de color oscuro. Me senti honrado de poder montar un noble caballo de Rohan. Poco despues de montarme, me diriji hacia Burzumgad con intencion de contarle lo que Scara y sus hombres planea...
Acción
La rodada del general fue lo peor que podía pasarnos, retuvimos a tiro a muestras monturas, pero ya los camaradas auxiliaban al valeroso Barin (¿malherido?) Algunos humanos y orcos se acercaban pestamente al caído con deplorable cobardía; mas la vibrante alocución de advertencia por parte de mi amigo inglor el medio elfo pareció sostenerlos.
Desmontamos mientras sentíamos latir a nuestros propios corazones. Todo se tornaba vertiginoso: la guerra nos había alcanzado de nuevo y por un momento y mirando a mi fiel asistente Palmero me pareció ver que la bandera de la Libre Morgul, con su luna creciente sobre campo negro flameaba sobre nosotros...más aún al reconocer entre los agresores orcos a aquel canalla responsable de las masacres de inocentes en Arnor...me precipité hacia él, quizás imprudentemente, y solo el filo cuando de Palmero se interpuso entre mi atacado y yo advertí lo temeraria de mi actitud...eramos pocos, pero no dejé de decir:
-¡Con Ingol a mi lado poco tenemos que temer, Palmero! ¡Por la libertad de Morgul y por los nuestros, camaradas!
Por cierto que no conocía a algunos de los eventuales compañeros, pero su valor se puso de manifiesto en la batalla que siguió. El malvado jefe orco vino a mi encuentro un par de veces...de seguro conocía mi identidad...una estocada a fondo de mi arma podía haberle costado la cabeza, pero un rival humano se interpuso y al fin lo abatí a él. Con el rabo del ojo vi como algunos de los nuestros hacían cerco en derredor del general abatido. Maté a un orco, dos dunlendinos...Mientras los aceros chisporroteaban volví a advertir el fantasmal pero entrañable aleteo de la divisa negra de mi terruño por sobre nosotros. un buen augurio, pues,
La rodada del general fue lo peor que podía pasarnos, retuvimos a tiro a muestras monturas, pero ya los camaradas auxiliaban al valeroso Barin (¿malherido?) Algunos humanos y orcos se acercaban pestamente al caído con deplorable cobardía; mas la vibrante alocución de advertencia por parte de mi amigo inglor el medio elfo pareció sostenerlos.
Desmontamos mientras sentíamos latir a nuestros propios corazones. Todo se tornaba vertiginoso: la guerra nos había alcanzado de nuevo y por un momento y mirando a mi fiel asistente Palmero me pareció ver que la bandera de la Libre Morgul, con su luna creciente sobre campo negro flameaba sobre nosotros...más aún al reconocer entre los agresores orcos a aquel canalla responsable de las masacres de inocentes en Arnor...me precipité hacia él, quizás imprudentemente, y solo el filo cuando de Palmero se interpuso entre mi atacado y yo advertí lo temeraria de mi actitud...eramos pocos, pero no dejé de decir:
-¡Con Ingol a mi lado poco tenemos que temer, Palmero! ¡Por la libertad de Morgul y por los nuestros, camaradas!
Por cierto que no conocía a algunos de los eventuales compañeros, pero su valor se puso de manifiesto en la batalla que siguió. El malvado jefe orco vino a mi encuentro un par de veces...de seguro conocía mi identidad...una estocada a fondo de mi arma podía haberle costado la cabeza, pero un rival humano se interpuso y al fin lo abatí a él. Con el rabo del ojo vi como algunos de los nuestros hacían cerco en derredor del general abatido. Maté a un orco, dos dunlendinos...Mientras los aceros chisporroteaban volví a advertir el fantasmal pero entrañable aleteo de la divisa negra de mi terruño por sobre nosotros. un buen augurio, pues,
Umbrías son las montañas, mas la ciudad brilla:Se diría una gran mortaja flotando entre el cielo y la tierra.
Quién se adelante hacia ella procedente de Ithilien la verá brillar cuando aún le resten millas para arribar la misma.
Quién llegue a ella desde el interior de Mordor la advertirá con...
Quién se adelante hacia ella procedente de Ithilien la verá brillar cuando aún le resten millas para arribar la misma.
Quién llegue a ella desde el interior de Mordor la advertirá con...