Acción

Enormemente conmovido, el sentido no me dio mas que para encorvarme en señal de reverencia ante el gesto del elfo.

-No sabría encontrar palabras a la altura de tamaño presente, amigo. Por el momento sólo te puedo dar mi promesa de que volveremos a vernos, pues si en el fondo de mi ser pudiera albergar algún temor por lo turbio de esta empresa, este se ha desvanecido como humo en las estrellas.-No supe decir nada más. Estreché con vigor la mano de Eldaril y me dirigí al resto de la comitiva de espionaje- Conformaís un grupo idóneo para la misión que os aguarda, y, tan bien capitaneado, lo hareís de maravilla. Tened, pues, mi bendición compañeros, y que los Valar os sean propicios.

Me apenó separarme de Findon y Unfeniön, aquellos con los que huyera de Bree a galope tendido hacía ya semanas; suficientes días, y suficientemente agitados para entablar una sólida y consistente amistad. Igual me pasaba con el bravo Palmero, cuyo arrojo y fidelidad resultaban ejemplares. De Eldaril me despedí con un abrazo aún sin encontrar palabras de agradecimiento para el camarada de los bosques.

Me volví hacia los que serían mis acompañantes, Burzumgad y Mirimo, si es que no tenían nada que objetar.

-Amigos, estamos en buenas manos. Mirimo, camarada, me encantaría que nos deleitases con tu música. Si no recuerdo mal, tengo entendido que los a Rohirrim les aviva el corazón marchar a la guerra entre melodías y cánticos, como bien ha dicho el amigo Findon. Sin duda aliviarás los corazones de los jinetes más jóvenes y arreciarás el de los más veteranos.-Derrepente me acometió una pregunta y me volví hacia el orco- Por cierto, Burzumgad, compañero, en Minas Morgul...¿qué tipo de música teneis los orcos?