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Releyendo una vez El Señor de los Anillos me di cuenta de una cosa. Después de las caminatas (o cabalgatas) de varias semanas que necesitaban para llegar de un punto a otro de la geografía de Arda, los héroes debían de despedir un hedor importante. Salvo cuando tienen que atravesar un río no recuerdo que Tolkien relatara cómo se aseaban (si es que lo hacían).
De hecho en las magnificas descripciones de las diferentes viviendas que encontramos a lo largo de toda la obra, no recuerdo ningún baño, ducha, aseo, sanitario, etc.
Puedo entender que los elfos fueran tan puros de esencia que fueran inmunes a estas vicisitudes mundanas pero hobbits, enanos y hombres seguro que tendrían que pasar por el agua alguna vez.
Vosotros ¿qué pensáis? ¿Habría baños y termas al estilo romano, al menos en las grandes ciudades? ¿Los agujeros hobbit más importantes disfrutarían de alguna canalización de agua? ¿Visitarían al barbero/peluquero en las ocasiones especiales?
Supongo que no es un debate tan elevado como si Galadriel debería haber asumido la alta regencia de los Noldor una vez muerto Gil-Galad pero son las pequeñas cosas las que llenan nuestras existencias.
De hecho en las magnificas descripciones de las diferentes viviendas que encontramos a lo largo de toda la obra, no recuerdo ningún baño, ducha, aseo, sanitario, etc.
Puedo entender que los elfos fueran tan puros de esencia que fueran inmunes a estas vicisitudes mundanas pero hobbits, enanos y hombres seguro que tendrían que pasar por el agua alguna vez.
Vosotros ¿qué pensáis? ¿Habría baños y termas al estilo romano, al menos en las grandes ciudades? ¿Los agujeros hobbit más importantes disfrutarían de alguna canalización de agua? ¿Visitarían al barbero/peluquero en las ocasiones especiales?
Supongo que no es un debate tan elevado como si Galadriel debería haber asumido la alta regencia de los Noldor una vez muerto Gil-Galad pero son las pequeñas cosas las que llenan nuestras existencias.
Entonces Ar-Pharazón se hizo a la mar con su poderosa barca, Alcarondas, Castillo del Mar. Tenía muchos remos, y muchos mástiles dorados y amarillos; y sobre ella estaba montado el trono.