Desde un punto de vista temporal, está claro. Tiene que ser durante los últimos años de la Tercera Edad, porque no tienen los derechos sobre El Silmarillion.

El problema es la ubicación física, la localización. Si quieren meter hobbits (que no olvidemos es casi el hilo conductor de todas las películas: ponga un hobbit en su vida) y no cargarse la Tierra Media, tiene que ser en el Norte. Ahí hay elementos de sobra para hacer una serie, incluso para que sea buena: el bueno de Tom y el bosque viejo, un dragón, un Reino Perdido, tumularios, el antiguo bosque verde, Rivendel...

Sin embargo, todo es posible. Como no van a tener que seguir una línea argumental basada en un relato de Tolkien (mejor, por otro lado) podremos ver, por ejemplo, hobbits piratas en Umbar o, que se yo, un enano enamorado de una elfa...y correspondido encima. ¡Anda! Eso ya lo he visto... En resumen, después de la trilogía de El Hobbit que en teoría adaptaba un libro de Tolkien, cualquier cosa puede suceder con la serie.