Ver publicación (Sobre los cuentos de hadas)

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Eleder
Eleder
Desde: 17/02/2001

#1 Respondiendo a: Anónimo

“Sobre los cuentos de hadas” es un magnifico ensayo, que una vez más, demuestra la maestría del profesor con una pluma en las manos, y que recomiendo a cualquiera que se lea (Árbol y Hoja de Monotauro porsupuesto), y aun estando de acuerdo en la base, el análisis objetivo de la realidad me hace dud...

La cosa es esa


Me parece que una de las cosas que Tolkien quiso expresar con ese ensayo fue algo tan sencillo como lo que sigue: si los cuentos de hadas, y la literatura fantástica buena en general, maravilla y encanta a los niños pero deja indiferentes a los adultos... esto no ocurre por algo que aún no han aprendido los niños, sino más bien al contrario: por algo que han olvidado los adultos. Y no es en demérito de los niños, sino más bien al revés, en demérito de los adultos.

Los niños guardan aún ese sentido de "maravilla", como comentamos el domingo en la reunión del Smial; pueden ver un árbol, una montaña, y quedarse extasiados por su belleza y su "singularidad". Un "adulto" que haya asumido el comportamiento de este mundo moderno, verá ese mismo árbol y rápidamente lo clasificará, lo analizará, y dirá "Bah, un vulgar roble de la familia de los bla, bla". En ese momento, dejará de "sorprenderle"; lo tendrá clasificado, y, como tal, poseído. Es la diferencia entre quiense emociona con una mariposa que ve volando, y quien la desea tener en una caja con una etiqueta encima.

Los niños, digo, y dice Tolkien, aún no han perdido ese sentido de la maravilla; el mundo aún es, como algo ajeno, un milagro para ellos; no se creen que sean capaces de "poseerlo" ni de "comprenderlo"... y, en la opinión de Tolkien, están correctos en ello; pues, por mucha sabiduría y mucha ciencia que el hombre pueda aspirar a tener, jamás podrá intentar crear desde cero un árbol, ni siquiera una margarita; podrá manipular elementos, pero no "crear" nada de cero. Y en ello, como "cosa creada", está al mismo nivel que todo el resto de "cosas creadas"; al mismo nivel que la naturaleza... y, como tal, tiene que volver a aprender eso que los niños aún no han olvidado: que la natrualeza es algo fantástico, algo maravilloso, algo que contemplar con deleite y con emoción.

Los cuentos de hadas y la literatura fantástica, transportándonos a mundos que "no son pero que podrían ser", nos ayudan precisamente a eso; a recuperar esa "visión clara" de las cosas. Los niños no están atados por nuestras estrechas percepciones de "cómo son las cosas", y por eso van a "qué son", y admiten también otros posibles "qué pueden ser".

Y si los adultos lo hemos olvidado, ya es hora de que empecemos a intentar recuperarlo.
Eleder
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"El corazón del hombre no está hecho de engaños,
y obtiene sabiduría del único que es Sabio,
y todavía lo invoca. Aunque ahora exiliado,
el hombre no se ha perdido ni del todo ha cambiado"
J. R. R. Tolkien