Visto que este texto afecta profundamente a los miembros de mi casa, quiero aportar unas cuantas correcciones:

"Un día que la princesita estaba echando miguitas de pan a los cisnes se encontró con Finarfin, hijo de Finwë, y ya se sabe: estudias o trabajas, vienes mucho por aquí... el caso es que una cosa llevó a la otra y se acabaron liando"
En realidad el encuentro fue mucho más romántico, pero omitiré los detalles, que con los trapos que has destapado bastante revolucionada tengo la casa. :/

"Orodreth era un poco rarito y jamás tuvo pareja femenina conocida."
Este dato es incorrecto, pues mi hijo se casó y tuvo una hija muy hermosa, Finduilas, que al igual que su prima segunda Idril, se enamoró de un mortal, Túrin, aunque por fortuna o por desgracia, éste no le hizo el menor caso, prefieriendo a otra damisela, enlace de lo más endogámico pues, mira tú por donde, resultó ser su hermana.

"De Angrod y Aegnor poco se sabe, tan sólo que gustaban de hacerlo todo juntos y que nunca se separaban"
Mi hijo Aegnor, siguiendo la tradición familiar, se enamoró de otra mortal, Andreth, y para conservar intacta el recuerdo de su amor juvenil, se alejó de ella y nunca desposó a una mujer de su propio pueblo. Lo acabaron pagando los pobres orcos, pues mi hijo se volcó en los combates, de ahí su nombre "Fuego cruel".

"Finrod era el Señor de las Cavernas; le iba el rollo sadomaso hasta que un día se lo encontraron encadenado y medio comido a mordiscos"
Este hijo, mío... Se tendría que haber quedado en Valinor y casarse con Amarië, como todos esperábamos. Pero no, tenía que seguir a su hermana preferida y descubrir a estos Hombres. Disgustos es lo que nos han traído.


Y pensar que mi línea se pierde en las esos mortales.... (suspiro)

Eärwen de Alqualondë