La Comunidad del Anillo - Versión cinematográfica - Español

Guión de la versión cinematográfica de La Comunidad del Anillo en español.
Galadriel:
I amar prestar aen (El Mundo ha cambiado)
han mathon ne nen (Lo siento en el agua)
han mathon ne chae (Lo siento en la tierra)
a han noston ned gwilith.(Lo huelo en el aire)

Mucho se perdió entonces, pero ahora nadie vive para recordarlo.

     EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

     Todo comenzó con la forja de los Grandes Anillos.
     Tres fueron entregados a los Elfos inmortales, los más sabios y bellos de todos los seres.
     Siete a los señores Enanos. Grandes mineros y artesanos de las cavidades montañosas.
     Y Nueve... Nueve fueron entregados a la raza de los hombres... Que ansían por encima de todo el Poder.
     En aquellos anillos residía el poder y la voluntad para gobernar a cada raza. Pero todos ellos fueron engañados... Pues otro Anillo más fue forjado... En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás. En ese Anillo descargó toda su crueldad, su malicia y su voluntad de dominar todo tipo de vida...
     Un Anillo para gobernarlos a todos. Uno a uno, los pueblos libres de la Tierra Media fueron sometidos por el poder del Anillo.
     Pero hubo algunos que resistieron. Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor. Y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media. La victoria estaba próxima... Pero nada puede acabar con el Poder del Anillo... Y fué en aquel preciso momento, desvanecida ya toda esperanza, cuando Isildur, Hijo del Rey recurrió a la espada de su padre...
     Sauron, el enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media fue derrotado.
     El Anillo llegó a manos de Isildur, que tuvo la oportunidad de destruir su mal para siempre. Pero el corazón de los hombres se corrompe con facilidad, y el Anillo de Poder goza de voluntad propia. Traicionó a Isildur hasta llevarle a la muerte.
     Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido, se perdieron en el tiempo. La Historia se convirtió en Leyenda. La Leyenda se convirtió en Mito, y durante 2.500 años el Anillo pasó desapercibido. Hasta que cuando se presentó la ocasión encontró a un nuevo dueño... ¡Mi Tessoro! El Anillo acabó en manos de la criatura Gollum que lo ocultó en las profundidades de las Montañas Nubladas. Y allí, le consumió.
     Gollum: ¡Él vino a mi! ¡Todo mío! ¡Mi vida! ¡Todo mío! ¡Mi tessoro!
     Galadriel: El Anillo proporcionó a Gollum longevidad antinatural. Durante 500 años envenenó su mente; y en la lúgubre caverna de Gollum esperó. La oscuridad negó los bosques del mundo. Llegó el rumor de que una sombra crecía en el Este. El murmullo de un temor sin nombre. El Anillo de Poder lo percibió. Su hora había llegado. Abandonó a Gollum, pero algo ocurrió al margen de la voluntad del anillo... fue recogido por la criatura que menos cabía imaginar... Por un Hobbit, Bilbo Bolsón, de la Comarca.
     Gollum: ¡¡Perdido!! ¡MI TESSOORO! ¡PERDIDO!
     Galadriel: Pero pronto llegaría el momento en que lo Hobbits tendrían en sus manos el futuro de todos...

     La Comunidad del Anillo

     La Comarca... 60 años después

     Gandalf: El camino sigue sin cesar... pero he de continuaar...
     Frodo: Llegas tarde.
     Gandalf: Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.
     Frodo: ¡Cuánto me alegro de verte Gandalf!
     Gandalf: No me iba a perder el cumpleaños de tu tío Bilbo.
     Frodo: ¿Traes noticias del mundo exterior? ¡Cuéntamelo todo!
     Gandalf: ¿Todo? Eres demasiado curioso para ser un Hobbit, de lo más antinatural. ¿Qué podría decirte? La vida del ancho mundo transcurre como en la pasada edad, ocupada en sus ajetreos, casi al margen de la existencia de los Hobbits... De lo que estoy muy agradecido. La largamente esperada Fiesta.
     Feliz Cumpleaños Bilbo Bolsón
     Bilbo: ¿Cómo está mi viejo amigo? He oído que va a dar una fiesta de especial importancia.
     Frodo: Ya conoces a Bilbo, tiene a todo el pueblo alborotado.
     Gandalf: Bueno, eso siempre le ha entusiasmado.
     Frodo: Ha invitado a media Comarca.
     Gandalf: ¡No me digas!
     Frodo: Algo trama.
     Gandalf: ¿Tú crees?
     Frodo: Está bien guardad vuestros secretos. Antes de tu llegada, los Bolsón gozábamos de buena fama.
     Gandalf: Sin duda.
     Frodo: Nunca teníamos aventuras ni hacíamos nada inesperado.
     Gandalf: Si te refieres al incidente con el dragón, yo no tuve nada que ver. Únicamente le di un empujocito para que saliera.
     Frodo: A pesar de todo te han puesto la etiqueta de perturbador de la paz.
     Gandalf: Vaya vaya...
     Niños hobbits: ¡Gandalf! ¡Por favor! Fuegos artificiales, Gandalf...
     Frodo: Gandalf... Me alegro de tu regreso.
     Gandalf: Yo también, amigo. Yo también...
     Prohibido entrar excepto por asuntos de la Fiesta
     Bilbo: ¡No, Gracias! No más visitas, ni admiradores, ni parientes lejanos.
     Gandalf: ¿Ni tampoco viejos amigos?
     Bilbo: ¿Gandalf?
     Gandalf: Bilbo Bolsón...
     Bilbo: ¡Mi querido Gandalf! Qué alegría volver a verte.
     Gandalf: Cumples ciento once años, ¿quien lo iba a decir? No te afectan los años.
     Bilbo: ¡Pasa, pasa! ¡Bienvenido!, ¡Bienvenido! Qué te puedo ofrecer ¿Té?, o tal vez algo mas fuerte? Me quedan unas botellas de la vieja viña de 1296, muy buena añada, casi tan vieja como yo, embotellada por mi padre. ¿Te parece que abramos una?
     Gandalf: Sólo té, gracias.
     Bilbo: Te esperaba la semana pasada. No es que me importe mucho. Vienes y vas a placer, siempre lo has hecho y siempre lo harás. Me pillas desprevenido, solo tengo pollo frio y escaleche; queda algo de queso por aquí... nada, es muy poco; mermelada de frambuesa y tarta de manzana y vainilla, por algun lado... acabo de encontrar un poco de bizcocho de huevo.
     La Montaña Solitaria
     Bilbo: Puedo hacerte unos huevos si quieres.
     Gandalf: Solo té, gracias.
     Bilbo: ¡Como quieras! No te importa que coma yo, ¿verdad?
     Gandalf: No no, claro que no.
     Sacovilla: ¡¡Bilbo!! ¡Bilbo Bolsón!
     Bilbo: ¡No estoy en casa! Tengo que alejarme de estos condenados parientes. ¡No me dejan ni un momento en paz! Quiero volver a ver montañas, montañas Gandalf, y encontrar un lugar tranquilo donde terminar mi libro. ¡Ah! ¡Té!
     Gandalf: Te refieres a cumplir tu plan, ¿eh?
     Bilbo: ¡Sí!, ¡Sí! Con todo detalle. Está todo previsto. Gracias.
     Gandalf: Frodo sospecha algo.
     Bilbo: ¡Claro que sí, es un Bolsón! ¡No un zopenco Ciñatiesa de Cazadura!
     Gandalf: ¿Se lo dirás verdad?
     Bilbo: ¡Sí!, ¡Sí!
     Gandalf: Él te aprecia mucho.
     Bilbo: Lo sé. Hasta vendría conmigo si se lo pidiera. Creo que en el fondo, Frodo sigue enamorado de la Comarca, de sus bosques y praderas, de sus arroyos ¡Estoy mayor Gandalf! Sé que no lo aparento, pero ya lo siento en mi corazón. Me siento fragil, disperso como mantequilla huntada sobre demasiado pan. Necesito vacaciones. Unas buenas vacaciones, y no espero volver. La verdad, no pienso hacerlo.

     Bilbo: Del viejo Tobby, ¡La mejor hierba de la Cuaderna del Sur!
     Gandalf viejo amigo, ¡Esto va a ser una noche memorable!

     Bilbo: Gordo Bolger, me alegro de verte ¡Bienvenido!
     Frodo: Anda Sam, saca a Rosi a bailar.
     Sam: Creo que tomaré otra cerveza.
     Frodo: ¡Ah no! Otra no. ¡Anda!
     Bilbo: Y ahí estaba yo, a merced de tres monstruosos Trolls; y los tres discutiendo entre ellos sobre como nos iban a cocinar, si a la brasa, ensartados, o engullidos crudos, uno por uno sin cocinarnos ni nada. Se pasaron tanto tiempo discutiendo el cómo y el porqué, que el primer rayo de luz de sol apareció entre los árboles ¡Pluf! ¡Convirtiéndolos en rocas!
     Merry: Deprisa... ¡No, no! ¡El más grande! .... ¡Corre!
     Pippin: ¡Hay que clavarlo en el suelo!
     Merry: ¡Ya está clavado!
     Pippin: ¡Sí pero fuera!
     Merry: Ha sido idea tuya.
     Frodo: ¡Cuidado con el Dragón!
     Bilbo: ¿Dragón?, tonterías! ¡Hace mil años que no hay dragones por aquí!
     Merry: ¡Qué bueno! Hay que ir a por otro.
     Gandalf: Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. Debí imaginarlo.
     Hobbits: Bilbo Bolsón, unas palabras.
     Frodo: ¡Que hable!
     Bilbo: Mis queridos Bolsón, y Boffin... Tuk y Brandigamo... ¡Cabada! ¡Redondo! ¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa y Ganapies! ¡¡Ganapie!!
     ¡Hoy es mi centesimo decimo primer cumpleaños!
     Hobbits: ¡Feliz cumpleaños!
     Bilbo: ¡Ay! ¡Pero ciento once años no son nada para vivir rodeado de tan excelentes y admirables Hobbits!
     ¡No conozco a la mitad de vosotros la mitad de lo que desearía, y lo que deseo es menos de la mitad de los que la mitad mereceis!
     Yo... tengo asuntos que atender. Los he pospuesto ya demasiado. ¡Lamento anunciar que ha llegado el Final! Ahora me iré. Os dedico mi más sentida despedida. Adiós.
     Gandalf: Te habrá parecido muy inteligente por tu parte.
     Bilbo: ¡Vamos Gandalf! ¿Te fijaste en sus caras?
     Gandalf: Hay muchos Anillos Mágicos en este mundo, y ninguno debería usarse a la ligera.
     Bilbo: ¡Era una pequeña broma! Supongo tendrás razón, como siempre... Le echaras un ojo a Frodo, ¿Verdad?
     Gandalf: Dos ojos, tan a menudo como disponga de ellos.
     Bilbo: Le voy a dejar todo.
     Gandalf: ¿Qué me dices de ese Anillo tuyo? ¿También lo incluyes?
     Bilbo: ¡Sí!, ¡Sí! Está en un sobre que hay sobre la repisa. No... espera está... aquí, en mi bolsillo... Qué curioso, ¿eh? ¡Sí! claro, ¡porqué no! ¿Porqué no iba a quedármelo?
     Gandalf: Creo que deberías olvidarte del Anillo.. Bilbo ¿Tan duro te resulta?
     Bilbo: Pues, no... y sí! Llegó el momento.. no deseo partir sin él ¡Es mío! ¡Yo lo encontré! ¡Él vino a mí!
     Gandalf: No hay porqué enojarse.
     Bilbo: ¡Si me enojo es por tu culpa! ¡Es mííoo! ¡Mío todo él! ¡Mi Tessoro!
     Gandalf: ¿Tesoro? Ya lo han llamado así, pero no tú.
     Bilbo: ¡Pero a ti que te importa lo que yo haga con mis cosas!
     Gandalf: Ya has tenido ese Anillo demasiado tiempo
     Bilbo: ¡Lo quieres para tí!
     Gandalf: ¡Bilbo Bolsón!, no me tomes por un hechicero del tres al cuarto! ¡No tengo intención de robarte! ... Sólo intento ayudarte. Todos estos largos años hemos sido amigos. Confía en mí, como antaño hiciste. Renuncia a él.
     Bilbo: Tienes razón Gandalf. El Anillo debe estar con Frodo. Es tarde y largo el camino. Sí, llegó el momento.
     Gandalf: Bilbo... El Anillo sigue en tu bolsillo...
     Bilbo: He pensado un final para mi libro... Y vivió feliz para siempre... hasta el final de sus días.
     Gandalf: Y estoy seguro de ello, querido amigo.
     Bilbo: Adiós Gandalf.
     Gandalf: Adiós querido Bilbo.
     Bilbo: El camino sigue y sigue...
     Gandalf: Hasta nuestro próximo encuentro.

     Bilbo (voz en off): Es mío, Sólo mío. Mi Tesoro...
     Gandalf: Acertijos en la Oscuridad.
     Frodo: ¡Bilbo!
     Frodo: ¿Se ha ido verdad? Llevaba tiempo advirtiéndolo, pero nunca pensé que lo haría. ¿Gandalf?
     Gandalf: El Anillo de Bilbo. Se ha ido a vivir con los Elfos... Te ha dejado Bolsón Cerrado junto con todas sus pertenencias. Ahora el anillo... es tuyo. Guárdalo en lugar seguro.
     Frodo: ¿Adónde vas?
     Gandalf: ¡Hay asuntos que me requieren!
     Frodo: ¿Que asuntos?
     Gandalf: ¡Preguntas! Que necesitan respuesta.
     Frodo: ¡Pero si acabas de llegar! No lo entiendo.
     Gandalf: Tampoco yo. Guárdalo en secreto, en lugar seguro.

     Gollum: ¡¡La Comarca!! ¡¡Bolsón!!

     Gandalf: Año 3434 de la Segunda Edad, he aquí el relato de Isildur, Rey de Gondor y del hallazgo del Anillo de Poder. Ha llegado a mí, el Anillo Único será el legado de mi Reino; todo descendiente de mi linaje quedará atado a su destino, pues no arriesgaré daño alguno para el Anillo. Me es muy preciado, aunque fue ganado con gran dolor. El grabado de su banda comienza a extinguirse. La inscripción antes clara como roja llama prácticamente se ha desvanecido. Un secreto que ahora sólo el fuego puede desvelar.

     Nazgûl: ¡Comarca! ¡Bolsón!
     Maggot: No hay Bolsones por aquí. Están todos en Hobbiton. ¡Por ahí!

     Frodo: Buenas noches Sam.
     Sam: Buenas noches Frodo.
     Gandalf: ¿Está a buen recaudo? ¿Está seguro?
    
     Frodo: ¿Qué estás haciendo?
     Gandalf: Extiende la mano Frodo, está frío... ¿Que ves? ¿Puedes ver algo? Nada. No hay nada. Espera Hay unas marcas.. Algo que parece élfico, no sé leerlo.
     Gandalf: Muy pocos pueden. Es la lengua de Mordor, que no emplearé aquí. En la lengua común dice: "Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las... Tinieblas! Éste es el Anillo Único, forjado por el Señor Oscuro Sauron, en los fuegos del Monte del Destino; arrebatado por Isildur, de las mismas manos de Sauron.
     Frodo: Bilbo lo encontró... en la caverna de Gollum...
     Gandalf: Durante 60 años el anillo permaneció en silencio, en poder de Bilbo, prolongando su vida, postergando su vejez... Pero ya no Frodo. El mal se revuelve en Mordor. El Anillo ha despertado, ha oído la llamada de su dueño.
     Frodo: ¡Pero le derrotaron! ¡Sauron fue aniquilado!
     Gandalf: No, Frodo. El espíritu de Sauron perduró. Su fuerza vital está ligada al Anillo y el Anillo sobrevivió. Sauron ha vuelto, sus orcos se han multiplicado, su fortaleza de Barad-dûr vuelve a erguirse en la tierra de Mordor. A Sauron le basta este Anillo para cubrir las tierras de una segunda oscuridad. Lo está buscando, lo busca, todo su pensamiento está puesto en él, pues añora por encima de todo volver a las manos de su dueño. Son un todo, El Anillo y el Señor Oscuro Frodo, nunca debe encontrarlo.
     Frodo: De acuerdo. Lo guardaremos, lo ocultaremos y no se hable más de él. Nadie sabe que esta aquí, ¿verdad? ¿Verdad, Gandalf?
     Gandalf: Hay otro que sabe que Bilbo tenía el Anillo. Busqué por todas partes a la criatura Gollum, pero el enemigo lo encontró antes. No sé cuanto tiempo lo torturaron... pero entre interminables gritos y confuso balbuceo, distinguieron dos palabras...
     Gollum: ¡¡Comarca!! ¡¡Bolsón!!
     Frodo: ¿Comarca? ¿Bolsón? ¡Eso los conducirá aquí!
     Hobbit: ¡Quién anda ahí!
     Frodo: Cógelo Gandalf ¡Llévatelo!
     Gandalf: No, Frodo...
     Frodo: ¡Debes quedártelo!
     Gandalf: No puedes ofrecerme este Anillo.
     Frodo: ¡Pues te lo estoy dando!
     Gandalf: ¡No... me tientes Frodo! No quiero ni tocarlo... Ni siquiera para esconderlo. Entiéndelo Frodo, utilizaría este Anillo con ánimo de hacer el bien, pero conmigo adquiriría un poder desatado y terrible de imaginar.
     Frodo: ¡No puede quedarse en la Comarca!
     Gandalf: ¡No! No debe.
     Frodo: ¿Qué debo hacer?
     Gandalf: Partir, ¡y cuanto antes!
     Frodo: ¿A dónde? ¿A dónde voy?
     Gandalf: Sal de la Comarca. Ve a la aldea de Bree.
     Frodo: ¿Y que harás tú?
     Gandalf: Te estaré esperando, en la Posada del Poney Pisador.
     Frodo: ¿El Anillo estará seguro allí?
     Gandalf: No lo sé Frodo, no tengo respuesta. Debo ver al decano de mi orden, es sabio y poderoso. Confía en mi Frodo, él sabrá que hacer. Debes renunciar al apellido Bolsón, pues ese nombre no es seguro fuera de la Comarca. Viaja sólo de día, y evita los caminos.
     Frodo: Puedo atravesar los campos fácilmente.
     Gandalf: Mi querido Frodo... Los Hobbits son criaturas sorprendentes, puedes aprender todas sus costumbres en un mes, y después de cien años, aún te sorprenden.
     ¡Agáchate!
     ¡Rayos y centellas! ¡Samsagaz Gamyi! ¿Has estado fisgoneando?
     Sam: ¡No estaba fisgoneando señor, no! Sólo cortaba el césped bajo la ventana, si usted me entiende.
     Gandalf: Un poco tarde para cortar césped, ¿no crees?
     Sam: Oí unas voces.
     Gandalf: ¡Qué oíste! ¡Habla!
     Sam: ¡Nada importante! Algo acerca de un Anillo y un Señor Oscuro y algo sobre el fin del mundo, pero por favor señor Gandalf no me haga daño. ¡No me convierta en un monstruo!
     Gandalf: No... más bien no... he pensado en darte mejor uso...
     Vamos Samsagaz ¡date prisa!
     Tened cuidado los dos. El enemigo tiene muchos espías a su servicio, aves, bestias...
     ¿Está seguro? Nunca te lo pongas, pues los siervos del Señor Oscuro serán atraídos por su Poder. Recuerda siempre Frodo, que el Anillo intenta volver a su dueño. Desea ser encontrado.

     Sam: ¡Se acabó!
     Frodo: ¿Se acabó que?
     Sam: Si doy un paso más, será lo mas lejos que he estado de mi hogar en mi vida.
     Frodo: Vamos Sam. Recuerda lo que Bilbo solía decir ...
     Bilbo (voz en off): es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta, pones tu pié en el camino y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a donde te pueden llevar...

     Saruman: El Humo se eleva de nuevo en el Monte del Destino. La hora se acerca, y Gandalf el Gris cabalga hacia Isengard en busca de mi consejo. Pues para eso has venido ¿no es así? viejo amigo...
     Gandalf: Saruman.

     Saruman: ¿Estás seguro de eso?
     Gandalf: Sin duda alguna.
     Saruman: El Anillo de Poder ha sido hallado.
     Gandalf: Todos estos largos años ha estado en la Comarca, delante de mis narices...
     Saruman: Y no tuviste ojos para verlo. Tu pasión por la hierba de los Medianos sin duda ha enturbiado tu mente.
     Gandalf: Pero aun hay tiempo el suficiente para combatir a Sauron, si actuamos con presteza.
     Saruman: ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo crees que tenemos? Sauron ha recuperado mucha de su fuerza perdida; aún no puede hacerse corpóreo, pero su espíritu no ha perdido su poder. Confinado en su fortaleza, el señor de Mordor lo ve todo. Su mirada atraviesa nubes, sombras, tierra y carne. ¿Sabes de lo que hablo, Gandalf? Un gran Ojo sin párpado, rodeado de llamas...
     Gandalf: Sí, Sauron.
     Saruman: Está atrayendo todo el mal hacia él. Muy pronto habrá reclutado un ejercito suficiente para atacar la Tierra Media.
     Gandalf: Y tú lo sabes... ¿Cómo?
     Saruman: Lo he visto.
     Gandalf: Un Palantir es arma peligrosa, Saruman.
     Saruman: ¿Por qué? ¿Por qué hemos de temer usarlo?
     Gandalf: No todas las piedras videntes corrieron la misma suerte; no sabemos quien más podría estar mirando.
     Saruman: La hora está más avanzada de lo que piensas. Las tropas de Sauron han emprendido ya la marcha. Los Nueve ha partido de Minas Morgul.
     Gandalf: ¿Los Nueve?
     Saruman: Cruzaron el rió Isen en la pascua de Verano, vestidos de Jinetes Negros.
     Gandalf: ¿Estan en la Comarca?
     Saruman: Encontraran el Anillo y destruirán a su portador.
     Gandalf: ¡Frodo!
     Saruman: ¿No creerás en serio que un hobbit puede torcer la voluntad de Sauron? Nadie puede hacerlo. Contra el poder de Mordor no hay victoria posible. Debemos unirnos a él, Gandalf. ¡Debemos unirnos a Sauron! Sería lo más sabio, amigo mío...
     Gandalf: Dime, amigo... ¿Cuándo abandonó Saruman el Sabio, la razón por la locura?
     Saruman: Te he dado la oportunidad de ayudarme libremente, pero tú has elegido la senda del dolor...

     Sam: ¡Sr. Frodo! ¡Creí que le había perdido!
     Frodo: ¿De que hablas?
     Sam: Es por algo que dijo Gandalf.
     Frodo: ¿Qué dijo?
     Sam: No le pierdas de vista Sam Gamyi. Y no pienso hacerlo.
     Frodo: Sam, seguimos en la Comarca, ¿qué podría ocurrir?
     Pippin: ¡Frodo! Merry, es Frodo Bolsón.
     Merry: ¡Hola, Frodo!
     Sam: ¡Apártate! Levántese Sr. Frodo.
     Frodo: ¿A qué viene esto?
     Merry: Sujeta.
     Sam: ¡Habéis entrado en el huerto de Maggot!
     Maggot: ¡Eh os conozco! ¡Fuera de mi huerto! ¡Salid de ahí Golfos!
     Merry: No sé porqué se enfada tanto, por dos zanahorias...
     Pippin: Y unos repollos... y los tres sacos de patatas de la semana pasada... y los champiñones de la semana anterior!
     Merry: Sí Pippin, en mi opinión, ¡está exagerando claramente! ¡Corred!

     Pippin: ¡Huh! ¡Por los pelos!
     Merry: Creo que se me ha roto algo...
     Sam: Fíate de un Brandigamo y un Tuk.
     Merry: ¿Qué? ¡Ha sido un desvío! ¡Un atajo!
    
     Sam: ¿Un atajo a dónde?
     Pippin: Mirad, ¡setas! Cuántas setas. Qué buenas. Qué bien huelen...
     Frodo: Deberíamos salir del camino.
     ¡Salid del camino! ¡Rápido!
     Sam: Silencio.
     Merry: ¿Qué era eso?

     Merry: ¿Ves algo?
     Frodo: ¡Nada!
     Pippin: ¿Qué ocurre?
     Merry: Ese Jinete Negro buscaba algo... o alguien, ¿Frodo?
     Pippin: ¡Agacháos!
     Frodo: Debo dejar la Comarca. Sam y yo vamos a Bree.
     Merry: Ya sé. La balsadera de Gamoburgo, ¡seguidme!
     ¡Corred! ¡Por aquí! ¡Seguidme! ¡Frodo, aprisa!
     ¡Desata la soga Sam!
     Hobbits: ¡Corre Frodo! ¡Date prisa! ¡Corre! ¡Salta Frodo! ¡Salta!
     Frodo: ¿Cuánto hay hasta el próximo paso?
     Merry: El puente del Brandivino, 20 Millas.

     Guardián de la puerta: ¿Qué quieren?
     Frodo: Vamos al Poney Pisador.
     Guardián de la puerta: ¡Hobbits! Cuatro Hobbits. ¿Qué asuntos les traen a Bree?
     Frodo: Deseamos dormir en la posada. Nuestros asuntos son cosa nuestra.
     Guardián de la puerta: Tranquilo jovencito, no era mi intención ofenderle. Debo preguntar después de anochecer; se habla de extraños forasteros. Toda precaución es poca.
     Hombre: Quitaos de en medio. Largo de aquí.
     Posada el Poney pisador
     Frodo: ¡Disculpe!
     Cebadilla: Buenas noches, pequeños señores. Si buscan alojamiento, nos quedan habitaciones tamaño hobbit muy acogedoras, señor...
     Frodo: Sotomonte, mi nombre es Sotomonte.
     Cebadilla: Sotomonte, ya...
     Frodo: Somos amigos de Gandalf el Gris. ¿Le dirá que hemos llegado?
     Cebadilla: ¿Gandalf? ¡Ooooh si! Ya recuerdo. ¡El amable anciano! Gran barba gris y sombrero picudo... ¡Hace seis meses que no le veo!
     Sam: ¿Qué hacemos ahora?
     Frodo: Sam, ya llegará. Vendrá.
     Hombre: ¡Quita de en medio!
     Pippin: ¿Qué es eso?
     Merry: Esto amigo mío, es una pinta.
     Pippin: ¿La sirven por pintas? ¡Voy por una!
     Sam: ¡Ya te has tomado media!
     Ese hombre no ha dejado de mirarle desde que llegamos.
     Frodo: ¡Perdone! Ese hombre del rincón... ¿quién es?
     Cebadilla: Es un montaraz, gente peligrosa que vaga por los bosques. Su nombre no lo sé, nunca lo he oído, pero por estas tierras se le conoce como Trancos.
     Frodo: Trancos...

     Sauron: Bolsón... Bolsón...
     Pippin: ¿Bolsón? Yo conozco a un Bolsón. Está allí, Frodo Bolsón. Es primo mío, primo segundo por parte de madre y primo tercero por parte de padre...
     Frodo: ¡Pippin!
     Sauron: ¡No puedes esconderte! ¡Te veo! ¡No hay vida en este vacío! ¡Solo muerte!

     Aragorn: Está llamando demasiado la atención, Señor Sotomonte...
     Frodo: ¿Qué quiere usted?
     Aragorn: Más cautela, no lleva precisamente una baratija.
     Frodo: ¡No llevo nada!
     Aragorn: Yo puedo evitar ser visto si lo deseo, pero desaparecer del todo... ¡Un curioso don!
     Frodo: ¿Quién es usted?
     Aragorn: ¿Estás asustado?
     Frodo: Sí.
     Aragorn: No lo suficiente. Sé quién te persigue.
     Sam: ¡Suéltale o te remato, patas largas!
     Aragorn: Tienes bravo corazón, hobbit. Pero eso no te salvará. No debes seguir esperando al mago, Frodo. Ya vienen...
     Frodo: ¿Qué son?
     Aragorn: Antaño fueron hombres. Grandes reyes de los hombres. Luego Sauron el impostor, les entregó los Nueve Anillos de Poder. Cegados por su codicia, los aceptaron sin dudar... Uno a uno han sucumbido en la oscuridad. Ahora son esclavos de su voluntad. Son los Nazgûl, espectros, ni vivos ni muertos. En todo momento sienten la presencia del Anillo. Son atraídos por su poder. Nunca dejaran de perseguirte.

     Frodo: ¿Adónde nos llevas?
     Aragorn: A la espesura.
     Merry: ¿Cómo sabemos que este montaraz es amigo de Gandalf?
     Frodo: No tenemos mas remedio que confiar en él.
     Sam: ¿Pero adónde nos lleva?
     Aragorn: A Rivendel, señor Gamyi, a la casa de Elrond.
     Sam: ¿Habéis oído eso? ¡Vamos a ver elfos!

     Aragorn: ¡Caballeros! No pararemos hasta el anochecer.
     Pippin: ¿Qué pasa con el desayuno?
     Aragorn: ¡Ya has desayunado!
     Pippin: Una vez sí, pero ¿y el segundo desayuno?
     Merry: No creo que sepa nada del segundo desayuno.
     Pippin: ¿Y del almuerzo? ¿Aperitivo? ¿Té de la tarde? ¿Comida? ¿Cena? Esos los conocerá ¿no?
     Merry: Yo no contaría con ello. ¡Pippin!

     Saruman: El poder de Isengard está a vuestras ordenes. Sauron, Señor de la Tierra.
     Sauron: Procúrame un ejército digno de Mordor.
     Orco: ¿Qué ordenes hay de Mordor, mi señor? ¿Qué encomienda el Ojo?
     Saruman: Hay trabajo que hacer.
     Orco: Los árboles son fuertes mi señor...Profundas sus raíces.
     Saruman: Arrancadlos todos.

     Aragorn: Ésta era la Atalaya de Amon Sul. Pasaremos la noche aquí.
     Para vosotros, tenedlas a mano. Voy a inspeccionar la zona. Quedaos aquí.
     Merry: ¿Quieres un tomate Sam?
     Frodo: ¿Pero qué haceis?
     Merry: Tomates, salchichas, y rico y crujiente bacon
     Sam: Le hemos dejado algo Señor Frodo.
     Frodo: ¡Apagad eso insensatos! ¡Apagadlo!
     Pippin: Tomates a la ceniza.

     Frodo: ¡Corred!
     Sam: ¡Atrás malditos!

     Sam: ¡Frodo!
     Frodo: ¡Oh, Sam!
     Sam: ¡Trancos! ¡Ayúdale Trancos!
     Aragorn: Le han herido con una hoja de Morgul. Supera mis conocimientos de curación; necesita medicina élfica. ¡Corred!
     Sam: Estamos a seis días de Rivendel, ¡no llegará con vida!
     Aragorn: ¡Aguanta, Frodo!
     Frodo: ¡Gandalf!

     Sam: ¿Señor Frodo? ¡Se está enfriando!
     Pippin: ¿Se va a morir?
     Aragorn: Se hunde en el mundo de las sombras. Pronto será un espectro como ellos.
     Merry: Están cerca.
     Aragorn: Sam, ¿conoces la Athelas, la planta?
     Sam: ¿Athelas?
     Aragorn: La hoja de Reyes.
     Sam: ¡Athelas! Sí, es una hierba.
     Aragorn: Ralentiza el envenenamiento, rápido.

     Arwen: ¿Qué es esto? ¿Un Montaraz desprevenido?

     Arwen: Frodo, Im Arwen. Telin le thaed. Lasto beth nin, tolo dan na ngalad. (Soy Arwen. He venido a ayudarte. Oye mi voz. Vuelve a la luz.)

     Merry: ¿Quién es?
     Arwen: Frodo.
     Sam: Una mujer elfa.
     Arwen: Se nos va. No le queda mucho. ¡Debemos llevarlo a mi padre! Llevaba dos días buscandoos.
     Sam: ¿Adónde le llevais?
     Arwen: Hay cinco espectros persiguiendoos. Los otros cuatro, ignoro donde están.
     Aragorn: Dartho guin berian. Rych le ad tolthathon. (Quédate con los hobbits, te enviaré caballos)
     Arwen: Hon mabathon. Rochon ellint im. (Yo soy el jinete mas rápido, yo le llevaré)
     Aragorn: Andelu i ven. (El camino es peligroso)
     Pippin: ¿Qué dicen?
     Arwen: Frodo fir. Ae athradon i hir, tur gwaith nin beriatha hon. (Si puedo atravesar el río, el poder de mi gente lo protegerá.)
     No les tengo ningún miedo.
     Aragorn: Beyest lin. (Cabalga rápido, no mires atrás.)
     Arwen: ¡Noro lim, Asfaloth, noro lim! (¡Corre, Asfaloth, corre!)
     Sam: ¿Qué hacéis? ¡Esos espectros siguen por ahí!
     Arwen: ¡Noro lim, Asfaloth!

     Nazgûl: ¡Entréganos al mediano mujer elfa!
     Arwen: ¡Si le queréis, venid a por él!
     Nin o Chithaeglir, lasto beth daer, Rimmo nin Bruinen dan in Ulaer!
     (¡Aguas de las Montañas Nubladas, escuchad la gran palabra: que fluyan las aguas contra los espectros del Anillo!)
     ¡Frodo no te rindas! ¡Ahora no! La gracia que me ha sido otorgada entre en él y por ella sea curado. ¡Sálvalo!

     Elrond: Frodo, lasto beth nin. Tolo dan nan galad. (Frodo, oye mi voz. Vuelve a la luz)
     Frodo: ¿Dónde estoy?
     Gandalf: En la casa de Elrond. Son las 10 de la mañana del 24 de octubre para tu información.
     Frodo: ¡Gandalf!
     Gandalf: Sí, aquí estoy; y tú también, por suerte. Unas horas más y no habríamos podido ayudarte. Pero hay mucha fuerza en ti, mi querido hobbit.
     Frodo: ¿Que pasó, Gandalf? ¿Por qué no apareciste?
     Gandalf: Lo siento mucho Frodo... me retrasé.

     Saruman: ¡La amistad de Saruman, no se desprecia a la ligera! El tiempo de ser siervo de otros se ha terminado. Doblégate al poder del Anillo o afronta tu propia destrucción!
     Gandalf: Solo hay un Señor del Anillo. Solo uno puede doblegarlo a su voluntad. Y él no cede su poder.
     Saruman: La muerte ha sido tu elección...

     Frodo: ¿Qué pasa?
     Gandalf: Nada, Frodo.
     Sam: ¡Frodo! ¡Frodo!
     Frodo: ¡Sam!
     Sam: ¡Bendito sea, ha despertado!
     Gandalf: Sam no se ha separado de ti.
     Sam: Nos tenía muy preocupados, ¿verdad señor Gandalf?
     Gandalf: Gracias a la sabiduría del Caballero Elrond, te estás recuperando.
     Elrond: Bienvenido a Rivendel, Frodo Bolsón.

     Frodo: ¡Bilbo!
     Bilbo: ¡Hola, Frodo, muchacho!
     Frodo: "Historia de una ida y de una vuelta" "Relato de un Hobbit" por Bilbo Bolsón. Esto es maravilloso.
     Bilbo: Quería volver a maravillarme ante los poderes del Bosque Negro. Visitar la Ciudad del Lago... Ver la Montaña Solitaria de nuevo... Pero parece que finalmente la edad me alcanzó.
     Frodo: Echo de menos la Comarca. Pasé mi infancia soñando que algún día me iría lejos, contigo, a una de tus aventuras... pero mi aventura ha resultado ser muy distinta. No soy como tú, Bilbo.
     Bilbo: Mi querido muchacho.

     Sam: Algo se me olvida...
     Frodo: ¿Ya has hecho el macuto?
     Sam: Hay que estar bien preparado.
     Frodo: ¿No querías ver elfos, Sam?
     Sam: ¡Claro!
     Frodo: ¿Más que cualquier cosa?
     Sam: Sí, pero es que... Ya hemos hecho lo que Gandalf quería ¿verdad? Hemos traído el Anillo hasta Rivendel, y he pensado... al ver que se recupera, que partiríamos pronto... a casa.
     Frodo: Así es Sam. Hemos cumplido nuestro cometido. El Anillo estará a salvo en Rivendel. Ya puedo volver a casa.

     Elrond: Recobra sus fuerzas.
     Gandalf: Esa herida nunca sanará del todo. La llevará el resto de su vida.
     Elrond: Y eso que llegar hasta aquí portando el Anillo es muestra de una resistencia a su mal.
     Gandalf: Es una carga que nunca tendría que haber llevado. No podemos pedirle más a Frodo.
     Elrond: Gandalf, el enemigo avanza. Las tropas de Sauron se concentran en el Este. Su ojo está fijo en Rivendel, y Saruman según nos dices nos ha traicionado. Nuestra lista de aliados se reduce.
     Gandalf: Su traición es mayor de lo que crees. Con malas artes, Saruman ha cruzado Orcos con Trasgos. Está criando un ejercito en las cavernas de Isengard. Un ejército que puede recorrer grandes distancias a la luz del día con rapidez. Saruman viene en busca del Anillo.
     Elrond: Ese mal no puede combatirse con el poder de los Elfos. No somos capaces de luchar contra Mordor e Isengard. Gandalf, el Anillo tiene que irse.
     Es una amenaza para toda la Tierra Media. Ellos deben decidir cómo acabar con él. La Era de los Elfos se ha terminado, mi pueblo deja estas costas. ¿A quién acudirás cuando ya no estemos? ¿A los enanos? Hurgan en las montañas quieren riquezas, se desentienden de los problemas ajenos.
     Gandalf: Es en los hombres en quien hay que poner esperanza.
     Elrond: ¿Hombres? Los hombres son débiles. La raza del hombre se desvirtúa, la sangre de Númenor está más que agotada. Su orgullo y su dignidad harto olvidados. Por culpa de los hombres el Anillo aún pervive. Yo estuve allí, Gandalf. Estuve allí hace 3.000 años... Cuando Isildur cogió el Anillo, yo estuve allí el día en que la voluntad del hombre fracasó.
     Isildur, ¡aprisa! Sígueme!
     Yo conduje a Isildur al corazón del Monte del Destino, donde el Anillo fue forjado, el único lugar en que puede ser destruído.
     ¡Arrójalo al fuego! ¡Destrúyelo!
     Isildur: No.
     Elrond: Aquel día debió ser su final. Pero el mal consiguió pervivir. Isildur conservó el Anillo, y así interrumpió la saga real. No quedó poder en el mundo de los hombres. Desechos, divididos, sin dirección.
     Gandalf: Hay alguien que podría unirlos. Alguien que podría reclamar el trono de Gondor.
     Elrond: Dejó ese camino hace largo tiempo. Ha elegido el exilio.

     Boromir: Fragmentos de Narsil... La hoja que cortó el Anillo de la mano de Sauron. Aún está afilada...
     Es una reliquia hecha pedazos.

     Arwen: ¿Por qué temes al pasado? Eres el heredero de Isildur, no Isildur en persona. Tú no compartes su destino.
     Aragorn: La misma sangre corre en mis venas. La misma debilidad.
     Arwen: Tu tiempo llegará. Te enfrentarás al mismo mal, y lo derrotarás. La sombra aún no domina, ni sobre ti, ni sobre mi.

     Arwen: ¿Recuerdas cuando nos conocimos?
     Aragorn: Creí que me había desviado a un sueño.
     Arwen: Largos años han pasado. No tenías las cargas que tienes ahora. ¿Recuerdas lo que te dije?
     Aragorn: Dijiste que acabarías uniéndote a mí, renunciando a la vida inmortal, propia de tu pueblo.
     Arwen: Y lo sigo diciendo. Antes compartiría una vida contigo que enfrentarme a todas las edades de este mundo sola. Elijo una vida mortal.
     Aragorn: No puedes darme esto.
     Arwen: Dárselo a quien quiero es mi privilegio. Como mi corazón.

     Elrond: Forasteros de tierras lejanas, amigos de siempre. Habéis sido convocados para atajar la amenaza de Mordor. La Tierra Media se encuentra al borde de la destrucción. Nadie puede escapar a ella. Debéis uniros o perecereis. Toda raza se enfrenta a este destino, a ésta maldición. Muéstranos el Anillo, Frodo.
     Boromir: Entonces es cierto... Es un privilegio. Un regalo para los enemigos de Mordor. ¿Por qué no usar el Anillo? Largo tiempo mi padre, el Senescal de Gondor ha contenido las tropas de Mordor. Gracias a la sangre de nuestro pueblo vuestras tierras fueron seguras. Entregad a Gondor el arma del enemigo. ¡Usémoslo contra él!
     Aragorn: ¡No puedes dominarlo! ¡Ninguno de nosotros puede! El Anillo Único solo responde ante Sauron. No tiene otro señor.
     Boromir: ¿Y qué puede saber un Montaraz, de este asunto?
     Legolas: No es un simple Montaraz. Es Aragorn, hijo de Arathorn. ¡Le debes lealtad!
     Boromir: ¿Aragorn? ¿El heredero de Isildur?
     Legolas: Y heredero al trono de Gondor.
     Aragorn: Havo dad, Legolas. (Siéntate, Legolas)
     Boromir: Gondor no tiene Rey. Gondor no necesita Rey.
     Gandalf: Aragorn está en lo cierto. No podemos usarlo.
     Elrond: Solo os queda una opción. El Anillo debe ser destruido.
     Gimli: ¿Y a qué estamos esperando?
     Elrond: El Anillo no puede ser destruido Gimli, hijo de Glóin, mediante las artes de las que disponemos aquí. Fue forjado en los fuegos del Monte del Destino. Solo allí puede ser fundido. Debe ser devuelto al corazón de Mordor y arrojado a la grieta ardiente de la que procede. Uno de vosotros, deberá hacerlo.
     Boromir: No se entra así como así en Mordor. Son más que orcos los que guardan sus negras puertas. Habita en su seno un mal que nunca duerme. Y el Gran Ojo, permanece alerta. Es un páramo desolado, pasto del fuego, cenizas y polvo. El aire que se respira es vapor venenoso. Ni con diez mil hombres podría hacerse. Es un disparate.
     Legolas: ¿No has escuchado nada de lo que Elrond ha dicho? ¡El Anillo debe ser destruido!
     Gimli: ¡Y supongo que eres tú quien se ofrece hacerlo!
     Boromir: ¿Y si fracasamos qué? ¿Qué pasará si Sauron recupera lo que es suyo?
     Gimli: ¡Antes muerto que ver el Anillo en las manos de un Elfo! ¡Nadie confía en un Elfo!
     Boromir: ¿Es que no lo entendéis? Mientras discuten entre si el poder de Sauron está creciendo. ¡Nadie se librará de él! ¡Todos seréis derrotados!
     Anillo: Ash nazg durbatuluk, Ash nazg gimbatul, Ash nazg thrakatuluk, Agh burzum-ishi krimpatul (Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos, y atarlos en las Tinieblas)
     Frodo: ¡Yo lo llevaré! ¡Yo lo llevaré! ¡Yo llevaré el anillo a Mordor! Aunque... no sé como voy a hacerlo.
     Gandalf: Yo te ayudaré a llevar esta carga, Frodo Bolsón. Mientras seas tu quien la lleve.
     Aragorn: Si con mi vida o mi muerte puedo protegerte, lo haré. Cuenta con mi espada.
     Legolas: Y cuenta con mi arco.
     Gimli: ¡Y con mi hacha!
     Boromir: Tu cargas con nuestros destinos, pequeño. Si es esta la voluntad del Concilio, entonces Gondor la ha de ver cumplida.
     Sam: ¡El Señor Frodo no se va a ningún lado sin mí!
     Elrond: Desde luego es difícil separaros, aun cuando él ha sido convocado a un concilio secreto y tu no...
     Merry: ¡Nosotros también vamos! Tendréis que mandarnos a casa atados dentro de un saco para impedirlo!
     Pippin: Además os hace falta gente inteligente para este tipo de... Misión. Búsqueda. Cosa.
     Merry: Pues eso te excluye Pip.
     Elrond: Nueve compañeros. Sea así. ¡Seréis la Comunidad del Anillo!
     Pippin: Bien. ¿Adónde vamos?

     Bilbo: Mi vieja espada Dardo. Toma, cógela.
     Frodo: Es muy ligera.
     Bilbo: Sí, hecha por Elfos, ¿sabes? La hoja brilla cuando hay orcos cerca, y es en esos momentos muchacho, cuando has de tener extremo cuidado. Acepta esta preciosidad. ¡Mithril! Liviano como una pluma, y duro como escamas de Dragón. A ver como te queda. Póntelo, vamos.
     Mi viejo Anillo. Me gustaría... poder sujetarlo por última vez.
     Siento mucho haberte metido en esto muchacho. Lamento que tengas que llevar esta carga. ¡Lamento todo esto!

     Gandalf: Debemos mantener este rumbo al Oeste de las Montañas Nubladas durante 40 días. Con suerte el paso de Rohan seguirá abierto. Allí nuestro camino girará al Este, hacia Mordor.

     Boromir: 2, 3, 4, 5. Bien, ¡muy bien!
     Aragorn: Mueve esos pies...
     Merry: ¡Muy bien Pippin!
     Pippin: ¡Gracias!
     Boromir: ¡Más rápido!
     Gimli: Si a alguien le interesa mi opinión, y ya veo que no, diría que vamos por el camino más largo. Gandalf, podríamos atravesar las minas de Moria. ¡Mi primo Balin nos daría una bienvenida de Reyes!
     Gandalf: No tomaré el camino de Moria a no ser que no haya elección.
     Boromir: Lo siento.
     Pippin: ¡Dale! ¡Por la Comarca! Sujétalo Merry.
     Merry: Está agarrando mi...
     Sam: ¿Qué es eso?
     Gimli: Nada, sólo un jirón de nube.
     Boromir: Se mueve veloz. Y contra el viento.
     Legolas: ¡Crebain de las Tierras Brunas!
     Aragorn: ¡Escondeos! ¡A cubierto!
     Gandalf: ¡Espías de Saruman! El paso del sur está vigilado. ¡Tomemos el paso de Caradhras!

     Aragorn: ¡Boromir!
     Boromir: Qué extraño destino tener que sufrir tanto miedo y dudas por algo tan insignificante, tan irrisorio.
     Aragorn: Boromir, devuelve el anillo a Frodo.
     Boromir: A sus órdenes. No lo quiero.

     Saruman: Y bien, Gandalf. Intentarás conducirlos sobre Caradrhas, y si no da resultado... ¿Por donde pasarás? Si la montaña te derrota, ¿te arriesgarás a tomar una ruta más peligrosa?

     Legolas: El viento arrastra una voz siniestra.
     Gandalf: ¡Es Saruman!
     Aragorn: ¡Intenta derrumbar la montaña! ¡Debemos volver!
     Gandalf: ¡No!
     Boromir: ¡Hay que descender de la montaña! ¡Tomemos el paso de Rohan! Y crucemos el Folde Oeste hacia mi ciudad!
     Aragorn: ¡El paso de Rohan nos acerca demasiado a Isengard!
     Gimli: ¡Si no podemos pasar sobre la montaña, pasemos bajo ella! ¡Atravesemos las minas de Moria!
     Saruman: Moria. Temes entrar en esas minas. Los enanos cavaron con demasiada codicia, y muy profundo. Ya sabes lo que despertaron en la Oscuridad de Khazad-Dûm. La Sombra y la Llama...
     Gandalf: ¡Que el portador del Anillo decida!
     Frodo: ¡Atravesaremos las minas!
     Gandalf: Sea así.

     Gimli: ¡Los muros de Moria!
     Gandalf: Ahora veamos. ¡Ithildin! Sólo refleja la luz de las estrellas y de la luna. Dice "Las puertas de Durin, Señor de Moria" "Habla, amigo, y entra"
     Merry: ¿Qué significa eso?
     Gandalf: Es muy sencillo. Si eres amigo dices la contraseña y las puertas se abrirán.
     Aragorn: Las minas no son lugar para un Poney, por valiente que sea.
     Sam: ¡Adiós Bill!
     Aragorn: Vamos Bill, ¡vete! Tranquilo Sam, sabrá volver a casa.
     No molestéis al agua.
     Frodo: Es un acertijo. Habla "amigo" y entra. ¿Cómo se dice amigo en élfico?
     Gandalf: ¡Mellon!
     Gimli: Pronto, Señor Elfo, disfrutarás de la famosa hospitalidad de los Enanos. Rugientes hogueras, cerveza de Malta, rica carne deshuesada... Pues esto amigo mío, es el hogar de mi primo Balin, y lo llaman mina... ¡Una Mina!
     Boromir: Esto no es una mina... ¡es una tumba!
     Gimli: ¡No! ¡Noo!
     Legolas: ¡Trasgos!
     Boromir: Debimos ir por el paso de Rohan. ¡Y nunca entrar aquí! Salgamos de aquí. ¡Fuera!
     Frodo: ¡Trancos!
     Sam: ¡Trancos!
     Gandalf: ¡Corred! ¡A las minas!
     Solo nos queda una opción ahora. Enfrentarnos a la larga oscuridad de Moria. Manteneos alerta.
     Hay seres más antiguos y viles que los orcos en las profundidades del mundo. Silencio ahora. Son 4 jornadas de viaje hasta el otro lado Confiemos en que nuestra presencia pase inadvertida.

     Gandalf: No tengo recuerdos de este lugar.
     Pippin: ¿Estamos perdidos?
     Merry: No.
     Pippin: Yo creo que sí.
     Merry: ¡Ssshhh! Gandalf está pensando.
     Pippin: Merry...
     Merry: ¿Qué?
     Pippin: Tengo hambre.
     Frodo: Hay algo ahí abajo...
     Gandalf: Es Gollum. Nos lleva siguiendo durante tres días. Ha escapado de las mazmorras de Barad-dûr. Ha escapado... o le han soltado. Odia y ama el Anillo tanto como se odia y ama a sí mismo. Nunca se librará de esa necesidad de él.
     Frodo: ¡Lástima que Bilbo no le matara cuando pudo hacerlo!
     Gandalf: ¿Lástima? La lástima fue lo que frenó la mano de Bilbo. Muchos vivos merecerían la muerte, y algunos que mueren merecen la vida. ¿Podrías darsela tú, Frodo? No seas ligero a la hora de repartir muerte o juicio, ni los más sabios pueden discernir esos extremos. El corazón me dice que Gollum tiene aún un papel que cumplir, para bien o para mal, antes de que todo esto acabe. La compasión de Bilbo podría regir el destino de muchos.
     Frodo: Ojalá el Anillo nunca hubiera llegado a mí. Ojalá nada hubiera ocurrido.
     Gandalf: Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado. Hay otras fuerzas actuando en el mundo además del mal. Bilbo estaba destinado a encontrar el Anillo, por tanto tu también estabas destinado a tenerlo. Y eso es un pensamiento alentador.
     ¡Es por ahí!
     Merry: ¡Se ha acordado!
     Gandalf: ¡No! Pero el aire no está tan viciado aquí abajo. En caso de duda Meriadoc, ¡sigue siempre tu olfato!
     Sí, arriesgaré con algo más de luz. ¡Contemplad! ¡El Gran Reino y Ciudad de la Mina del Enano!
     Sam: ¡Un regalo para la vista, sin duda!
     Gandalf: ¡Gimli!
     Gimli: ¡No! ¡Oh, no!
     Gandalf: Aquí yace Balin, hijo de Fundin, Señor de Moria. Ha muerto entonces, tal como yo temía.
     Legolas: Debemos continuar, no podemos detenernos.
     Gandalf: Han tomado el puente. Y la segunda sala. Atrancamos las puertas, pero no podremos frenarlos por mucho tiempo. El suelo tiembla. Tambores... tambores en lo profundo. No podemos salir. Una sombra se mueve en la oscuridad. No podemos salir... Ya vienen...
     ¡Tuk, insensato! ¡Tírate tú la próxima vez, y líbranos de tu estupidez!
     Sam: ¡Frodo!
     Legolas: ¡Orcos!
     Aragorn: ¡Atrás, no os separéis de Gandalf!
     Boromir: Tienen un Troll de las cavernas.
     Gimli: ¡Dejad que vengan! ¡Aún queda un Enano con vida en Moria!

     Sam: Le voy cogiendo el tranquillo.
     Aragorn: ¡Frodo!
     Frodo: ¡Aragorn!
     Sam: ¡Frodo! ¡Frodo!
     Aragorn: ¡Oh, no!
     Sam: ¡Está vivo!
     Frodo: Estoy bien, no me ha herido.
     Aragorn: ¡Deberías estar muerto! Esa lanza podría atravesar un jabalí.
     Gandalf: Creo que este Hobbit es más de lo que parece.
     Gimli: ¡Mithril! ¡Es usted una caja de sorpresas Sr. Bolsón!
     Gandalf: ¡Rápido! ¡Al puente de Khazad-Dûm!

     Boromir: ¿Qué es esta nueva criatura?
     Gandalf: El Balrog. Un demonio del mundo antiguo. Este rival os supera a todos. ¡Corred!
     Aragorn: ¡Gandalf!
     Gandalf: ¡Guíalos Aragorn! ¡El puente esta cerca! ¡Haz lo que te digo! ¡Las espadas aquí ya no sirven!
     Legolas: ¡Gandalf!
     Boromir: ¡Merry! ¡Pippin!
     Aragorn: ¡Sam!
     Gimli: ¡Nadie empuja a un enano!
     ¡No! ¡De la barba no!
     Aragorn: Aguanta. ¡Inclínate!
     Gandalf: ¡Por el puente! ¡Corred!

     Gandalf: ¡No puedes pasar!
     Frodo: ¡Gandalf!
     Gandalf: ¡Soy siervo del Fuego Secreto, administrador de la llama de Anor! ¡Tu Fuego Oscuro es en vano! ¡Llama de Udûn! ¡Vuelve a la Sombra! ¡NO PUEDES PASAR!
     Frodo: ¡No, Gandalf!
     ¡Huid, insensatos!
     Frodo: ¡No! ¡No!
     Boromir: ¡Aragorn!

     Aragorn: Legolas, que se muevan.
     Boromir: ¡Dales un momento por piedad!
     Aragorn: Al anochecer estas colinas serán un hervidero de orcos, debemos llegar a los bosques de Lothlorien. Vamos, Boromir, Legolas, Gimli, que se levanten. En pie Sam. Frodo. ¡Frodo!

     Gimli: No os alejéis hobbits. Cuentan que una gran hechicera habita estos bosques. Una bruja elfa, de terrible poder. Todo el que la mira cae presa de su hechizo, para siempre desaparecer.
     Galadriel: Frodo. Tu llegada a nosotros es como dejar paso a la maldición. Pues traes el mal a este lugar, ¡Portador de Anillo!
     Sam: ¿Señor Frodo?
     Gimli: Pues aquí hay un enano al que no embrujará con facilidad. Tengo ojos de halcón y oído de zorro.
     Oh...
     Haldir: El enano respira tan fuerte como para alcanzarle en la oscuridad.
     Aragorn: Haldir o Lórien. Henion aníron, boe ammen i dulu lîn. Boe ammen veriad lîn. ( Haldir de Lorien. Venimos en busca de ayuda. Necesitamos vuestra protección.)
     Gimli: ¡Aragorn! Son bosques peligrosos. ¡Deberíamos regresar!
     Haldir: Ahora estáis en el reino de la Dama del Bosque. No podéis regresar. Venid, os está esperando.

     Celeborn: Ocho sois ahora, aunque nueve fueron los que salieron de Rivendel. Decidme donde está Gandalf, pues ardo en deseos de hablar con él.
     Galadriel: Ha caído en la sombra. La misión está en el filo de la navaja. Descuidaos un instante y fracasará, para desgracia de todos. Aún hay esperanza, mientras la compañía permanezca fiel. No dejéis que os inquieten vuestros corazones. Id a descansar ahora, estáis agotados de tanto esfuerzo y sufrimiento. Esta noche dormiréis.
     Bienvenido, Frodo de la Comarca. ¡Aquél que ha visto el Ojo!

     Legolas: Un memento por Gandalf.
     Pippin: ¿Qué dicen de él?
     Legolas: No me salen las palabras. Para mí el dolor es reciente.

     Aragorn: Ve a descansar. Estas fronteras están bien protegidas.
     Boromir: No encontraré descanso aquí. Oí su voz en mi interior. Habló de mi padre y de la caída de Gondor. Ella me dijo... ¡Incluso ahora hay esperanza! ¡Pero yo no la veo! Hace tiempo que la hemos perdido Mi padre es un hombre noble, pero su mandato decae, y nuestro pueblo pierde la fe. Confía en mí para ordenar las cosas, y lo haría... Restablecería la gloria de Gondor. ¿Has llegado a verla Aragorn? La Torre Blanca de Ecthelion... Brillante como una aguja de nácar y plata; sus pendones ondean con la brisa temprana. ¿Te han recibido alguna vez con el claro sonido de las trompetas de plata?
     Aragorn: Vi la Ciudad Blanca; hace tiempo.
     Boromir: Algún día nuestros pasos nos llevaran allí, y el centinela de la torre dará la nueva: ¡Los caballeros de Gondor han regresado!

     Galadriel: ¿Mirarás en el espejo?
     Frodo: ¿Qué veré si lo hago?
     Galadriel: Ni el más sabio te lo diría, pues el espejo muestra muchas cosas. Cosas que fueron, cosas que son, y algunas cosas que aun están por llegar.
     Sé lo que has visto; porque también está en mi mente. Es lo que llegaría a suceder si fracasaras. La comunidad se está dividiendo. Ha comenzado su final. Él intentará hacerse con el Anillo. Ya sabes de quien hablo. Uno a uno, acabará con todos.
     Frodo: Si me lo pidieras, te daría el Anillo Único.
     Galadriel: Me lo ofreces libremente... No negaré que mi corazón lo ha deseado fervientemente...
     ¡En el sitio del Señor Oscuro instalarás una reina! No oscura pero hermosa, y terrible como el alba, traicionera como el mar, más fuerte que los cimientos de la tierra. ¡Todos me amarán! ¡Y desesperarán!
     He pasado la prueba. Me someteré; partiré al Oeste, y seguiré siendo Galadriel.
     Frodo: No puedo hacer esto solo...
     Galadriel: Eres el portador del Anillo, Frodo. Llevar el Anillo de Poder conlleva estar solo. Esta misión te ha sido encomendada, y si tu no encuentras el camino... nadie lo hará.
     Frodo: Entonces sé lo que debo hacer. Solo que... tengo miedo de hacerlo.
     Galadriel: Hasta el más pequeño puede cambiar el curso del futuro.

     Saruman: ¿Cual fue el origen de los orcos? Dime, ¿sabes la respuesta? Fueron Elfos antaño. Capturados por los poderes oscuros, torturados y mutilados... una ruinosa y terrible forma de vida, y ahora perfeccionada. Mi guerrero Uruk-Hai, dime, ¿quién es tu señor?
     Lurtz: Saruman.

     Saruman: ¡Cazadlos! No paréis hasta encontrarlos. No conocéis el miedo. No conocéis el dolor. Os saciaréis de carne humana. Uno de los medianos carga con algo de gran valor. Traédmelo con vida, y de una pieza. Matad al resto.

     Galadriel: Adiós, Frodo Bolsón. Te entrego la Luz de Eärendil, nuestra más preciada estrella. ¡Namárië!
     Que ella te ilumine en los lugares oscuros cuando las demás luces se apaguen.

     Aragorn: Frodo. Los Argonath. Largo tiempo he deseado contemplar a los reyes antepasados, mis parientes.

     Aragorn: Cruzaremos el lago al anochecer. Esconderemos los botes y seguiremos a pie. Aguardaremos Mordor por el Norte.
     Gimli: ¡Oh sí! Muy fácil. Basta con encontrar el modo de atravesar Emyn Muil, un infranqueable laberinto de rocas afiladas como cuchillas. Y después de eso el camino es aún mejor, una infecta y apestada ciénaga, cuyo final la vista no logra alcanzar.
     Aragorn: Esa es nuestra ruta. Te sugiero que descanses y recuperes fuerzas, señor Enano.
     Gimli: Que recupere mis...
     Legolas: Hay que partir ahora.
     Aragorn: No. Los Orcos patrullan la orilla este. Esperaremos el cobijo de la oscuridad.
     Legolas: No es la orilla este lo que me preocupa... Una sombra y una amenaza han crecido en mi interior. Se avecina algo, lo presiento.
     Gimli: No, los enanos no necesitan recuperar fuerzas. No hagas ni caso pequeño hobbit.
     Merry: ¿Dónde está Frodo?

     Boromir: Ninguno deberíamos andar a solas. Y tú menos que nadie. Mucho depende de ti. Sé porque buscas soledad. Sufres, lo veo día a día. ¿Seguro que no sufres sin necesidad? Hay otras posibilidades, Frodo. Otros caminos posibles.
     Frodo: Sé lo que propondrías. Y parecería sensato si mi corazón no me previniera.
     Boromir: ¿Prevenirte? ¿Contra qué? Todos tenemos miedo Frodo, pero dejar que ese miedo nos domine destruye nuestra esperanza. ¿No lo ves? Sería demencial.
     Frodo: No hay otra opción.
     Boromir: Solo deseo un poder suficiente que defienda a mi pueblo. Si tú me dejaras el Anillo...
     Frodo: No.
     Boromir: ¿Por qué te alejas? ¡Yo no robo a nadie!
     Frodo: ¡No eres tu mismo!
     Boromir: ¿Cuántas son tus alternativas? ¡Te encontrarán! ¡Se llevarán el Anillo! ¡Y tú suplicarás tu muerte para no ver el final! ¡Necio! ¡No es tuyo! ¡Lo tienes por una infeliz casualidad! ¡Debería ser mío! ¡Dámelo! ¡Dámelo!
     Frodo: ¡No!
     Boromir: ¡Veo tu intención! ¡Le llevarás el Anillo a Sauron! ¡Nos traicionarás! ¡Irás a la muerte y nos arrastrarás a ella! ¡Maldito seas! ¡Tú y todos los medianos!
     ¿Frodo? ¿Frodo? ¡Qué he hecho! Por favor, Frodo.

     Aragorn: ¿Frodo?
     Frodo: ¡Ha cautivado a Boromir!
     Aragorn: ¿Dónde está el Anillo?
     Frodo: ¡Aléjate!
     Aragorn: ¡Juré protegerte!
     Frodo: ¿Incluso protegerte de ti mismo? ¿Tú lo destruirías?
     Aragorn: Habría ido contigo hasta el final. Hasta el fuego de Mordor.
     Frodo: Lo sé. Cuida de los otros, en especial de Sam. Él no lo entenderá.
     Aragorn: ¡Vete Frodo! ¡Corre! ¡Corre!

     Sam: ¡Señor Frodo!
     Lurtz: ¡Buscad al mediano! ¡Encontrad al mediano!
     Aragorn: ¡Elendil!
     Legolas: Aragorn, ¡vete!

     Merry: ¡Frodo!
     Pippin: ¡Aquí, rápido! ¡Vamos! ¿Qué esta haciendo?
     Merry: Se va.
     Pippin: ¡No!
     Merry: Pippin.
     ¡Corre Frodo! ¡Corre! (N. del T.: En el doblaje español, es la voz de Aragorn, en off, la que dice estas palabras)
     ¡Eh vosotros, por aquí!
     Pippin: ¡Eh! ¡Por aquí! ¡Aquí! ¡Funciona!
     Merry: Ya veo que funciona. ¡Corre!

     Legolas: ¡El cuerno de Gondor!
     Aragorn: ¡Boromir!

     Boromir: Han cogido a los hobbits.
     Aragorn: No te muevas.
     Boromir: ¡Frodo! ¿Dónde esta Frodo?
     Aragorn: Dejé que se fuera.
     Boromir: Hiciste lo que yo no pude hacer. Intenté arrebatarle el Anillo.
     Aragorn: El Anillo ya está fuera de nuestro alcance.
     Boromir: Perdóname. No lo vi venir... Os he fallado a todos.
     Aragorn: No, Boromir. Has luchado con valentía. Has conservado tu honor.
     Boromir: Déjalo, es el fin. El mundo de los hombres se deshace. Sucumbirán a la oscuridad. Y mi ciudad, ¡la destrucción!
     Aragorn: No sé cuanta fuerza corre ahora por mis venas, pero te juro que no permitiré que caiga la Ciudad Blanca; ni nuestro pueblo tampoco.
     Boromir: ¡Nuestro pueblo! ¡Nuestro pueblo!
     Te habría seguido, mi hermano, mi capitán, mi Rey...
     Aragorn: Ve en paz, hijo de Gondor.

     Frodo: (voz en off) Ojalá el Anillo nunca hubiera llegado a mi... Ojalá nada de esto hubiera ocurrido.
     Gandalf: (voz en off) Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado.
     Sam: ¡Frodo, no!
     Frodo: ¡No, Sam! ¡Vuelve Sam! ¡Partiré a Mordor yo solo!
     Sam: ¡Claro que irá! ¡Y yo iré con usted!
     Frodo: ¡No sabes nadar! ¡Sam!
     Sam: Hice una promesa señor Frodo. Una promesa. No le abandones Samsagaz Gamyi. ¡Y no pienso hacerlo! No pienso hacerlo.
     Frodo: Oh, Sam. Vámonos.

     Legolas: Si somos rapidos alcanzaremos a Frodo antes del anochecer.
     No piensas seguirle...
     Aragorn: Frodo y su destino ya no son asunto nuestro.
     Gimli: Entonces todo ha sido en vano... ¡La Compañía ha fracasado!
     Aragorn: No si nosotros seguimos unidos. No abandonaremos a Merry y a Pippin al tormento y a la muerte. No mientras nos queden fuerzas. Dejad todo lo que no sea indispensable. Viajaremos de día.
     ¡Vamos a cazar orcos!
     Gimli: ¡Bien!

     Frodo: Mordor... Espero que el camino de los otros sea más seguro.
     Sam: Trancos los cuidara bien.
     Frodo: No creo que los volvamos a ver.
     Sam: Quién sabe señor Frodo, ¡quién sabe!
     Frodo: Sam, me alegro de que estés conmigo...

FIN