De Daedor, el salinamiento del Mar y el nacimiento de las Estrellas y los Peces
Bonito relato breve de corte legendario que narra el destino de Daedor, origen, como indica el titulo, de la salubridad del mar y la aparición de las Estrellas y los Peces.
En una oscura noche de verano, la Luna se hallaba escondida entre las negras nubes veraniegas. Solo había luz gracias a los candiles de algunas personas que los dejaban encendidos para ahuyentar a un posible animal que entraran en sus pequeñas chozas. Un viento suave empezó a soplar, un viento con olor a mar, ya que se encontraba cerca, pero un viento un tanto especial, parecía ser intencionado, ya que solo se dirigía hacia la casa de Daedor. Él dormía, e inconscientemente tiro de la sabana que se encontraba a un lado de la cama, arrugada y hecha un lío, y se tapó lo mejor que pudo. De pronto, algo le hizo soñar, algo entro en el para hacerle soñar, algo agradable para muchos y desagradable para él, soñaba que en su choza, mientras dormía, alguien entro, alguien muy familiar y querido por el, y se sentó en su cama y le empezó a acariciarle la cara suavemente y unos labios rojos, se le acercaron a su oreja, mientras la larga melena le caía en la cara, le iban a decir algo, pero no, solo hacia como si hablara y enseguida se despertó de ese sueño, sobresaltado y con miedo, pero eso no fue todo, el viento que entraba en su casa, iba entrando cada vez con más y más fuerza y traía como un débil murmullo, el cual no entendía Daedor, el cual estaba intranquilo, sentando en su cama.
Ahora bien, el murmullo se hacia cada vez más entendible al oído humano, era una voz de una mujer joven y triste, la cual Daedor creía saber quien era, pero no quería hacerle caso, sentía mucha tristeza y miedo a la vez. Así que se acostó de nuevo en la cama, intentando dormir, cosa que no conseguiría si así se lo proponía. El viento, viendo que Daedor ignoraba las palabras que arrastraba, entro con mucha mas fuerza en la casa, apagando la pequeña llama del candil, inundando de sombras la choza, y tirándolo al suelo y convirtiéndose en mil pedazos empapados de aceite, entonces Daedor se levantó de un salto y se abrazo a el mismo, hacia mucho frió allí para ser verano, y de pronto, pudo oir nitidamente la voz que el ya sabia de quien era…
-Daedor, ven, ven a donde descanso-
Entonces, Daedor con los ojos humedecidos, adormecido y asustado, salió de su choza y anduvo horas hacia el sur, empujado por el viento, que lo acompañaba en todo momento , hasta llegar a la Playa Oscura, recibía ese nombre, porque la Luna nunca se asomaba allí, y las sombras vivían allí en la noche. Era una playa como otra cualquiera, con su agua dulce y su característico olor, algunas palmeras y grandes dunas, donde los niños, los pocos días que en verano podían ir a causa de lo lejos que se encontraba la playa, jugaban tirándose y dando vueltas y vueltas por ellas . Entró en la playa, y anduvo lentamente por la arena juguetona que se cuela por doquier, color oro y fría en la noche, hasta llegar a la arena dura y humedecida por el agua dulce del mar. Una vez allí, lejos de su casa, el viento lo abandono, y allí lo dejó, sin nadie cerca, de quien podría haber pedido ayuda, solo con el Mar y el murmullo monótono de las pequeñas olas que llegan a la orilla, produciendo una espuma de plata…
Allí, Daedor, sin saber que hacer se sentó en la arena húmeda y aguantando la humedad que se le filtraba por sus finos pantalones, y meditó sobre su vida, sobre su alegre niñez, sobre su esplendida juventud y sobre su desgraciada madurez, no podía seguir viviendo así, cada día que pasaba, se marchitaba mas, como una flor delicada en época de estío, el amor poco amor que le quedaba aun, se le iba convirtiendo en amargamiento y dolor, pero el no lloraba, ocultaba sus sentimientos y se mantenía firme por fuera, por dentro se iba desmoronando cada vez más y más.
Entonces, desesperado, se levanto, y alzando los brazos se puso a maldecir su mala vida y a todo lo que le rodeaba, a la gente, al Mar, a la Luna, y a la Tierra, todos, según él, tenían la culpa de su odiosa vida, pero no sabía que no estaba solo, la Luna, que todo lo ve en la noche, estaba escuchándolo y viéndolo todo, así que, enfadada e irritada por lo que le dijo Daedor, por primera vez ilumino toda la Playa Oscura, haciendo desaparecer las sombras con su blanca luz, y Daedor, asustado, no sabía que hacer, así que por miedo a que la Luna le hiciera algo, se adentro en el mar, y llegándole el agua por las rodillas se quedó inmóvil y se le corto la respiración por lo que podía ver, era ella, la que le susurro las palabras llevadas por el viento, era su amada que murió ahogada en esa playa hacia ya algunos años. ¿Cómo apareció allí? Su alma quedo atrapada allí y no seria libre hasta que no le diera el mensaje a su amado, y aquel día, le pudo comunicar el mensaje, y gracias a la Luna y a su luz, pudo hacerse visible y de nuevo le susurro algunas palabras:
-No te preocupes más por mí, siempre te he querido y te querré, ahora, vive tu vida-
Pero Daedor ya no tenia fuerzas para continuar viviendo, y callo hincando sus rodillas en el fondo, llegándole el agua por el pecho, y lloró, lloró todo lo que nunca había llorado, las lágrimas se le resbalaban por su cara cayendo como gotas de lluvia en el Mar, y así durante mas de una hora, las lágrimas producidas por esta triste desgracia salaron todo el Mar y lo que fue dulce entonces, se convirtió en salado, y la mayoría de los animales que vivían en el fondo marino, murieron a causa de esto, y Daedor, ya exhausto de llorar y cansado de la vida, hundió bajo el agua y pudo dormir para siempre y estar con su amada.
Ahora bien, la Luna observó toda esta desgracia, y se sintió culpable de la muerte de Daedor, y lloró lagrimas de plata, que se extendieron por todo el espacio, y se convirtieron en estrellas plateadas y luminosas, y otras lágrimas de plata cayeron al Mar, y se convirtieron en peces plateados, que en la noche, saltan fuera del agua brillando como la mas fina plata y se vuelven a sumergir, recordando a esta desgraciada pareja.
Esta triste historia, se sabe gracia a las Estrellas, que años mas tarde, supieron de esta historia, y formaron figuras para inmortalizarla, que se pueden ver en la Playa de las Lágrimas, es el nombre que recibió la Playa Oscura después de este suceso.
Ahora bien, el murmullo se hacia cada vez más entendible al oído humano, era una voz de una mujer joven y triste, la cual Daedor creía saber quien era, pero no quería hacerle caso, sentía mucha tristeza y miedo a la vez. Así que se acostó de nuevo en la cama, intentando dormir, cosa que no conseguiría si así se lo proponía. El viento, viendo que Daedor ignoraba las palabras que arrastraba, entro con mucha mas fuerza en la casa, apagando la pequeña llama del candil, inundando de sombras la choza, y tirándolo al suelo y convirtiéndose en mil pedazos empapados de aceite, entonces Daedor se levantó de un salto y se abrazo a el mismo, hacia mucho frió allí para ser verano, y de pronto, pudo oir nitidamente la voz que el ya sabia de quien era…
-Daedor, ven, ven a donde descanso-
Entonces, Daedor con los ojos humedecidos, adormecido y asustado, salió de su choza y anduvo horas hacia el sur, empujado por el viento, que lo acompañaba en todo momento , hasta llegar a la Playa Oscura, recibía ese nombre, porque la Luna nunca se asomaba allí, y las sombras vivían allí en la noche. Era una playa como otra cualquiera, con su agua dulce y su característico olor, algunas palmeras y grandes dunas, donde los niños, los pocos días que en verano podían ir a causa de lo lejos que se encontraba la playa, jugaban tirándose y dando vueltas y vueltas por ellas . Entró en la playa, y anduvo lentamente por la arena juguetona que se cuela por doquier, color oro y fría en la noche, hasta llegar a la arena dura y humedecida por el agua dulce del mar. Una vez allí, lejos de su casa, el viento lo abandono, y allí lo dejó, sin nadie cerca, de quien podría haber pedido ayuda, solo con el Mar y el murmullo monótono de las pequeñas olas que llegan a la orilla, produciendo una espuma de plata…
Allí, Daedor, sin saber que hacer se sentó en la arena húmeda y aguantando la humedad que se le filtraba por sus finos pantalones, y meditó sobre su vida, sobre su alegre niñez, sobre su esplendida juventud y sobre su desgraciada madurez, no podía seguir viviendo así, cada día que pasaba, se marchitaba mas, como una flor delicada en época de estío, el amor poco amor que le quedaba aun, se le iba convirtiendo en amargamiento y dolor, pero el no lloraba, ocultaba sus sentimientos y se mantenía firme por fuera, por dentro se iba desmoronando cada vez más y más.
Entonces, desesperado, se levanto, y alzando los brazos se puso a maldecir su mala vida y a todo lo que le rodeaba, a la gente, al Mar, a la Luna, y a la Tierra, todos, según él, tenían la culpa de su odiosa vida, pero no sabía que no estaba solo, la Luna, que todo lo ve en la noche, estaba escuchándolo y viéndolo todo, así que, enfadada e irritada por lo que le dijo Daedor, por primera vez ilumino toda la Playa Oscura, haciendo desaparecer las sombras con su blanca luz, y Daedor, asustado, no sabía que hacer, así que por miedo a que la Luna le hiciera algo, se adentro en el mar, y llegándole el agua por las rodillas se quedó inmóvil y se le corto la respiración por lo que podía ver, era ella, la que le susurro las palabras llevadas por el viento, era su amada que murió ahogada en esa playa hacia ya algunos años. ¿Cómo apareció allí? Su alma quedo atrapada allí y no seria libre hasta que no le diera el mensaje a su amado, y aquel día, le pudo comunicar el mensaje, y gracias a la Luna y a su luz, pudo hacerse visible y de nuevo le susurro algunas palabras:
-No te preocupes más por mí, siempre te he querido y te querré, ahora, vive tu vida-
Pero Daedor ya no tenia fuerzas para continuar viviendo, y callo hincando sus rodillas en el fondo, llegándole el agua por el pecho, y lloró, lloró todo lo que nunca había llorado, las lágrimas se le resbalaban por su cara cayendo como gotas de lluvia en el Mar, y así durante mas de una hora, las lágrimas producidas por esta triste desgracia salaron todo el Mar y lo que fue dulce entonces, se convirtió en salado, y la mayoría de los animales que vivían en el fondo marino, murieron a causa de esto, y Daedor, ya exhausto de llorar y cansado de la vida, hundió bajo el agua y pudo dormir para siempre y estar con su amada.
Ahora bien, la Luna observó toda esta desgracia, y se sintió culpable de la muerte de Daedor, y lloró lagrimas de plata, que se extendieron por todo el espacio, y se convirtieron en estrellas plateadas y luminosas, y otras lágrimas de plata cayeron al Mar, y se convirtieron en peces plateados, que en la noche, saltan fuera del agua brillando como la mas fina plata y se vuelven a sumergir, recordando a esta desgraciada pareja.
Esta triste historia, se sabe gracia a las Estrellas, que años mas tarde, supieron de esta historia, y formaron figuras para inmortalizarla, que se pueden ver en la Playa de las Lágrimas, es el nombre que recibió la Playa Oscura después de este suceso.