Aerin
Cuando Legolas, Gimli y Aragorn se dirigen a la batalla, mientras cruzan el bosque de Firien son abordados por Aerin Tasartir Alcarin... ¿quién es Aerin? Aerin es la protagonista de una historia de la que ya podéis leer el primer capítulo.

Capítulo 1. En el bosque de Firien

Legolas, Trancos (a quien algunos llaman Aragorn) y Gimli el enano hijo de Glóin avanzan por el bosque de Firien tras a ver dejado atrás a Gandalf. Es necesario que lleguen a la batalla antes que el enemigo. De repente en un claro del bosque una flecha hace pararse al caballo de Trancos. La flecha ha sido perfectamente tirada ya que un milímetro más atrás abría causado una herida mortal al caballo de éste. Los tres valientes guerreros se detienen intentando averiguar quien a podido disparar la flecha y desenvainan sus respectivas armas. De repente una voz habló proveniente de la copa del árbol más cercano:
- Vaya, tres viajeros. Un elfo, un enano y un montaraz. ¿Buscáis riquezas? A partir de ahora tendréis que buscarlas porque todo lo que tengáis va a pasar a ser parte de Aerin Tasartir Alcarin, pero no os preocupéis sabré cuidarlo bien, sobre todo si es oro. -
- Pero vos que vais a robarnos si sois una, una... dama. - dijo Gimli
- Nada tiene eso que ver. Entregadme vuestras pertenencias. - dijo Aerin
Trancos desenvaina su espada pero Legolas lo detiene con un movimiento de la mano.
- Vos pertenecéis al reino del bosque si no me equivoco. - dijo Legolas con una sonrisa.
- ¿Cómo lo sabéis?¿ Quién sois? - preguntó Aerin asustada.
- Porque yo soy Legolas, hijo de Thranduil y creo haber visto vuestra cara alguna vez en el reino de mi padre y vos sois un elfo, eso está claro. - dijo Legolas.
- Yo... lo siento mi señor y también pido disculpas a sus amigos. - dijo Aerin como acongojada.
- Bien y ahora creo que deberíamos continuar con nuestro viaje, nuestros asuntos son importantes - dijo Aragorn - no perdamos más...
Pero su frase es interrumpida. Aerin y Legolas giran los dos la cabeza al mismo tiempo hacia el fondo del bosque y Legolas invita a sus amigos a callarse con un movimiento de la mano. Instintivamente los dos cogen una flecha y la ponen rápidamente en sus respectivos arcos.
- ¿Qué ocurre? ¿El enemigo ataca? - dijo Gimli aferrando su hacha.
- Orcos - respondió Aerin - Como diez orcos se acercan hacia aquí.
- ¿Diez orcos? No podremos con ellos. - dijo Trancos.
- Sí, si ellos no nos ven - dijo Aerin- a las copas de los árboles.
Trancos ató los caballos en un lugar no visible desde el camino y  ayuda a Gimli a escalar un árbol junto a él y Legolas y Aerin se colocan en el árbol desde donde Aerin los atacó. Legolas descubre que su copa está llena de sacos y que a su lado hay dos cuchillos que Aerin también debe utilizar. Todos aguardan en silencio y de repente el sonido de los cascos suena para todos y al momento diez orcos tal y como dijo Aerin aparecen cabalgando como si fueran un pelotón de exploración. En el momento en que el primero pasa por debajo de la copa del árbol en el que se encuentran Trancos y Gimli una espada surge de la copa y le hiere en la cabeza. Aprovechando un momento de desconcierto en el que los orcos se encuentran desorientados surgen dos flechas del árbol en el que están Aerin y Legolas y matan a dos orcos.
- ¡Dos menos! - exclama Gimli contento - Ahora me toca a mí.
Y tira su hacha causándole una herida mortal a un orco en la cabeza. Uno de los orcos intenta apoderarse del hacha de Gimli pero surge una tercera flecha que consigue matar a dicho orco y los demás huyen por el lugar por donde han venido.
- Fantástica idea, Aerin - dice Trancos.

Entonces, Legolas se lleva a sus compañeros aparte y les dice:
- Vosotros no lo habéis visto, pero Aerin es una excelente arquera, disparó una de las flechas que mató a los orcos y fue lo suficientemente rápida para disparar la flecha que mató al orco que intentó apoderarse del hacha de Gimli. Creo que deberíamos dejar que nos acompañara aunque no supiese nada del anillo y nos ayudara en el abismo de Helm. Ya veis que gracias a ella no caímos en la emboscada de los orcos. ¿Qué me decís?. -
- Estoy de acuerdo pero no sabrá nada sobre el anillo y sólo irá si ella quiere además nadie sabe que una dama nos acompaña así que sería útil para hacernos pasar por quienes no somos. - dice Trancos.
- Si la dama ha salvado mi hacha es digna de mi confianza - dice Gimli.
Los tres regresan hacia donde se encuentra Aerin que se examina una herida que tiene en un brazo probablemente fruto de otro ataque anterior de los orcos.
- Aerin, no hemos olvidado la emboscada de antes. - dice Legolas - pero...
Se detiene porque Aerin se ha arrodillado y dice :
- Lo siento muchísimo, mi señor pero tengo siete hermanos que alimentar y desde que un jinete negro pasó por nuestra casa, mi padre se negó a recibirlo y arrasó nuestro campo no tenemos nada con lo que sobrevivir salvo lo que yo robo. -
Después dice:
- Siento mucho lo que voy a hacer, de verdad no piense que no le respeto pues mi padre siempre me ha hablado de su familia pero es la única manera...
De repente, se interrumpe y le asesta a Legolas un golpe seco en la parte interior de las rótulas que le hace perder el equilibrio y caerse, después sale corriendo.
- Jajajaja, creo que al elfo le han dado una pequeña lección de humildad - dice Gimli sin poder contenerse.
Pero Legolas se ha levantado rápidamente saca una flecha de su carcaj apunta y... el ruido desgarra el aire, la flecha pasa justo rozando la oreja derecha de Aerin que vuelve lentamente.
- Lo siento muchísimo pero temía que esto pasase - dijo avergonzada.
- Aerin, nos has demostrado que eres muy buena guerrera y nos gustaría que nos acompañaras en nuestro viaje, si fracasamos, probablemente moriremos, pero si triunfamos tendremos riquezas para que puedas alimentar a tu familia durante los años venideros. ¿Qué nos respondes? - dice Trancos.
- Nada tengo que perder pues probablemente peor de lo que estamos no podríamos estar así que acepto unirme a vosotros sobre todo si mi arco y mis flechas pueden ayudar a mi señor - dice Aerin convencida.
- Partamos pues, ya hemos perdido demasiado tiempo y esto podría retrasarnos en nuestra llegada. - dice Gimli despreocupado.
- ¿Cuál es el motivo de vuestro viaje? - pregunta Aerin a Trancos.
- Son motivos de vuestro señor que no comprenderías. - responde misterioso.
- Esperaba que vos me los contaseis pero intuyo algo. - dice Aerin con una mirada misteriosa.
- ¿Qué es lo que intuís? - pregunta Trancos preocupado.
- Bueno, no es lo que yo intuya es lo que se cuenta. El  reino del bosque es un hervidero de rumores desde que nuestro señor partió hacia el Concilio de Elrond. - dice Aerin.
- ¿Cómo sabéis que participé en el Concilio de Elrond? - pregunta Legolas asombrado - creí que nadie salvo mi padre lo sabía.
- Bueno, no es que yo sepa que usted participó en el Concilio de Elrond si no que sí  sabía que partisteis hacia Rivendel y no era un misterio que allí se celebraría un Concilio para hablar de...  bueno, ustedes ya saben el Anillo Único - dijo Aerin bajando la voz.
- ¿Qué sabéis del Anillo Único? - preguntó Trancos sorprendido.
- Poca cosa. Yo siempre pensé que era una leyenda. Sé que fue forjado junto a los demás por Sauron y que con él el control de la Tierra Media sería suyo en cuestión de tiempo. - dice Aerin.
- Es suficiente. Pues nosotros tratamos de protegerlo y ahora un gran peligro se cierne sobre Rohan que es hacia donde nos dirigimos. - dice Trancos - Yo soy Aragorn hijo de Arathorn y él es Gimli hijo de Glóin.
- Aerin Tasartir Alcarin hija de Eradan Anárion Tasartir y me encantaría ayudar a tan nobles caballeros y acompañarles en su empresa. - dijo Aerin orgullosa.
- Nos encantará tenerte entre nosotros - dice Trancos.
- Hay alguien muy silencioso en toda esta conversación que tiene que decir "mi señor" en todo esto. - dice Gimli riéndose - siempre me han gustado las damas sumisas pero ésta es toda ella una contradicción.
A esto, Legolas y Aerin dirigen una mirada severa y penetrante a Gimli. La de Legolas es dura y amenazante, la de Aerin avergonzada pero reprendedora.
Durante toda esta conversación, Gimli y Legolas han desatado los tres caballos escondidos en el claro y Aerin ha montado en el caballo de Trancos, el que menos peso tiene.
No continúan hablando hasta que al dejar un recodo del camino que sale del bosque divisan la fortaleza de la ciudad de Rohan.
- Sólo había estado en Rohan una vez y en verdad que es una ciudad muy bella - dice Aerin fascinada por la ciudad.
Cuando llegan a la ciudad, cruzan la puerta y son recibidos por Théoden estalla un jolgorio entre los campesinos. Mientras Théoden pone al corriente a Trancos y Legolas sobre los últimos acontecimientos un elfo de muy corta edad cruza la puerta. Aerin lo mira asombrada. Trancos se apresura a hablar con él pero Legolas se le adelanta.
- ¡Alto! No debemos precipitarnos - dice convencido - podría ser una ilusión de Saruman. Pensadlo, un niño al que no conocemos de nada, se presenta aquí ¿qué quiere? Yo creo - dice sacando su arco y una flecha - que deberíamos hacerle si acaso unas preguntas.
Todo se produce muy rápido. De repente Aerin saca una flecha de su carcaj prepara su arco y al momento está apuntando la garganta de Legolas.
- Y yo creo, no, afirmo que si le hacéis algo a mi hermano no se yo, pero vos no lo contaréis, mi señor. - dice esto con una rudeza increíble en sus ojos
- Ah, esto... es... él....yo... no....¿es vuestro hermano? - dice Legolas azorado.
- Sí - dice Aerin tirando el arco y corriendo a abrazarlo.
- Aerin, papá estaba preocupado porque no tenía noticias tuyas y me mandó venir a Rohan con el cargamento del viejo Haldor para intentar averiguar noticias tuyas. - dice su hermano.
- No te preocupes por mí y dile a papá que estoy ayudando a la Tierra como él siempre dice, pero debes volver esta misma noche a casa con el cargamento de vuelta del viejo Haldor ¿me lo prometes? - dice Aerin con la ternura en sus ojos.
- Prometido hermanita, me parece muy bien lo que estás haciendo. - dice el pequeño elfo admirado.
- Bien ahora creo que querréis descansar hasta que el mensajero que enviamos regrese con noticias y entonces decidamos lo que debemos hacer. Tengo otros huéspedes, reyes que vienen a ofrecerme su ayuda y a charlar conmigo de los tiempos que corren pero creo que tengo para vosotros por lo menos dos habitaciones. - dice Théoden.
Aerin y Legolas pasaron la tarde entrenándose y Aerin puso al corriente a Legolas sobre lo que había pasado en el reino del bosque durante su viaje. Gimli conoció a Éowyn dama de Rohan y Gimli "ayudó" en las cocinas con el banquete de cena que tendría lugar aquella misma noche.
Durante el banquete Trancos dijo a Aerin:
- Poco sabemos de ti, aunque lo necesario, ¿no querrías contarnos alguna historia que conozcas?.
- Bueno, esto es lo que un mago dijo a un antepasado mío cuando le preguntó por el futuro de sus generaciones venideras en mi familia es un canto y lo cantamos por la noche en las fiestas.
Y entonó un canto que decía así:

Viejo mago, viejo mago
Yo quisiera acudir a vos
Mi futuro es incierto
¿Qué podéis decirme de él?

Se que estás casado,
Y que tienes hijos
¿Qué más quieres saber?
Gilbereth te ha dado,
¿Qué más quieres tener?

Mi futuro, mi futuro,
¿Qué será de él?
¿Qué podéis decirme?
¿Qué podéis ver?

Tendrás mucha descendencia
Y una de tus descendientes
Vuestra estirpe salvará
De ser pobres parientes

Se casará con un príncipe elfo,
Cuando la Tierra Media estuvo a punto de acabarse,
Serán muy felices
Esta historia empezará con tres montaraces

Pero has de saber que esto no sucederá hoy ni mañana
Sino cuando el tiempo lo decida
Pero la futura princesa
Vivirá rodeada de dicha

- Podríais ser vos.... si os casaseis con Legolas - dice Gimli riendo.
- Dudo que eso sea posible. - dice Legolas
- Tenéis razón mi señor, yo nunca os tomaría por esposo. - dice Aerin molesta.
Dichas estas palabras se levanta de la mesa mientras Legolas la mira asombrado y Gimli se ríe.
- Tiene genio, la fierecilla - dice.
- Bueno, y creo que es un buen momento este para terminar la velada, mañana puede que nos espere un día duro y debemos descansar. - dice Théoden.
Un elfo, acompaña a Gimli y a Aragorn a sus habitaciones y conduce a Legolas a la suya que por falta de espacio comparte con Aerin.
- Siento si os herí con mis palabras, no era mi intención. - dice Legolas avergonzado.
- Claro, los príncipes no tenéis que ocuparos de nada, es muy raro que un criado no haya traído las disculpas de vuestra parte en vez de vos. - dice Aerin.
Aerin deshace su cama para meterse en ella pero Legolas se tira en la colcha directamente.
- Mi señor,¿ puedo haceros una pregunta? - dice Aerin mientras deshace la cama.
- Claro, ¿qué se os ofrece? - responde Legolas
- ¿Amáis a alguien? - pregunta Aerin azorada
- Podría ser, no estoy seguro, pero ella... bueno no le agrado mucho - dice él
- ¿Es una princesa? - pregunta Aerin
- No. Pero ella jamás pensaría en mí. Es demasiado...humilde para pensar en ello. - dice Legolas - ¿Y vos Aerin, amáis a alguien?
- Sí, mi señor. Pero... a mí me pasa al contrario que a vos, él es ....como un objetivo inalcanzable. Es de un rango mucho mayor que el de una campesina. Si le dijese algo, probablemente me mandaría a volver a asaltar caminos. -
- Deberíamos dormir. - dice Legolas
- Sí, será lo mejor -
Y ya nada más ocurrió hasta que el grito de un orco desgarró la noche y perforó los oídos de los dos elfos que dormían.