Muchas de las historias escritas en el Libro Rojo, que Frodo llevó a Bilbo sobre el día de su partida de Hobbiton hasta el encuentro con Trancos, no son del todo exactas. Por un olvido que se acostumbra a suceder, Frodo no contó que en su estancia en El Poney Pisador conoció a un Enano de Erebor, la Montaña Solitaria, al este de las Montañas Nubladas que estaba de viaje por causa de negocios en Bree. Lo que sucedió en la taberna se cuenta aquí.
Después de hablar con el posadero, se fue con Sam, Merry y Pippin a la Sala Común donde los viajeros descansaban por un momento a divertirse. Al acomodarse en una de las mesas, les llevaron la cena y un poco de cerveza. Después de haber comido algo bueno como el día que dejaron la casa de Tom, Merry y Pippin no tardaron en introducirse en la multitud mientras que Sam se fue al establo para comprobar si los poneys estaban bien. Ahora, Frodo se encontraba sentado, pensando en si le habría ocurrido algo malo a Gandalf porque no era normal en él que tardara sabiendo el asunto del Anillo. Absorto en sus pensamientos, tuvo una sensación extraña, como si alguien le mirase. Al darse la vuelta, vió que estaba un Enano mirándole. Aquel Enano no dejó de mirarle y al cabo de poco, se le acercó hasta tenerle delante.
El Enano era de un metro veinte de estatura, larga barba morena y ojos negros. Vestía con una chaqueta de cuero encurecido, con unas botas negras y grandes que no se le veían los pantalones y ceñía un cinturón grueso. Al contemplarlo, el Enano se puso a hablarle.
- Buenas noches tenga usted Maese hobbit.- saludo el Enano -.¿Es la primera vez que viene por aquí?.
- Si.- contestó Frodo sorprendido -. Hoy he llegado con mis compañeros de viaje. ¿Cómo es que hace esta pregunta?.
- Verá, llevo 9 días despachando asuntos de negocios en este lugar y conozco a la gente de por aquí, de simple vista. A usted es la primera vez que le veo. ¿Viene de la Comarca señor...?- pregunto el enano.
- Sotomonte.- dijo Frodo -. Mi nombre es Sotomonte.
Entonces , el enano se soprendió al oir el nombre.
- Vaya.- comentó -. Creí por un momento que vos erais un familiar de Bilbo Bolsón, no sé por qué pero hay algo en usted que le hace parecer al señor Bilbo.
Frodo se puso nervioso, pero lo pudo disumular. Creyó por un momento que el nombre que se había dado a sí mismo no había acabado de funcionar. Pero aún así, tubo suerte y se lo creyó.
- En fin, si vois os llamais Sotomonte, ese es vuestro nombre.- Dijo el Enano -. Górin Yelmodragón es mi nombre.
Se balanceó haciendo un reverencia mostrando respeto, como es costumbre entre encuentros con Medianos y Enanos.
- Encantado de conocerle señor Górin.- dijo Frodo -. Pocas veces se puede hablar con una persona que no te mire con desprecio. Respeto a la pregunta de antes, soy de la Comarca y vivo en una casa de Cricava, cerca de Los Gamos.
- ¿Entonces, conoce la Montaña Solitaria?.- preguntó -. Pués de ahí soy. Mañana parto de regreso a Erebor... . Dentro de poco volveré a mi hogar.
A Frodo le pareció ver en la cara del Enano le sonaba como un recuerdo muy lejano, como si fuera una edad que no oía un palabra tan hermosa para él.
- Veo que echais de menos vuestro hogar.- comentó Frodo viendo la cara de felicidad de Górin. ¿Por qué no os sentais y hablemos de cosas que nos interesan a ambos?
Durante mucho rato, fueron hablando de historias contadas de como Bilbo y los 13 Enanos llegaron a la montaña, donde vivía antes el dragón Smaug. A Górin le gustaba hablar de las riquezas de su gente y sus mansiones que habían. Pero a Frodo no le importaba mucho ya que le gustaba hablar con alguien del lugar en que Bilbo estuvo hace tiempo atrás.
Cuando llegó Sam, Górin se despidio de Frodo.
- Siento no quedarme aquí y seguir hablando con usted.- dijo -.Pero mañana me espera un día largo y tengo que descansar para tener nuevas fuerzas para el viaje.
- Yo también siento que no podais quedaros más.- dijo Frodo -. Pero me alegro de haber hablado con alguien de tan lejos.
- Gracias y que tenga una buna estancia aquí con sus amigos de viaje. - dijo Górin, deseándoles lo mejor -. En fin, siento no poder conoceros Amigo de Sotomonte, quiza algún día nos encontremos en algún lugar y podamos hablar
- Yo también lo espero señor Enano.- dijo Sam -. Eso espero.
Después de aquel encuentro, Górin se dirigió por la mañana al este y llego a Erebor. Un tiempo más tarde, durante la Guerra del Anillo, permaneció en la montaña, protegió su hogar de los ejercitos de Orcos y Hombres Salvajes del Este de Sauron. Al terminar la Tercera Edad, Górin ganó renombre entre los suyos por haber luchado tan valientamente y fue recompensado por sus servicios y vivió feliz hasta el fin de sus días.