En un hermoso lugar,
Hace un tiempo atrás,
A las orillas del mar,
En la Bahía de Belfalas.
Una maravillosa historia,
Ahí tomo lugar.
En tiempos en que reinaba la paz,
Un hombre y una elfa se hundieron,
En un amor que ni el más mordaz
Podría alguna vez quebrantar.
Elleon, la bella princesa
Del país de Rhovanion.
Ella, con su inmortal belleza
Enamoro al heredero Agathron.
En un día de sol
Las playas ella merodeaba.
Con su arco y su flecha veloz,
Con sus ojos elficos vigilaba.
Cuando de repente varios orcos
En grandes barcazas aparecían.
Eran los servidores de Mordor,
Que de seguro al majestuoso país atacarían.
¡Yrch! Melleth desesperada gritó.
¡Los orcos! Ella repitió.
La paz en esta tierra,
Por ahora, ya acabó.
Los soldados gondorianos
Poco a poco fueron llegando
Con las armas en las manos,
Valientemente batallando.
Guiando a estos valientes hombres
El heredero al trono al frente iba,
Agathron lucia seguro,
Pero por dentro él temía.
Después de tanto batallar
La triste tragedia sucedió.
Como un arpa que tiene que callar,
La bella Elleon ahí pereció.
Un malvado Uruk-Hai
Con una flecha de hierro
Por detrás la atacó.
Agathron en su gran destierro,
A su princesa tristemente miró.
Agathron al Uruk-Hai mató
Pero sin embargo nunca
El amor de su amada devolvió.
Los elfos que ahí estaban
En una depresión profunda cayeron
Ellos juntos lloraban,
Su princesa al cielo encomendaron.
Sin su valiente arquera
El arco no volvería a cantar
¡como yo quisiera
Oír de nuevo esa flecha silbar!
En la bahía de Belfalas
Esta triste historia ocurrió.
La ágil y bella princesa
En Gondor pereció.
El príncipe solo se quedó,
Solo entre las olas,
Lamentando a su amor.