LECCIÓN DIECIOCHO:
Pronombres independientes. / Verbos impersonales. / Verbos de raíz u-. / Los diferentes usos de lá:
PRONOMBRES INDEPENDIENTES:
(inevitablemente ligados al desarrollo de cierta oscura 2ª persona)
Ya hemos visto todos los pronombres. Sin embargo, el Quenya tiene también pronombres que aparecen como palabras independientes. Algunos de ellos son enfáticos; el pronombre aparece como una palabra separada con el fin de poner un énfasis especial. Estos pronombres enfáticos se tratarán en la siguiente lección. En esta, nos vamos a concentrar en los elementos pronominales independientes más simples.
Ya hemos citado algunas oraciones Quenya que incluyen el pronombre dativo nin "para mí". La terminación -n del dativo, se añade en este caso a ni "yo", que se encuentra contrastado en la "oración Ártica" mencionada en "Las Cartas de Navidad del Padre" (aunque este trabajo de Tolkien se publicó póstumamente y nada tiene que ver con el mito de Arda, es claramente una forma Quenya). La parte importante de esta oración es: ni véla tye "te veo". El verbo "ver" es vel- y no cen- (en este caso) (¿será "ver" en el sentido de "encontrar"?), pero es más señalable el hecho de que para definir al sujeto "yo", se haya usado el pronombre independiente ni en lugar de la terminación -n o -nyë. No parece haber una razón obvia para esta desviación del sistema normal. Podríamos deducir que, dado que la audiencia natural de Las Cartas de Navidad del Padre eran los niños más pequeños, pudo ser un intento de "simplificar" el lenguaje a fin de hacerlo más fácil de comprender. Debido a que la última parte de la "oración Ártica" emplea una construcción gramatical bastante compleja que además, no tiene contrapartida en nuestro idioma, ni traducción posible alguna, difícilmente podemos hablar no obstante, de "simplificación" del lenguaje. Para definir "yo" como sujeto, se acostumbra a emplear la terminación -n(yë) añadida al verbo, pero la palabra independiente ni es también una forma válida. Destacamos que en uno de los borradores del propio Tolkien de la Declaración de Elendil, la palabra final maruvan "yo permaneceré/moraré", aparece como nimaruva, usando a ni- "yo" como prefijo: SD:56 (sin embargo, puede que la idea del sujeto como prefijo fuera abandonada más tarde; no existe ninguna evidencia post-LotR en la que estos prefijos se hayan publicado. Si yo hubiera usado el pronombre independiente ni en vez de la terminación -n, lo hubiera escrito separado: ni maruva).
Además de ni, existe un manojo de otros pronombres independientes comprobados. Uno de ellos es ta, que significa "ello" o "eso" (ver Etym, entrada TA-; el demostrativo tana "eso", está relacionado con esta forma). Una fuente relativamente antigua, sugiere que puede llevar terminaciones de caso. La columna Koivienéni, publicada en VT#27 no es enteramente Quenya estilo LotR, pero la frase corta Orome tanna lende (traducida como: "Orome vino allá"), puede mantenerse como una forma válida por lo que conocemos de las últimas fuentes en lo que se refiere a la evolución del "Qenya" hacia el Quenya. La palabra tanna "allá", parece ser ta "eso, ello" con una terminación alativa regular añadida: -nna. Así pues, "a ese [sitio]" = "allá".
En Namárië aparece un pronombre independiente en la frase imbë met "entre nosotros". Este es un pronombre dual que se refiere a Galadriel y Varda, recibiendo correctamente met la terminación -t del dual (también aplicable a los nombres), para indicar que son dos las personas involucradas o atañidas. Dejando la forma en me tan solo se hubiera cubierto la opción "nosotros ambos" (forma del sujeto) y "nuestro de ambos" (forma del objeto). En nuestro ejemplo, es un "nosotros/nuestro" exclusivo, que corresponde a la terminación -nmë estrechamente relacionada como se ve con facilidad. La parte a la que se dirige no está incluida (Galadriel está cantándole a Frodo sobre sí misma y sobre Varda). Me está también contrastado en su forma dativa con la terminación -n del dativo añadida: men "para nosotros, a nosotros".
La terminación -lyë "tu" corresponde al pronombre independiente le, el cual estaba presente ya en las primeras formas del élfico (WJ:363). En Sindarin se ha perdido, pero precisamente esa circunstancia es la que nos permite asegurar que sobrevivió en Quenya: en sus notas sobre el himno Sindarin "A Elbereth Gilthoniel", Tolkien explicó que la 2ª persona "reverencial" del pronombre le, aparecía en este texto de los elfos-grises'>Elfos Grises que fue "prestado" al Quenya (RGEO:73).
En Cormallen, las multitudes aclaman a Frodo y a Sam con las palabras a laita te, laita te traducidas en Cartas:308 como "bendecidlos, bendecidlos". Así pues, tenemos a te como objeto pronombre independiente "a ellos" (gracias a la Alabanza de Cormallen disponemos también de la terminación -t (que ya vimos) en laituvalmet "les alabaremos a ellos". Presumiblemente el pronombre te y la terminación -t están relacionados). Aunque seguramente te pueda usarse también como forma del sujeto (ellos), no está por desgracia confirmado este extremo.
Posiblemente te estará relacionado con ta "eso, ello" que hemos visto antes: puede ser perfectamente que ta recibiera antiguamente la terminación -i del plural y la forma resultante fuera el plural de "ese" (así pues, el significado sería algo como "esos [algunos]", o efectivamente "de ellos". Según esta teoría la forma te es simplemente la forma sin énfasis de tai -de los adjetivos terminados en -a que llevan sus plurales terminados en -ë, simplificado de la forma antigua -ai-). Una comprobación directa de la forma tai se refleja en VT42:34, donde el contexto permite la interpretación literal "aquellos" (ver más adelante). La forma dativa "para ellos, a ellos" sería tien. Esto podría perfectamente representar al viejo taien, formado por tai "aquellos"+la vocal conectora -e-+la terminación -n del dativo. En esta posición el diptongo -ai- se reduce a -e-, y como taien es consecuentemente un "morfema" de te`en = tëen, y esta es una forma inestable, se convertiría en tien por el mismo mecanismo por el que (laureai>)laurëe se convierte en laurië (la forma plural del adjetivo laurëa "dorado/a"). Aceptamos que el alativo "a (hacia) ellos" es tienna, mientras que el ablativo "de ellos" es tiello. Estas formas coincidirían con las correspondientes del nombre tië "camino", pero en el contexto deberíamos ser capaces de darle el significado correcto.
Otro objeto pronombre consolidado es tye traducido como "tu". Ya distinguimos la frase ni véla tye "te veo" de la "oración Ártica". Otras comprobaciones vienen de una fuente que es definitivamente más Quenya, o por lo menos, "Qenya": en LR:61, Herendil se dirige a su padre Elendil con las palabras: atarinya tye-mélanë "mi padre, te amo", a lo que responde Elendil: a yonya inyë tye méla "y yo también hijo mío, te amo". Aquí hay algo extraño (-në se usa en lugar de -nyë o -n como terminación pronominal "yo" en la primera oración), ya que está claro que tye es el objeto pronombre "tu, a ti", y esto probablemente sea una forma válida también para el Quenya estilo LotR.
Llegados a este punto, deberíamos advertir que el Quenya tiene (al menos) dos juegos de pronombres de segunda persona. El objeto pronombre tye no es compatible con la terminación -l(yë) o el correspondiente pronombre independiente le, aunque todos ellos puedan traducirse como "tu". Distinguiremos entre las "formas L" que representaran a la terminación -l(yë) y al pronombre independiente le, y las "formas T" representadas por el objeto pronombre tye y también por el verbo terminado en -t ejemplificado en WJ:364 (hay más cosas sobre este último en la siguiente lección; no confundirlo con -t "de ellos/a ellos" como en laituvalmet "los bendeciremos/alabaremos"). Todos estos pronombres y terminaciones dan la idea de "tu, ti", pero Tolkien parece haber cambiado de idea e intentado hacer consistente la diferencia básica entre las formas T y las formas L. En la Lección Ocho, citamos un pasaje que estaba traducido originalmente en los apéndices de LotR, pero que no estaba incluido en el episodio allí presentado: Tolkien estableció que: "...todas estas lenguas...no tenian originalmente diferencias entre el singular y el plural de los pronombres de segunda persona; pero tenían diferencias muy marcadas entre la forma `familiar` y la forma `cortés`" (PM:42-43).
Bajo este esquema las formas L representarían la forma "cortés" de "tu" (usted), mientras que las formas T señalarían una forma "familiar, íntima" de "tu", usada para dirigirse a amigos cercanos y miembros de la familia. Esta teoría estaría de acuerdo con esta evidencia: en Namárië, Galadriel usa con toda naturalidad la forma L cuando cortésmente se dirige a unos relativamente extranjeros como eran Frodo y Sam, en Sindarin con un le "prestado" al Quenya y usado como un "usted" reverencial y singular (como en el himno A Elbereth Gilthoniel, donde Varda es la parte mencionada). Por otro lado, Herendil habría usado evidentemente una forma T (tye), cuando se dirigió a su propio padre. Cuando Tolkien tradujo tye en el último ejemplo como "tu/a ti" en vez de "usted", lo hizo seguramente con la intención de darle un tinte más íntimo, menos solemne (aunque equivocadamente, podría haber usado también "tu, a ti" para representar una forma "cortés" (usted); efectivamente así es como tradujo a ambos en Namárië y en A Elbereth Gilthoniel).
Lo que no encaja demasiado bien con esta reconstrucción, es el hecho de que en WJ:364 Tolkien parece implicar que las formas L representan un plural "vosotros", mientras que las formas T se mantienen para el singular "tu", contrastando bruscamente con lo que antes se estableció, a los efectos de que el élfico no hacía distinciones entre el "tu" singular y el "vosotros" plural. Más aún: las formas L se usaban en un incuestionable sentido singular en Namárië, ya que Tolkien las tradujo empleando el pronombre distintivo singular inglés "thou" (usted). Creo que la única forma de zanjar este asunto, será incorporar todo el material y aceptar que las formas T denotan propiamente al singular "tu", mientras que las formas L denotan al plural "vosotros", aunque esta última forma se use también para el cortés "usted" (como en Namárië). Para terminar con esta polémica, no deberíamos usar la forma de objeto tye como "tu, a ti" si estamos usando las formas L como la terminación -lyë o el pronombre le: navegamos entre dos formas diferentes de "tu", y las formas T, son difícilmente intercambiables con las formas L.
Basándose en el objeto pronombre tye "tu" (no el sujeto "usted"), algunos escritores se han aventurado a extrapolar un objeto de Primera Persona nye "yo" (a partir de ni "yo"). Aparentemente, la forma nye aparece en los papeles de Tolkien, por lo que adoptaremos este nye como "yo". Sin embargo, advertiremos que no se le debe añadir ninguna terminación de caso, es decir: hace funciones de sujeto (sin más). Las terminaciones de caso no se añaden al objeto nye "mi, yo": el dativo "a mí", no es **nyen. Como sabemos, la forma es nin (ni-n = "yo-por/para"). "Para ti", no será **tyen, puesto que se añadirá la terminación del caso al objeto. Por desgracia, no está claro que forma de sujeto corresponde a tye "ti" en realidad, así que deberemos olvidar nuestro largo sufrimiento ante una nueva serie de Segundas Personas Oscuras: la extrapolación mecánica basada en las formas comprobadas ni/nye podría llevarnos a (?)ti como la forma sujeto de "usted". Sin embargo, la historia es ciertamente bastante más complicada de lo que parece. La terminación pronominal Sindarin de "tu", es -g o -ch, teniendo en cuenta que estas terminaciones aparecen como -k-, -kk- en el Elfico Antiguo. En Quenya, una final -k se convertiría en -t, (p.e.: filic- como la raíz de un nombre que significa "pajarito", reflejando fielmente la raíz PHILIK-; pero cuando este nombre aparece sin terminaciones, su forma Quenya se convierte en filit). Ya que la terminación -t ya mencionada, viene de una -k, aceptaremos que el objeto pronombre tye representa a la antigua kye (inicial ky- convertida en ty- en Quenya, p.e.: la entrada KYEL- en Etym, de cuya raíz Tolkien derivó el verbo tyel- "terminar, acabar, cesar"). Así pues, será kye la forma con la que empezaremos a extrapolar la correspondiente forma del sujeto. Su forma Quenya sería ci(ki) o quizá ce(ke): en los pronombres, la vocal -i- parece ser inherente a la primera persona (ni "yo"), mientras que la -e- es más frecuente (le "tu", me "nosotros", etc.). Así pues, el dativo "para ti, para usted" puede ser algo como (?)cen, y de igual manera en otros casos, p.e.: ablativo cello "de ti". Si esto es correcto, lo que hemos dicho de las formas T debe hacerse extensivo a las "formas C/T", ya que la -k- original se preservará en algunas formas Quenya, aunque lo hará como -c-. Nos hemos adentrado en el reino de la Extrapolación Especulativa. En los ejercicios, solo aparecen las formas comprobadas de objeto tye.
Para resumir: tenemos ni "yo" (forma de objeto nye "mí"), le "tu" (plural o singular cortés; la forma de objeto es también le), tye forma objeto "tu, a ti" (íntimo; si la forma del sujeto puede o no llevar las terminaciones de caso, es algo de lo que no estamos seguros por desgracia. Quizá (?)ce o (?)ci), me "nosotros" (exclusivo; probablemente pueda usarse también como la froma objeto de "nuestro, nos"), te forma objeto "de/a ellos" (la forma sujeto "ellos" no es segura, pero quizá sea idéntica; en cualquier caso, podría ser que este pronombre aparezca como tai cuando se acentua, y por lo menos ante las terminaciones de caso, se asume la forma tie-). Esto no deja completa ni mucho menos la tabla de pronombres; espero contribuir a rellenar algo más las lagunas que aún quedan en un apéndice de este mismo curso.
Por lo que respecta a las funciones de estos pronombres, los ejemplos citados nos darán pistas vitales. Estas palabras (excepto las distintas formas del objeto), pueden llevar terminaciones de caso; el dativo nin "para mí, a mí", está perfectamente comprobado. El alativo será ninna "a (hacia) mí", el ablativo nillo "de mí", locativo nissë "en mí", y quizá el instrumental "por mí, mediante mí" sea ninen. Advertimos que los pronombres reciben generalmente las terminaciones de caso en singular, aún cuando el pronombre tenga significado plural; así que me "nosotros" tiene el dativo singular acabado en -n y no en -in plural, aunque la palabra me sea plural en sí misma ("nosotros" refiriéndose a más de una persona). La terminación -t del dual puede añadirse sin embargo a los pronombres independientes, como se indica mediante el ejemplo met "[los dos de] nosotros/nuestros" en Namárië. Algunas terminaciones de caso, podrían presumiblemente ser también duales: dativo ment, alativo menta, ablativo melto, instrumental menten (otra forma posible del dual podría ser (?)let = "vosotros dos").
Otra función de los pronombres independientes sería aparecer siguiendo a las preposiciones, como en el ejemplo imbë met "entre nosotros [dos]" en Namárië. En inglés, las preposiciones van seguidas por la forma del objeto (caso acusativo), por ejemplo "como mí" en vez de "como yo". Si aplicamos esto al Quenya, el equivalente sería ve nye, pero no estamos seguros; quizá hoy en día los Eldar dijeran ve ni = "como yo". El ejemplo comprobado imbë met "entre nosotros [dos]", no es de mucha ayuda en este caso, ya que me (con o sin terminación dual -t) parece cubrir ambas posibilidades: la forma "nosotros" del sujeto y la del objeto "nuestro". Al menos no podremos equivocarnos como podría ocurrirnos con me y le (y te(?)), ya que estos pronombres no parecen tener formas distintas para el sujeto y el objeto.
La función de las formas del objeto (las palabras comprobadas nye "mí", tye "tu/ti", te "de/a ellos"+las probables y no diferentes formas me "a/de nosotros" y le "tu" que ya hemos visto), figurarían obviamente como el objeto de la oración. Después de todo, los objetos pronominales no siempre se pueden expresar como una de las dos formas comprobadas de terminaciones: -t "de/a ellos" o -s "ello" (aunque la lista completa de las terminaciones de objeto es seguramente más larga). Estas terminaciones de objeto pueden añadirse para ampliar los infinitivos terminados en -ta (caritas "hacerlo"), o a los verbos que tienen también una terminación de sujeto (utúvienyes "yo lo he encontrado"), pero este entorno gramatical no siempre está presente. El objeto pronombre independiente, puede por ejemplo usarse en frases imperativas, como en el ejemplo comprobado a laita te "bendecidles", ya citado. Presumiblemente, algunos pronombres pueden usarse siguiendo a gerundios declinados en dativo (p.e.: utúlien cenien tye "he venido [para] verte"). También podemos usar objetos pronombre independientes, donde el verbo no tenga terminación de sujeto pronominal a la cual poder añadirle una terminación de objeto pronominal (ya que el sujeto se expresa con una palabra separada o independiente). Así que, mientras "les alabaremos", se puede empaquetar en una sola palabra como laituvalmet, una oración como "la gente les alabará" quizá pudiera ser i lië laituva te, con una palabra independiente que defina "les/a ellos" (no podemos saber si (?)i lië laituvat con la terminación -t añadida al verbo aunque no haya terminación de sujeto, sería una oración correcta; usar una palabra independiente para definir "les/a ellos", es más seguro a la vez que más claro).
El orden correcto de las palabras es tabién una incógnita. Parece que la preferencia del Quenya, pasa por colocar los pronombres independientes delante del verbo. A veces, Tolkien prefijó el objeto pronombre al verbo mediante un guión, como en el ejemplo tye-mélanë "te quiero/amo", citado más atrás (compraremos el francés "je t`aime" que literalmente, significa "yo a ti quiero", con el objeto precediendo al verbo y no siguiéndolo, aunque el francés, al igual que el Quenya, lleva normalmente el objeto siguiendo al verbo). Así pues, oraciones como: "he venido a verte" o "la gente les alabará", ¿podrían ser: utúlien tye cenien, y: lië te-laituva, respectivamente? A veces Tolkien colocó los pronombres dativos delante del verbo, como en la pregunta que aparece a la mitad de Namárië: sí man i yulma nin enquantuva? "ahora, ¿quién rellenará la copa para mí?" (advertir como el orden Quenya de las palabras es diferente). Tenemos un último ejemplo que concierne al verbo lumna- "pesar en el ánimo", donde un pronombre dativo no está solo prefijado al verbo, sino que la terminación -n del dativo está "asimilada" a la inicial l- del mismo verbo: mel-lumna, traducido como "no es pesaroso" (LR:47), de "es penoso para nosotros"; esta debe ser la forma del dativo men "para/a nosotros"+el aoristo lumna "pesar en el ánimo". La forma subyacente y no contrastada men-lumna habría sido aparentemente alterada, ya que men estaba completamente "pegado" a la siguiente palabra, llegando a ser percibido como parte de ella (surgiendo de repente un grupo -nl- que la fonética Quenya no permite, así que se sustituyó por l-l). Aparte de las complicaciones extras que puedan ir surgiendo, los ejemplos indican que los pronombres independientes también pueden seguir al verbo. En VT41:13, tenemos la oración órenya quéta nin = "mi corazón está diciéndome" (variante: órenya quetë nin, página 11). Presumiblemente órenya nin quéta (o incluso ...nin-quéta), hubiera sido igualmente posible, pero no es necesario emplear otro orden de palabras o prefijar los pronombres objeto dativos directamente al verbo.
Las "formas de sujeto" vistas antes, pueden por supuesto aparecer como sujeto de una oración como ni "yo", en: ni véla tye "yo te veo". Sin embargo, en estas situaciones el Quenya emplea con más frecuencia terminaciones pronominales (como vélan o vélanyë en este caso asumiendo que el verbo (?)vel- "ver" es válido en el Quenya estilo LotR!). Para ayudar a los poetas a mantener la métrica, podría ser útil el ser capaz de elegir entre los pronombres independientes y las terminaciones pronominales. Sin embargo, las "formas del sujeto" vistas antes, podrían encontrarse con cierta frecuencia, no como sujetos gramaticales sino con terminaciones de caso añadidas! Aún así, es posible que pronombres como ni o le actúen frecuentemente como sujetos de las oraciones cuando la cópula "es/son/soy" se sobreentiende: ni aran "yo [soy] rey", le halla "tu [eres] alto", etc...
VERBOS IMPERSONALES:
Habiendo investigado las formas independientes del dativo como nin "a/para mí", podemos entender completamente los pocos ejemplos contrastados que conciernen a los llamados verbos impersonales.
En UT:396 Tolkien cita el verbo óla- "soñar" mediante una breve nota en la que dice que dicho verbo es impersonal. Este significado es muy oscuro, tanto más cuanto no tenemos ni un solo ejemplo que nos pueda orientar sobre ello.
Las oraciones en cuestión conciernen al verbo primario or- "urgir, impeler, empujar, apremiar" (en algunos sitios se da como el verbo derivado de A- ora-). El aoristo regular orë "urge, impele, empuja, apremia" aparece en la oración orë nin caritas traducido como "me gustaría hacerlo así", o: "me gusta moverlo así". Literalmente significa "[lo] impele para mí hacerlo". Advierto que esta oración no tiene sujeto (aunque en nuestro intento de traducción literal, tendríamos un "muñeco" supuesto sujeto que sería "lo" a fin de convertir la oración en algo "pasable", aunque "lo/ello" no sería aquí el verdadero significado!). El Quenya indica, por su propia construcción gramatical, que "urgir" percibido por el narrador, impacta en él desde fuera, al hablar. Sentirse movido a hacer algo, no es un acto deliberado llevado a cabo por el sujeto; este sentimiento afecta más bien a la persona concernida, y en Quenya esta persona se denota apropiadamente mediante el caso dativo. En nuestros ejemplos, se halla involucrado un pronombre dativo, pero debemos aceptar que podría igualmente ser un nombre regular: orë i Eldan lelya = "[ello/lo] impele para el Elfo a ir" = "el Elfo se siente impulsado a ir". El verbo es la primera palabra de la oración; normalmente el sujeto vendría primero, pero es que aquí, simplemente no hay sujeto.
En lo que se refiere al verbo impersonal óla- "soñar", debemos aceptar que la idea subyacente es la misma: soñar no es un acto hecho por el sujeto de forma deliberada, sino que es algo que simplemente te pasa; tus sueños vienen a ti sin que tus deseos cuenten para nada y, sin embargo, el "soñador" es la persona más afectada por sus propios sueños: así pues, el dativo para el soñador! Tolkien no nos dio ejemplos de óla-, pero "la doncella sueña con los Elfos" podría traducirse quizá como óla i venden Eldaron (advierto que vendë "doncella" aparece en este caso en dativo, indicando que "la doncella" se percibe como el receptor de los sueños y no como su origen; el uso del dativo para denotar al receptor con el verbo "dar").
Algunas construcciones incluso en conexión con el verbo "soñar", no son inauditas en los idiomas de nuestro propio "mundo real". Como escribió David Kiltz en la Lista Elfica (25 de Abril de 2001):
"...el dativo tiene muchas más funciones que las simples de un objeto indirecto. Puede...denotar al "experimentador subjetivo" como en el alemán "mir ist kalt" (tengo frío), donde usaríamos un nominativo para el sujeto lógico en inglés, pero no en otros muchos idiomas..."
"Mir ist kalt", significa "a mí [lo/ello] es frío"; la forma dativa alemana "mir" se corresponde con el nin Quenya. Dado que "frío" en Quenya es ringa, es muy posible que "mir ist kalt" pueda traducirse directamente al Quenya como nin ná ringa (o quizá ná ringa nin "[lo/ello] está/es frío para mí").
No conocemos muchos verbos Quenya que inviten a estas construcciones. En la entrada MBAW- en las Etym, Tolkien menciona que el verbo Noldorin bui- "obligar", es impersonal (el Noldorin es el predecesor conceptual del Sindarin, ejemplificado en LotR). El verbo Quenya correspondiente al Noldorin bui-, se cita como mauya-. Si este puede funcionar como verbo impersonal (aunque probablemente pueda también aparecer con un sujeto explícito), podemos tener una pista acerca de cómo se expresaría "yo debo" o "yo necesito" en Quenya. Quizá "debo ir" sería (o podría ser) mauya nin lelya = "[lo/ello] obliga para mí a ir" = "[lo/ello] me obliga a ir".
Puede que en algunos casos no sea necesario complementar un verbo impersonal con un nombre o pronombre dativo. Observando una forma de verbo Noldorin correspondiente al Quenya ulya- "derramar, verter, escanciar", llamado oeil- o eil-, Tolkien hizo notar que se usaba como "está lloviendo" (Etym, entrada ULU-). Una vez más tenemos la necesidad de rellenar con un supuesto sujeto "ello/lo", ya que aquí obviamente no existe un sujeto real que "haga llover". Quizá pueda usarse el Quenya ulya- en la forma continua ulyëa como "[lo/ello] está lloviendo": el verbo solo, sería una oración completa por sí mismo.
VERBOS CON RAIZ U-:
Este es un oscuro subgrupo de verbos; ya hemos visto los nombre con raíz u- en la lección anterior, y ahora nos toca explorar los verbos con raíz u-. Nuestros datos están muy limitados, y este análisis va a estar necesariamente lleno de especulaciones.
Las raíces verbales terminadas en -u, no son ni mucho menos extrañas en el "Qenya" más antiguo de Tolkien, en el que existieron durante décadas, aunque parece ser que él acortó su número. De las aproximadamente 1.200 palabras Quenya que se mencionan en las Etym, hay tan solo un único verbo con raíz u-: palu- "abrir ampliamente, expandir, extender" (aunque este verbo tiene la forma alternativa palya- con la terminación -ya que es mucho más común: ver la entrada PAL-). Alrededor de 1960, en su ensayo Q&E Tolkien mencionó el verbo nicu- "estar frío, enfriar" haciendo referencia al tiempo metereológico (WJ:417). Algunos años después, usó algunos verbos con raíz u- en la postrera versión del Poema Markirya: fifíru- "desaparecer lentamente" (elaborado a partir del verbo simple fir- "morir, desaparecer"), hlapu- "volar" o "deslizarse en el viento", nurru- "murmurar" (MC:223).
¿Cómo se declinan estos verbos? El Markirya impreso en MC:222 indica que el participio activo de hlapu- es hlápula, dando a entender que el participio activo se forma añadiendo la terminación normal -la y alargando la vocal principal si es posible (hlapu- convertido en hlápu-). El participio de nurru- "murmurar", está contrastado como nurrula; aquí la vocal no se puede alargar debido al grupo de consonantes que sigue (**núrrula es una palabra imposible en Quenya). La formación del participio activo es una de las pocas cosas de las que podemos estar completamente seguros en lo que se refiere al estudio de este tipo de verbos (y también lo único que figurará en la traducción al Quenya de los ejercicios).
El participio pasivo es problemático. La terminación normal -na o su variedad más larga -ina, debería poder aplicarse de alguna manera. Hay quienes argumentan que puede existir un ejemplo comprobado del participio pasivo de un verbo con raíz u-. Tenemos referencias antiguas de la misteriosa forma turún` (acortado obviamente de turúna) en el Lamento de Nienor: a Túrin Turambar turún` ambartanen "[Oh! Túrin] dominador del destino, por el destino dominado" (UT:138). Un verbo primario tur- "controlar, gobernar, dominar" aparece en el material de Tolkien, aunque pudiera esperarse que su participio pasivo fuera turna (como carna "hecho", que es el participio pasivo de car- "hacer"). ¿Sería la extraña forma turúna "dominado" el participio pasado de una variante de raíz u- del verbo turu- "dominar"? Sin embargo, no está muy claro el porque añadiendo la terminación -na a turu- se produce turúna con una vocal larga, mientras que otras evidencias indirectas apuntan en otra dirección. Como ya se ha dicho, la terminación -(i)na que se emplea para derivar participios pasivos, se encuentra también en otras partes de la gramática, y tenemos al menos un ejemplo que demuestra lo que pasa cuando se añade a un nombre con raíz u-: el adjetivo culuina "naranja" se deriva de la raíz KUL-, KULU- "oro". Aquí se produce un diptongo -ui- cuando la -u final de la raíz se combina con la terminación -ina. Aplicando este principio a los verbos con raíz u-, podemos deducir que el participio pasivo de palu- "expandir", debería ser (?)paulina "expandido". La analogía con los verbos de raíz a- apuntaría en la misma dirección (hastaina "entristecido", como participio comprobado de hasta- "entristecer"), aunque la escasez de ejemplos, no nos permite completa seguridad.
El infinitivo es también problemático. Debería ser una raíz sin adiciones. En la lección anterior quedó establecido que los nombres con raíz u- terminan originalmente en una -u corta. Esta vocal original se mantiene inalterable con cualquier terminación que la siga, pero en Quenya se convirtió en -o cuando es el verdadero final. Aplicando el mismo principio a los verbos con raíz u-, el infinitivo de palu- "expandir" podría concebirse como (?)palo. Por supuesto, podríamos ver palu- ante las terminaciones, p.e.: en esta clase de verbos también caben las formas extendidas terminadas en -ta: así pues, (?)paluta, o bien con una terminación de objeto: (?)palutas "expandirlo".
El aoristo es algo menos oscuro. Como recordaremos los verbos primarios asumen la terminación -i, preservada de todas las demás terminaciones, pero convirtiéndose en -ë cuando es final (silë "brilla", plural: silir "brillan"). Así el cambio fonético que produce una terminación original en -i convertida en -ë, está íntimamente relacionado con el cambio que provoca una final en -u convertida en -o, con lo que podríamos decir que palu- "expandir", debería tener su aoristo como (?)palo "expande" (idéntico al infinitivo), conservado como (?)palu- ante cualquier terminación (p.e.: palur "expanden" con sujeto plural, palun o palunyë "yo expando", palus "él/ella/ello expande", etc...). Sin embargo, una parte de la evidencia difiere de este escenario: tras mencionar el verbo de raíz u- nicu- "enfriar", Tolkien citó también la forma ninquë traducida como "ello está frío, ello enfría" (WJ:417). ¿Es este verbo niquë lo que debe entenderse como el aoristo de nicu-? ¿Podemos deducir que esto se produce solo en el caso de los verbos primarios, añadiendo la terminación -i también a la raíz u-, y que de todo ello resulta un desarrollo nicu>nicwi? Tras cambiar la terminación -i por -ë, efectivamente se produciría la forma (nicwe=) niquë. Si esto es así, el aoristo de palu- sería (?)palwë o (?)palwi- con las terminaciones. Podemos pensar no obstante, que el aoristo de los verbos con raíz u- llevará la terminación -i, ya que no la llevan los de raíz a-. Esto no debería animarnos demasiado en nuestra teoría de que la terminación -i se aplica a los verbos primarios, simplemente como relleno ante la falta de otra terminación (para los verbos con raíz u- hay obviamente otra terminación: la misma -u!) Era efectivamente la forma ninquë en la que yo pensaba cuando aseguré en la Lección Seis: "este punto de vista simplificado, no es completamente problemático, ya que funciona la mayoría de las veces...". Bien, pues ya hemos llegado al punto en el que ha dejado de funcionar.
Partiendo de la posibilidad de que el aoristo de palu- sea efectivamente (?)palwë o (?)palwi- con terminaciones, en una relación paralela con (nicwe=) niquë como el aoristo de nicu-, tan solo deberemos ya de preocuparnos de saber como funcionan los verbos como hlapu- o nurru- en el supuesto de que llevaran ya la terminación -i en el idioma primitivo. Dificilmente podrían convertirse en **nurrwë o **hlapwë, pues estas son palabras absolutamente imposibles en Quenya. ¿Quizá el diptongo original -ui- se mantiene en todas las posiciones, y quedara algo como (?)nurrui y (?)hlapui, sin cambiar la -i por la -ë, aún cuando la vocal fuera el final absoluto de la palabra? Me cuesta mucho trabajo reconocer que hemos entrado de lleno en El Reino de la Absoluta y Completa Especulación.
El presente también es especulativo, pero Tolkien nos dio una pista excelente. Seguro que recordamos que el presente (p.e.: síla "está brillando") representa un tipo de "continuada" acción verbal, derivada mediante el alargamiento de la raíz vocálica (si es posible) y añadiéndole la terminación -a. En la última versión del poema Markirya Tolkien sustituyó uno de los participios por lo que parecía ser una forma continua: como es evidente por las notas de Christopher Tolkien en MC:222, su padre alteró nurrula "murmurando", convirtiéndolo en nurrua. Aquí, el continuo funciona efectivamente como participio (que significa "mascullando"), y la revisión actual parece no tener sentido, ya que Tolkien dijo que la terminación -a debía añadirse al verbo de raíz u-. En otro contexto, nurrua haría las funciones de presente ("está murmurando"). En este caso, la raíz vocálica no se alargará pues la sigue un grupo de cosnonantes, pero el presente de un verbo como palu- "expandir" sería pálua "está expandiendo" de cualquier forma.
En el pasado tenemos un tiempo pasado razonablemente regular en su terminación: -në. Al menos así era en el antiguo "Qenya". El QL de 1915 cita allunë como el pasado del verbo allu- "lavar" (QL:30). En los ejercicios utilizo este sistema (pero solo en la sección de traducción del Quenya; no tentaré a nadie para que haga construcciones con formas verbales inciertas!).
El tiempo perfecto también es oscuro. El aumento (la raíz vocálica-prefijo) se prefijaría en la forma habitual, mientars que la vocal (si es posible) debe alargarse en su posición normal. Así pues, las formas perfectas de palu-, nurru-, comenzarán como ápal-, unurr-. Lo siguiente hay que adivinarlo: ¿cómo se puede asociar la terminación -ië con el perfecto, añadida a un verbo de raíz u-? ¿podría la inicial -i- de la terminación, unirse a la -u final de la raíz verbal para formar un diptongo -ui-, creando algo como (?)unurruië "ha murmurado"? El perfecto "ha expandido" no podría ser **apáluië, porque el nuevo diptongo -ui- atraería el acento y dejaría a la sílaba anterior completamente inacentuada. En ese caso, la -á- larga dificilmente sobreviviría por lo que lo normal es que haya una regla fonética que prohiba una vocal larga en una sílaba sin acento, a menos que esta sea también la primera sílaba de la palabra, cosa que no ocurre en este caso. ¿Sería entonces (?)apaulië con una vocal corta? Hemos argumentado antes que la terminación -ië que se usa en el tiempo perfecto, parece desplazar a la final -a cuando se añade a un verbo de raíz a-, por lo que es muy posible que también desplace a la final -u de un verbo con raíz u-. De nurru-, palu-, tendríamos entonces las formas de perfecto unurrië "ha murmurado" y apálië "ha expandido" (es probable que -ië como terminación de gerundio o infinitivo pudiera desplazar del mismo modo a la terminación -u, por lo que tendríamos (?)nurrië "mascullando". Pero "mascullando" como un mero nombre verbal, casi podría ser nurrulë, aunque los ejemplos comprobados de la terminación abstracta -lë, conciernen a las formas con raíz a-).
En el futuro podríamos ver la terminación habitual -uva. Sin embargo, solo podemos especular (nuevamente) con que la inicial -u- de la terminación pueda fundirse con la final -u de la raíz, por lo que el futuro de palu- sería paluva o, de otra manera, combinando las dos -u-`s en una -ú- larga, siendo palúva en este último caso.
LOS DIFERENTES USOS DE lá:
En la Lección Nueve presentamos el verbo negativo um- "no hacer, no ser" (pasado: umë, con arreglo a Etym, futuro úva con arreglo a la Canción de Fíriel). En todos los ejemplos y ejercicios hemos usado este verbo+infinitivo para cualquier oración que debiera ser negativa. Sin embargo, usar el verbo negativo no es la única opción disponible. Al igual que en nuestro idioma, el Quenya tiene también una palabra independiente que define "no"; esta palabra es lá (la, cuando no está acentuada). Esta palabra puede usarse también como "no".
El verbo negativo um- y la negación independiente lá, coexisten claramente en el idioma, ya que ambos estaban en Etym (entrada UGU-/UMU-, frente a LA-). Hay algunas reglas específicas y algo complicadas para el uso de uno u otro. Si se usa el verbo negativo um-, este asumirá aparentemente las terminaciones importantes de tiempo, caso y pronombre, mientras que el verbo que realmente niega, aparecerá en infinitivo: úmen lelya "yo no fui" (primera persona del pasado)+(infinitivo). Si se usa la negación lá, el verbo que niega llevará él mismo las terminaciones necesarias, como si no fuera negativo: lenden "fui", sería en negativo: lá lenden "no fui" (nuestros escasos ejemplos sugieren que el orden de las palabras preferido se efectua colocando a lá ante el verbo que tiene que negar, aunque por lo que sabemos, lenden lá también sería aceptable. No podemos usar un orden de palabras alternativo donde se suscite la ambigüedad. Ver más adelante).
Obviamente esta es una forma mucho más sencilla de convertir a una oración en negativa, que la de usar el verbo negativo+el infinitivo; se empieza simplemente con una frase no negativa (afirmativa) y luego se desliza una palabra extra. He presentado la palabra lá en este curso lo más tarde que he podido, en parte porque no quería mimar a mis estudiantes con esta forma fácil de construir una oración negativa, antes de que tuvieran ocasión de familiarizarse con el verbo negativo. En muchos casos, usar el verbo negativo parece un método más elegante de fabricar oraciones negativas y, a veces, la palabra lá ("no") quizá debiera emplearse en situaciones en las que una forma similar pudiera realizar una función diferente (ver más adelante). En algunos contextos, puede resultar mejor usar lá que un verbo negativo. En particular, resulta extraño construir una forma presente o continua con el verbo um-. La forma sería úma, pero "el Elfo no está mirando al Enano", ¿debería traducirse i Elda úma tirë i Nauco? Todo es posible, pero yo personalmente, preferiría comenzar con la oración afirmativa: i Elda tíra i Nauco, para después fabricar la negación deslizando lá en el tiempo perfecto, especialmente pensando que es algo incierto que el perfecto de um- sea (?)úmië sin aumento, ya que la raíz comienza con una vocal, ¿o quizá (?)umúmië con la inicial silábica completa y repetida? En cualquier caso, "no he venido" se expresaría mejor como lá utúlien. Aunque (um) úmien tulë sería inteligible, parece una construcción algo complicada.
A veces, traduciendo del Quenya, deberemos tener cuidado con la conexión entre lá y el verdadero verbo. Observemos que la oración alasaila ná lá carë tai mo navë mára, se traduce como: "es poco aconsejable no hacer lo que uno cree que es bueno" (VT42:34, siendo aquí mo un pronombre indefinido "alguien/alguno", una alternativa a quen. La forma tai es más oscura. Anteriormente se definió como la forma plural de ta "ese/esa, lo", así pues: "aquellos". Si es así, la oración literalmente significa: "es poco aconsejable [lo] no es [hacer] aquello [aquellas cosas] que uno cree que son buenas". Advertir que el elemento ala- "in-" aquí prefija a saila "aconsejable"; es por supuesto, relativo a la negación lá). Para quien esté acostumbrado a un orden de palabras diferente, podría surgir la tentación de interpretar las palabras ná y lá, como una frase conectora "no es" y mal traducida como: "**no es desaconsejable hacer lo que uno juzga que está bien**". Sin embargo, si uno tiene en mente que lá conecta con el verbo siguiente, en este caso el infinitivo carë "hacer", tendremos un conflicto: las frases se dividen correctamente como en el caso de alasaila ná "desaconsejable [ello] es"+lá carë "no hacer"...
Como muestra este ejemplo, lá puede usarse también con infinitivos negativos, y otro ejemplo de VT42:34 indica que no existe diferencia si el infinitivo se amplia con la terminación -ta para recibir un objeto sufijo: lá caritas, navin, alasaila ná, literalmente: "no hacerlo, considero, desaconsejable es". El mismo Tolkien ofreció la traducción "no hacerlo esto sería (creo) desaconsejable". En un ejemplo diferente, Tolkien empleó lá para negar un infinitivo ampliado con -ta, que no tenía objeto pronominal añadido: lá carita i hamil mára alasaila ná "no hacerlo que tu juzgas bueno, sería [es] desaconsejable" (VT42:33). Aquí el infinitivo ampliado carita, toma el significado de un gerundio y la oración relativa completa i hamil mára "eso [cual] tu juzgas bueno", es su objeto. Parece ser entonces, que a menudo, lá puede usarse también para negar al gerundio más regular terminado en -ië. No tenemos ejemplos, pero quizá lá carië i hamil mára... también fuera posible.
En cuanto a la variación no acentuada de la negación lá, nuestra única comprobación fiable aparece en la oración la navin caritalyas mára "no juzgo tus buenos actos" (VT42:33; esta es una forma de expresar "no censuro lo que haces"). Aquí el acento principal recae en la primera sílaba del verbo navin "juzgo", la negación la no lleva acento. Sin embargo podría pensarse que una palabra importante como la negación (cambiando totalmente el significado de la oración!) debería llevar el acento en condiciones normales y, en los ejercicios, he usado de forma consistente la acentuada lá.
La forma corta tiene sin embargo otra misión: está llamada a coincidir con su "hermana" lá, en frases en las que se debe hacer algún tipo de comparación (aunque el material que aparece en Tyalië Tyellelliéva #16, parece indicar que este segundo lá puede figurar también como la forma la más corta). Con arreglo al artículo de Bill Welden: la Negación en el Quenya (VT42:32-34), Tolkien indicó ciertos problemas de desacuerdo, y por algún tiempo, abandonó la negación lá. Sin embargo, en los últimos años de su vida, la reintrodujo, por lo que deberemos convivir con la doble función de esta palabra.
En según que contextos es muy difícil distinguir entre las dos...
Según cierto manuscrito no publicado de Tolkien, citado por Welden en su artículo, la "fórmula A (ná) calima lá B, puede usarse como: "A es más brillante que B" (advierto que la cópula ná "es", puede obviarse como sobreentendida). Si queremos una oración completa sin incógnitas, deberemos rellenar A y B para producir Anar ná calima lá Isil "[el] Sol es más brillante que [la] Luna". Sin embargo, la traducción difiere del Quenya actual a este respecto: calima es el adjetivo simple "brillante", y no el comparativo "más brillante" (no estamos seguros de que sea correcto), y lá no significa realmente "que". Hemos dicho que lá es propiamente una preposición: "más allá", así que la frase Quenya significará "el Sol brilla más allá que la Luna".
Ciertamente podemos imaginar oraciones lá con los dos significados: i mindon lá ná halla lá i oron "la torre no es más alta que la montaña" (literalmente: "...alta más allá de la montaña"). Aquí el verbo negativo es preferible sin duda, aunque solo por razones de estilo: i mindon umë halla lá i oron. Sería posible burlar las ambigüedades. Estamos diciendo que en frases comparativas en vez de lá "más allá", podríamos usar la preposición epë "antes" (erróneamente glosada como "después" en el artículo de Welden). Al margen de este error, hay evidencias que sugieren que epë o una forma similar, podría significar "después" en algún punto del escenario siempre en evolución de la lingüística de Tolkien (aparentemente era una variedad de apa, presentado en la Lección Quince). Debido a las inciertas relaciones de epë, dejaremos que descanse en paz, y usaremos lá a pesar de su ambigüedad.
Sumario de la Lección Dieciocho:
Como anexo a las terminaciones pronominales vistas con anterioridad en este curso, el Quenya dispone también de varios pronombres independientes (ver la sección Vocabulario). Un pronombre como me "nosotros" o "a/de nosotros/nuestro", puede llevar terminaciones de caso (p.e.: dativo men "para nosotros, a nosotros"), o donde dos personas están involucradas, las terminaciones duales (p.e.: met "[los dos de] nosotros". -Algunos verbos Quenya son impersonales, no requieren sujeto, pero donde alguien se haya afectado por la acción verbal, ese alguien puede mencionarse como dativo: ora nin = "[ello] impele/empuja para mí" = "me siento movido/empujado [a hacer algo]". -Los verbos Quenya de raíz u- como hlapu- "volar [en el viento]", forman un grupo de verbos particularmente oscuro. Lo único que conocemos con certeza acerca de ellos, es que el participio activo se forma mediante la terminación normal -la, combinada con el alargamiento de la vocal principal del verbo (a menos que deba permanecer corta como consecuencia de que la siga un grupo de consonantes; así que, el participio de nurru- "mascullar" será simplemente nurrula, aunque el participio de hlapu- es hlápula). El material antiguo sugiere que el pasado de los verbos con raíz u- se forma añadiendo la terminación -në del pasado, aunque no tenemos ejemplos de formas más compatibles con el Quenya estilo LotR. -La palabra lá tiene varios usos. Puede usarse como una negación "no" (aparentemente colocada delante de la palabra (generalmente el verbo) que deberá ser negativo). Lá es también la preposición "más allá", y así se usa en frases comparativas (VT42:32, citando la fórmula "A ná calima lá B" = "A es más brillante que B", literalmente: "A brilla más allá de B"). Advertir que el adjetivo calima "brillante" aparece en su forma más simple, sin la terminación correspondiente del comparativo.
VOCABULARIO:
Para completar todos los números ordinales comprobados, presentamos dos a la vez en esta y en las dos últimas lecciones.
Lempëa: "quinto"
Enquëa: "sexto"
Urco (urcu-): "espectro"
Lá: 1)(negación): "no"; 2)(preposición): "más allá" (también usada en comparaciones)
Ni (pronombre independiente): "yo" (forma objeto: nye "mi")
Le (pronombre independiente): "tu" (plural o singular cortés; probablemente inalterable cuando se usa como objeto)
Tye (objeto pronombre independiente): "tu, usted" (singular íntimo)
Me (pronombre independiente): "nosotros" (exclusivo, de la terminación -mmë; probablemente inalterable cuando se usa como el objeto "nuestro")
Ta (pronombre independiente): "ello, eso" (probablemente inalterable cuando se usa como objeto; el alativo tanna se usa como "allá". Este pronombre puede tener como plural a (?)tai "aquellos", del que te "a/de ellos" podría ser una forma no acentuada. Alternativamente, tai puede ser una forma arcaica que involucraría a te en todas sus posiciones; aquí solo usaremos la forma comprobada te. Este pronombre plural, asume la forma tie- ante las terminaciones de caso, al menos ante la terminación -n del dativo)
Palu-: "expandir"
Or-: (también ora-): "urgir, impeler, apremiar, empujar" (verbo impersonal usado con una forma dativa para expresar "[alguien] se siente movido [a hacer algo]")
Óla-: "soñar" (verbo impersonal; el soñador se presenta mediante un dativo).
EJERCICIOS:
Advierto que, tanto en estos ejercicios como en las soluciones, usamos "tu" como el equivalente a los pronombres de forma L del Quenya (plural o singular "cortés" = "vosotros, usted"), mientras que "ti, contigo" se usa como equivalente al objeto singular íntimo tye. -Para las negaciones, usaremos la termiinación independiente lá en vez de usar el verbo negativo. -No usaremos sujetos pronombres, tan solo las terminaciones pronominales vistas anteriormente.
1: Traducir al español:
- utúlientë cenien me, lá cenien tye
- nai óluva len Eldaron!
- neldë neri lelyuvar tanna, ar i Naucor tiruvar te, an i neri haryar harma i ná alta lá malta
- i enquëa auressë ornë tien tulë ninna
- i enquëa aran i nórëo ná saila lá atarerya i lempëa aran
- palunes coarya, cárala ta i analta coa i mallëo
- carnelyes tien; lá carnelyes men
- cennemmë le i cilyassë nu me, an lantanelyë mir ta
2: Traducir al Quenya:
- Mi brazo derecho es más fuerte que mi brazo izquierdo
- Llamadles [alativo] a mí!
- Los espectros están vigilándome, porque les temo [Quenya: "miedo de ellos", ablativo]
- Nosotros [exclusivo] no vendremos contigo por la noche
- El chico no soñará con [genitivo] espectros
- Las dos mujeres dijeron: "Vuestro rey no quería darnos [dativo dual] las cosas cogidas [capturadas -mapainë, plural] de nosotros [ablativo dual] por sus guerreros
- El hombre amplia su casa; está haciéndola/lo con objeto de/para tener muchas habitaciones para [dativo] todas sus cosas
- El sexto día será [nauva] mejor que el quinto día, y nosotros [exclusivo] no nos sentiremos movidos a marchar [auta]. ["Mejor que..." = "bueno, más allá de..."]