Oh tú, la más infame de las creaciones
la más vil de las depravaciones.
 
Entregaste tus servicios
a amos malignos.
Sufre ahora tu condena
en la fría celda.
Entre el llanto y la pena
el látigo y la muerte
 
Descendiente del elda
y asesino del edain.
Amigo del feroz huargo
aliado del alto Balrog.
Vagas entre el odio y el asco
infeliz y pútrido trasgo.
 
Como si no te bastase un infierno
quisiste imponer tu arverno.
En el norte habitaste
el sur y el este dominaste.
Pero por más que atacaste
el oeste quedó libre para vengarse.
 
De la tierra de los elfos proscrito
en la de los hombres mendigo.
Tuviste señores y amos
temibles como Morgoth y Sauron.
Astutos como Bolgo y Azog,
y todos te abandonaron
 
Quedaste solo y sin amigos
infeliz enemigo de ti mismo.
Después de asesinar a placer
te persiguen por doquier.
Estás entre la espada y la pared
pues viene la muerte cruel.
 
Que caiga sobre tu cabeza
la esperada venganza.
De los muertos a traición
te llega la perdición.
No tendrás perdón
pues has negado tu salvación.