El Señor de los Arillos

Parodia enviada por Skualo y Shark

Y caminaron más. El camino estaba hecho de nieve en Carasatrás. En una de esas, Froto, tan ágil como siempre, se tropezó y rodó como pelota hacia abajo, entre las carcajadas de los demás y sus gritos de mujer.

Cuando se detuvo, se puso a buscar el Arillo entre su ropa: primero se quitó la mochila, pero no estaba ahí. Luego se quitó la capa, y tampoco estaba ahí. Después el abrigo, y no lo encontró. Se quitó la camiseta: ni rastro del Arillo. Tampoco estaba en su pantalón. Cuando se estaba bajando los calzones, Troncos lo detuvo.

Troncos: No lo hagas, Froto. Allá va.

Loromir iba corriendo a todo dar en la dirección contraria con el Arillo. Iba gritando como maniaco y festejando su graciosa huída, pero se tropezó con las agujetas de sus botas y se rompió la boca con una de sus propias rodillas.

Troncos: ¡Loromir! Dale el Arillo a Froto!
Loromir: ¡Pero, pero...! Claro, no me importa - luego regresó el Arillo y puso una mano sobre la cabeza del hobbit. Le sacudió la nieve con tanta fuerza que el pequeño se cayó otra vez.

Después el viento se hizo más fuerte y comenzó una tormenta. Todos estaban hasta el pescuezo bajo la nieve, menos Lengualas, que andaba brinque y brinque, agitando su capa rosada como si fuera un vestido.

Lengualas: ¡Que bonito soy, que bonito soy, como me quiero...! ¡Ay, se escucha una voz fea en el aire!
Mandalf: ¡Es Súperman!

Se podía escuchar la voz de tenor que hacía eco en las montañas: ¡La-la-lá! ¡La-la-la-la-la-lá!

Willy: ¡Maldita sea! ¡Vámonos por las pinch... Minas de Achicoria!
Froto: ¡Que el portador del Arillo decida! ¡Vámonos por las Minas!
Mandalf: Pero, pero, es que... ay, la oscuridad me da mellito... pero bueno.

De algún modo se fueron por otros lugares y aparecieron frente a una pared muy grande. Había una puertita tamaño Chaparrito con un limonero dibujado.

Froto: ¿Y ahora qué?
Mandalf: Voy a leer lo que dice sobre el limonero: "Lárgate, cuate, no entres..." - Mandalf miró a los demás con una cela levantada, tosió un par de veces y habló de nuevo -. Eh... lo siento, quise decir: " Sopla, wey, y penetra en la abertura"
Froto: ¿Qué significa?
Mandalf: ¡Hijo de tu rebomba madr... ¿acaso no es obvio, bruto?  Solo hay que soplar un poco- justo después juntó los labios y despidió un poco de su fétido aliento. Todos tosieron como tuberculosos, pera la puertita no se abrió.
Pepe: Podríamos soplar todos.

Lo intentaron. Todos soplaron hasta quedarse sin aire. Finalmente en un de esas inhalaciones, Froto inhaló tan fuerte que produjo un gas terriblemente apestoso. Con un ruido parecido al de uñas en un pizarrón, la puertita se abrió.

Froto: ¿Qué tal, viejito? Estabas equivocado. Significa: "flatula, wey, y métete".

El hobbit iba muy orgulloso de si mismo caminando hacia la puertita, cuando sintió algo manoseándolo muy pervertidamente en la entrepierna.

Froto: ¡Un pulpo gigante me ataca! ¡Me está tocando las partecitas íntimas! ¡Me ultraja...!
Samy: ¡Hey! ¿Quién se atreve a hacerle eso a mi amo?
Terry: Ups, pensé que era Pepe, como está oscurito...
Pepe: ¡Acá estoy, tontito! ¡Ven por lo tuyo! Eh... quiero decir, ¡Terry!, ¿qué pasa con esas joterías? ¡Se hombre!
Terry: ¡No me grites enfrente de todos! - y se metió en la cueva hecho un mar de lagrimas.

Los demás penetraron en la cueva tras él. Estaba oscura y olía a axilas, prueba de era una construcción de los Chaparritos. Cuando Mandalf apretó el interruptor y las lámparas se encendieron, vieron algo horrible.

Había un centenar de chaparritos semidesnudos y ebrios yacían en el suelo, babeando. Algunos ya estaban recuperándose. Estaban recrudos.

Todos los miembros de la comunidad corrieron despavoridos por entre los cuerpos literalmente destruidos y escaparon por una puerta al final, aunque uno no lo soportó.

Pepe: ¡Terry! ¡Resiste...!

Terry no había resistido la tentación y había tomado una de las botellas de tequila estilo Chaparrito del suelo. Entonces un hombrecillo le saltó encima y lo mordió en un hombro.

Sollum: ¡Maldito ladrón! Give me the Precious (dame el tesoro)!
Terry: ¡Ay, wey! ¡Me mordió el hijo de...! ¡Yo no lo tengo! ¡Pepe...! ¡Ayúdame!
Sollum: ¡Suelta el Tesoro! Give me it (dámelo)! I must to have the Precious (Debo tener el Tesoro)!
Troncos: ¡Corre, Froto, yo lo rescato!

Todos corrieron como mariquitas hacia la puertita. Mandalf tardó un poco más, ya saben, por los reumas y la osteoporosis. Ya en el otro lado se pusieron a jugar cartas y luego llegó Troncos con Terry, un poco borrachos los dos, pero contentos.

Troncos: Ya podemos irnos. Ah, por cierto, hay un demonio de fuego quemándose allá atrás de la puerta.

Los Tuercas salieron corriendo por el un hoyo en el techo, pero Mandalf se levantó y agarró una botana de la mesita.

Mandalf: Es un Barro de MocoTh. Es demasiado grande para ustedes, así que corran. Yo me quedaré a pelear con él. ¡Corran, insensatos!

Los demás no dudaron y salieron corriendo. En ese momento llegó el Barro. Estaba hecho de fuego y tenía la cara y el trasero lleno de granos con pus. Iba corriendo hacia Mandalf pero el mago agarró una cubeta que estaba en el suelo y lo apagó. Mandalf se rió y luego se volteó hacia la puerta, pero se tropezó y se rompió el espinazo. Froto iba a correr tras él, pero Loromir lo detuvo.

Loromir: ¡No, no!
Froto: ¡Mandalf! ¡No! ¡No me pagaste los 2.50!
Lengualas: Córranle, friends, vámonos de este antro.

Todos corrieron y lloraron a cántaros porque al fin se habían librado del viejo y de todos sus malditos comentarios groseros, arrogante, confusos, mentirosos, sabihondos, estúpidos sin sentido.

Troncos: Tenemos que viajar hacia los bosques de Loreal, dónde tú lo vales.
Loromir: No debemos ir a Loreal. Sería un terrible error.
Lengualas: ¿Por qué, amigacho?
Loromir: Pues... pues porque alguien tiene que negarse, ¿no?
Willy: No, no es solo por eso. El primo del novio del hermano de un amigo me contó que el primo del hermano del novio de uno de sus amigos le dijo que había una bruja por ahí, en Loreal, que tiene el cabello bien bonito pero es bien perra. Pero bueno, quiero verle el cabello, así que vamos. A ver si me recomienda un tratamiento para mi barba, tengo orzuela y me la quiero alaciar.

Caminaron un rato y llegaron a un bosquecillo. Un Delfo con una gorra puesta los detuvo.

Troncos: Yo lo conozco, es Hojaldre.
Hojaldre: ¿Acaso el Chaparrito es asmático? Escucho su respiración desde mi casa, no deja dormir a nadie en el pueblo. Ah sí, podría haberlo matado de noche. O haberle atinado con una bota.
Froto: ¿Por qué usas gorra? Los Delfos de Loreal son los que mejor tienen el cabello, ¿no? Largo y sedoso, sin caspa ni orzuela, eso me han dicho.
Hojaldre: Bueno, sí, pero yo... es que mí peluquero estaba borracho cuando me pinté el cabello y luego me trasquiló, por eso lo traigo tan corto... pero bueno, todos nosotros vamos al concierto de la honorable Dama Juangabriel, menos el Chaparrito.
Willy: ¿Qué? Demonios, solo porque les llego al pecho, malditos racistas. Si no voy que no vaya Lengualas.
Lengualas: ¡Ay, no! ¡Yo soy un Delfo y un brother de aquí!
Hojaldre: Bueno, bueno, ya vámonos todos, el concierto ya va a comenzar.

Caminaron un rato y luego llegaron a una casita enrejada, pero Hojaldre era el único que traía boleto para el concierto y no dejaron entrar a los demás, los cuales se quedaron refunfuñando.

Un momento después, una mujer encapuchada secuestró a Froto y se lo llevó a baño.

Froto: ¿Usted es la Dama Juangabriel?
Juangabriel: Sí, Froto, yo soy. Dime, ¿mirarás en el espejo?
Froto: No lo sé... ¿qué me recomiendas?
Juangabriel: ¡Hazlo, demonios!
Froto se asomó en el  retrete y vio... algo horrible.
Froto: ¡Dios mío! ¿Qué es eso?
Juangabriel: Ah, lo siento, tengo que bajarle a la palanca.

Cuando el retrete estuvo vacío, Froto se asomó otra vez y pudo mirar... su propio reflejo. Esta imagen lo asustó mucho y gritó. La Dama se burló.

Juangabriel: ¿Me darás el Arillo?
Froto: ¡No, es mío!
Juangabriel: De acuerdo, solo preguntaba. Creo que te daré un regalo por ser tan honesto. Es la luz de Focoendil, que te iluminará el camino cuando las demás luces se hayas apagado... siempre y cuando haya electricidad.
Froto: ¿Es todo? Bueno, ya me voy.
Froto llegó con los demás que estaban decepcionados por no haber entrado a ver el concierto. Siguieron su camino.
Troncos: Escuchen, ya no sé a donde ir. Cuando Mandalf se rompió el espinazo, me di cuenta que tendría que ser la niñera de ustedes. Ahora, ¿quién tiene una idea?
Loromir: Vamos a mí país, Cóndor. A mí me queda de camino y ustedes pueden comerse un sándwich o algo y luego irse a Me-Muerdes.
Troncos: Quizá podamos ir por el paso de Trojan.
Willy: ¿Por qué no simplemente vamos en línea recta a Me-Muerdes y ya?
Froto: Escuchen, yo tengo el Arillo y yo voy a decidir. Pero esperen un momento, tengo que regar un arbolito.

El hobbit se metió entre los arbustos y corrió un poco entre los arbolitos porque ya no aguantaba. Produjo un pequeño arroyo. Entonces alguien apareció. Era Loromir, mirando a Froto con cara de maniático.

Loromir: ¡Dámelo ya! ¡Sí, lo acepto, quiero la maldita joya desde que la vi en el hotel! ¡Deja de hacerme sufrir y dámela! Si no lo haces, voy a usar la leña que estuve juntando para metértela en el...
Froto: ¡Leños, digo, Troncos! ¡Ayúdame!

Pero no fue Troncos quién acudió. La criatura Sollum apareció otra vez, gritando y escupiendo.
Sollum: My Precious (mi tesoro)! We want the Precious (queremos el tesoro)!

Sollum saltó sobre Loromir y le mordió el cuello. Froto aprovechó para salir corriendo y gritando.

Froto: ¡Ayúdenme!
Loromir: ¡Ayúdenme a mí! ¡Esta cosa me está matando...!

El mago Superman el Güero había mandado a sus Tuercas a capturar a los hobbits. Ya estaban llegando con los miembros restantes de la comunidad. Todos comenzaron siendo muy machos, pero en cuanto vieron el número de enemigos, echaron a correr.

Troncos: ¿Dónde está Loromir?
Lengualas: Ni idea, pero yo creo que está por donde suena su cornetita.
Troncos: Su cuerno, querrás decir.
Lengualas: O sea, es lo mismo, wey.

Corrieron hacia dónde se escuchaba la canción de Loromir. Él estaba luchando contra los Tuercas con un cuchillo y algunos escupitajos. Uno de los Tuercas lo golpeó en la cabeza con un trofeo de artes marciales que traía escondido y Loromir se desmayó.

Ese Tuerca era el único que quedaba de pie. Troncos lo golpeó con una enciclopedia que había por ahí y acabó con él. Loromir yacía a un lado.

Troncos: ¿Cómo te sientes?

Loromir: Serás bruto... ¿Cómo crees que me siento si me acaban de...? ¡Ay!
Troncos: Bueno, ¿sabes algo de Froto?
Loromir: Sí. Ya no aguanté las ganas así que lo amenacé y la criaturilla esa, Sollum, me saltó encima gritando cosas en inglés.
Troncos: Eso te convierte en un maldito loco, abusivo y traicionero... pero no importa, pues mataste a los Tuercas así que tu muerte será honorable.
Loromir: ¿Muerte? ¿Cuál muerte?
Troncos: La tuya. Se supone que ahora mueres, así que - Troncos agarró una piedra del suelo y... - adiós.

En eso llegaron Lengualas y Willy, que se habían extraviado.

Willy: ¿Qué sucedió?
Troncos: Loromir ya se murió.
Lengualas: Ay, que mala onda.
Willy: Oye, Troncos, los Tuercas que huyeron secuestraron a Terry y a Pepe. Creo que se dirigen a Aysengard, o sea que tienen que pasar por el paso de Trojan.
Lengualas: Ay, que mal plan.
Troncos: Pues, hay que ir por ellos, ¿no?
Willy: ¿Por qué?
Troncos: Porque si no vamos por ellos tenemos que perseguir a Froto, que probablemente huyó, seguramente con Samy lamiéndole los pies. Díganme, ¿prefieren ir a Me-Muerdes o a Trojan?
Lengualas: ¡Vamos a Trojan, está más chido, wey!
Troncos: Pues allá vamos, pero primero tenemos que hacer algo con el cuerpo de Loromir.
Lengualas: Sí, dejarlo ahí sería muy mala onda. Él era nuestro friend. Pero tenemos que ponerle otra ropa, la suya ya está sucia. Ya sé, ¿qué tal aquel disfraz...?

Encontraron de casualidad una balsa y unas cuerdas y lo ataron. Pusieron la balsa en el agua de un lago cercano y descubrieron muy tarde que tenía agujeros. La balsa se hundió y lo único que se pudo ver de Loromir fue su cabeza sobre el agua... gritando.

Loromir: ¡Malditos! ¡Imbéciles! ¡Sáquenme de aquí! ¿Cómo pueden...? ¡Glú!

Samy se había quedado atorado en un matorral con todo y mochila. Había estado esperando a froto.

Samy: ¡Señor Froto! ¡Ayúdeme!
Froto: No tengo tiempo. Solo tengo que agarrar mi mochila y escapar de aquí.
Samy: Señor, la comida está en mi mochila, así que no se puede ir sin mí.
Froto: De acuerdo, te sacaré.

Froto ayudó a Samy y juntos caminaron hacia la tenebrosa tierra de Me-Muerdes, dónde los esperaba el enemigo. Lo que no sabían era que estaban siendo observados. El insistente Sollum los seguía de cerca, murmurando.

Sollum: He has it (él lo tiene). My precious (mí tesoro)!


« Anterior | Página 3 de 3