Prólogo: La discusión entre hermanos.
En un principio existía Iluvatar un esplendido Dios imperecedero, éste un día harto de estar tan solitario, decidió engendrar a otros dioses, y creó dos, inferiores, pero poderosos, y los llamó Sargas y Reorx. Cuando fueron mayores Iluvatar decidió hacerles un regalo, les dio un mundo, al cual tenían que poblar con especies y cuidarlas y enseñarlas.
Reorx y Sargas agradecieron a su padre de corazón el regalo y se pusieron a pensar que criaturas podían crear; Reorx decidió crear un mudo de enanos, un pueblo muy trabajador y pacífico pero no débil, en cambio Sargas decidió crear un mundo de minotauros guerrero para que se divirtieran matando y peleando.
Un buen día decidieron poner sus decisiones en común y tras haberse escuchado el uno al otro, empezaron a poner pegas, luego empezaron a criticarse seria y peligrosamente las ideas del otro, la discusión habría acabado en pelea si no hubiera sido por Iluvatar que sorprendido por el griterío y por las amenazas, despertado de su tranquila siesta, fue a ver lo que pasaba y a poner orden. Al llegar junto a los hermanos y habiendo escuchado la versión y decisión de cada uno decidió dividir el mundo en dos partes con un muro de diez Km. de alto y dos de ancho dejando en un lado más mar y en la otra más tierra, a los hermanos la idea les pareció buena al principio y le volvieron a agradecer a su padre el arreglo,
Pero tras ir a ver como había quedado el mundo, los hermanos empezaron una fuerte discusión sobre que parte le tocaría a cada uno, que acabo en una cruenta y mortífera lucha en la que se desprendió sangre diosa y se mezclo al caer, la sangre mientras caía se iba mezclando entre sí y estaba empezando a crecer hasta alcanzar el tamaño de una esfera de casi metro y medio, la esfera cayo en la muralla divisoria y exploto...
Mientras sucedía esto los hermanos ignoraban que la sangre se hubiera mezclado, pero el padre otra vez sobresaltado por la pelea acudió más furioso que nunca y repartió el mundo del siguiente modo: a Reorx por querer un mundo más subterráneo, mas terrícola le dio la parte derecha, y a Sargas la otra.
Y así acabo la lucha de dos dioses hermanos que llegaron a odiarse asta la casi muerte.
Introducción: De la creación de los mortales y del terrible nacimiento de Yrch.
A la vez que Sargas y Reorx preparaban los preparativos para la creación, la explosión, que nadie había oído, formo un vapor tóxico alrededor del cual resurgió un ser extraño de metro y medio, un espíritu dañino creado por la mezcla de la sangre de los dos hermanos en la pelea, espíritu pero con poder de dioses, mientras se comprobaba a si mismo, (los hermanos que no sabían nada de lo que había ocurrido) Reorx empezó a crear, y creo un enano, un ser pequeño de mas o menos un metro, barba larga y castaña asta la cintura, dividida en tres partes: el bigote recogido hacia abajo en una trenza atada por una gomita que se dividía en dos trenzas que depuse volvían a unirse ya asta la cintura, una trenza que salía de cada patilla e iba a unirse con la segunda gomilla del bigote, y la barba que quedaba se recogía a la altura de la cintura en otra gomilla. Su cara era una cara seria pero bondadosa, a pesar de tener una estatura baja era fuerte y valiente, llevaba un capa verde alrededor de los hombros hasta casi los pies, y a los bordes había una franja bordada de oro mithril, el traje que llevaba era una armadura de mithril, un metal que después se convertiría en el tesoro mas preciado de los enanos, esta armadura que llegaba también hasta la cintura estaba adorna da con el emblema de el martillo y el yunque, además debajo de la armadura llevaba una preciosa cota de malla de mithril que llegaba hasta las rodillas en cada pierna llevaba espinilleras de hierro.
Un escudo con forma de yunque era sujetado con la mano y brazo izquierdo y en la mano derecha llevaba un casco de mithril con la parte de arriba en forma de una hoja de hacha, alrededor de la cintura llevaba un cinturón en el cual estaban sujetas dos hachas arrojadizas a la izquierda y un hacha de mano en la derecha, a la espalda llevaba un hacha de doble filo, y Reorx además de nombrarlo rey para el pueblo que después crearía, lo llamó Krech, padre de los enanos.
Después de haber creado ha Krech, Reorx lo llevo a la montaña que había preparado para el y los demás (solo cabo esta montaña para que pudieran vivir bien hasta que terminaran ellos de hacer mas salas y habitaciones) decidió crear unos quinientos siervos para que estuvieran bajo las ordenes de Krech, y lo demás se lo dejo en manos de el Rey para que ejerciera su función y le dijo: -Krech, hijo mío te dejo a ti este semimundo, con unos quinientos criados, cuídalo y gobiérnalo como tu bien sabes, y create un pueblo apacible y bien instruido por si un día acaso necesitas de tus fuerzas y de las de tu pueblo para defenderte si por casualidad necesitases mi ayuda tendrás que pronunciar la siguiente frase: Eru verdor, y acudiré inmediatamente en tu ayuda.-Espera no te vayas que... pero Reorx ya se había marchado a su estancia lejos de la tierra pero sin dejar de supervisarla. Y con esto el poder de creación de Reorx concluyó y partió.
Mientras, Sargas empezaba a crear y creaba un minotauro, un ser grande de mas o menos dos metros, cuerpo de hombre pero con rasgos de toro, cabeza de toro barbilampiña, cuerpo especialmente musculoso y en vez de tener pies pezuñas de vestimentas solo llevaba un taparrabos rojo y debajo de este una corta cota de malla que apenas llegaba a las rodillas, de armadura llevaba en las piernas llevaba unas protecciones de hierro y en el pecho una armadura con el emblema de un ojo triangular con la pupila vertical y la espalda al aire.
De armas solo llevaba un corto cuchillo en el lado derecho, una daga y una espada en el lado izquierdo y en las manos llevaba una afilada hacha, y Sargas lo nombro emperador para su pueblo venidero, lo puso de nombre Jáud, abreviación de Jáudanes, pero luego para su pueblo se auto llamó Troyn, y con ese nombre se quedó.
Tras haberle enseñado Sargas a Troyn el semimundo, le dijo: -construye un ejército digno de tu dios, y avasalla y esclaviza a los endebles enanos de la otra parte del mundo, y le dio a Troyn un emblema: Hemos sido esclavizados, pero siempre nos hemos librado de nuestros grilletes. Hemos sido repelidos, pero siempre regresamos a la contienda más fuerte que antes. Nos hemos remotado a nuevas alturas cuando la otra raza ha sucumbido a la decadencia. Somos el futuro del mundo, estamos predestinados a ser los amos del mundo entero. Somos los hijos del destino.
Capítulo uno: El nacimiento de los tres pueblos.
Mientras Reorx y Sargas creaban a Krech y a Troyn respectivamente, el espíritu de la muralla (como luego lo llamaron los enanos) espiaba a los dioses como creaban a Krech y a Troyn, y decide crear el también a su propio pueblo o mejor dicho "ejercito"y siguiendo mas o menos los pasos de Reorx y de Sargas, Yrch como luego después el se autonombra crea seres de metro y medio, una raza de orcos, como el los llama y los hace que se llamen.
Una raza de seres con un solo fin, matar, pequeños y patizambos, de piel oscura: verdusca, marrón negra etc. Con orejas puntiaguda y visión nocturna (tenían pupilas verticales para ver mejor), y armados con cimitarras, escudos; arcos y flechas envenenadas, cotas de mallas de hierro y armaduras de todas las formas disponibles. Con estas pintas hizo a los orcos y los adiestró para la lucha y las matanzas propias (aunque luego después se aliaran con los minotauros).
Los enanos, mientras nacían los viles orcos ya habían empezado a trabajar y a cavar profundo profundo, cavaron sus bellas salas; grandes salas de bastas columnas adornadas en las bases con triángulos que iban de mayor a menor, con muchas estancias y habitaciones, la montaña de los primeros moradores, la llamaron la montaña de Krechorx, en honor a su honorable rey Krech y a su bondadoso dios Reorx. Los enanos iban naciendo de las "semillas" que iban dejando los otros enanos en invernaderos hechos especialmente para el nacimiento de los enanos, que se producían de la sangre mezclada con barro y plantada en invernaderos subterráneos, estos nacían de la tierra propiamente dicha a los siete meses de haber plantado la semilla.
Entretanto, Troyn y su sequito de minotauros creaban ejércitos de minotauros con magia (la había recibido de Sargas) y barro, los equipaba con grandes hachas o espadas de doble filo de metro y medio y los instruía en el arte de la guerra. Estos al nacer, nacían torpes y atontados, pero para hacer buenos guerreros, Troyn tuvo que recurrir a los látigos, aunque parezca ridículo en bestias de semejante tamaño, los hacía ponerse en cuclillas y los hacía escribir en un lavolio, una tablilla hecha de lava, que esta, antes de espesarse, se moldeaba hasta conseguir la forma de un triangulo de unos tres centímetros de grosor y unos 35 cm. de lado en la que escribían todas las tácticas de guerra que le enseñaba Doroddiar (comúnmente llamado Rod), el chamán de Troyn, Rod era un minotauro de metro y medio, demasiado bajo para ser un minotauro, llevaba una cota de malla hasta las rodillas con un gran cinturón de plata sujetándola, en el cinturón llevaba sujeta el hacha y una daga con grabados de una T de Troyn y un ojo triangular de Sargas y runas minotauras. Después de que los minotauros aprendieran varias tácticas de guerra y tácticas para orientarse a la perfección, eran llevados a un descampado en el cual empezaban los duros entrenamientos de aprendizaje para luchar, tras tres duros meses de entrenamientos empezaron, al la vez que unos peleaban entre ellos para ensayar, otros iban fabricaban grandes arietes, escalas y balistas para escalar (y si lo que veían al otro lado era provechoso), derribar la gran muralla.
Tras usar todos los métodos de asedio posibles, los minos (minotauros) fueron a informar a Troyn de que era imposible subir alo alto de la gran muralla, ni abrir brecha. Troyn que se lo había imaginado mientras parte de su sequito intentaba subir a lo alto o tumbar la gran muralla, el con Rod, su chaman y hechicero, habían creado unos explosivos capaces de (según creían ellos) hacer un agujero en la gran muralla lo suficientemente grande para poder pasar al otro lado, colocaron los explosivos, en total eran cincuenta colocados a dos metros de distancia cada uno durante cien metros y para explotar los explosivos tuvo que sacrificar a 50 fanáticos minotauros, cada uno equipado con una antorcha de fuego, estos al correr y tocar con la s llamas los explosivos produjeron una gran explosión que por varios minutos dejaron ciegos de humo a los minotauros; tras pasar varios minutos, todo se fue aclararon y descubrieron que solo habían echo un pequeño boquete de cincuenta metros de largo, medio de profundidad y dos y medio de alto, pero eso si en el suelo, como era de tierra se había hecho un boquete de 6 metros de profundidad otros seis de ancho. Esto los enanos no lo oyeron porque estaban demasiado lejos al otro lado de la muralla, pero los orcos asustados por el sonido de la tremenda explosión, fueron a ver lo ocurrido, y asustados de que los minotauros los hicieran volar por los aires, decidieron comunicárselo a Yrch este decidió que si conseguían aliarse con los minotauros, les ayudaría a destruir el pueblo enano del que no se sabia nada dado que los espías no los habían podido ver porque los enanos apenas si salían de la montaña,(solo lo hacían para cazar).
Decidió entonces Yrch que además de enviar unos mensajeros a Troyn, que ya era hora de bajar y espiar a los enanos para poder hacer planes para poder aniquilarlos. Primero, envió a los espías, una tropa de unos veinte orcos con unos cinco nuevos guerreros estos no eran otra cosa que trols, estos de unos tres metros de alto, uno y medio de ancho, fuerza descomunal pero con un punto rocoso, el trasero; no se les podía herir con nada, ni metal, ni acero, ni fuego, ni nada, las asentaderas eran de pura roca. estos iban armados con grandes, mazos de hierro con forma de martillo. En total, veinticinco guerreros espías equipados con: arcos y espadas, menos los troles que llevaban sus mazos, los maestros cordeleros orcos habían fabricado tres cuerdas de diez kilómetros de largo, muy resistentes y unos arneses capaces de sujetar a un trol por vez y a varios orcos por vez en unas plataformas de hierro.
Los enanos ajenos a todo esto habían cavado una fortaleza dentro de la montaña, fuerte como la roca, (dado que había sido cavado en la misma), y solo débil a las poderosa bombas minotauros, una fortaleza de tres plantas protegida por miles de arqueros, estos habían sido colocado en las almenaras murallas etc. por aviso de Reorx a Krech, este había empezado a fabricar varias catapultas. Los espías, que ya habían empezado a bajar por las largísimas cuerdas en los arneses. Primero iban los trols y después los orcos tras una bajada de diez kilómetros, tardaron una hora hasta llegar los veinticinco espías hasta la otra parte del mundo, el mundo enano.
Al llegar se quedaron estupefactos al ver la cantidad de terreno que había verde y la cantidad de árboles que había, los cuales se podían quemar...En seguida pensaron que si conseguían destruir a los enanos iban a tener una cantidad de terreno impresionante, lo primero que hicieron fue buscar rastro enano, y tras andar varios kilómetro empezaron a ver vagas huellas en el campo, a lo lejos, siguiendo el rastro de las huellas se veía, restos de sangre y varias flechas rotas y Gorlmog (el jefe de los espías) dedujo que ahí los enanos habían cazado una presa, les dijo a sus camaradas lo que había deducido y decidieron seguir el reguerillo de sangre. Tras varios minutos de seguimiento del reguero salieron a un claro y vieron que el reguero iba atravesando el claro hasta una puerta de unos dos metros de altura, después de ver la puerta, los espías se quedaron paralizados al ver las bellas grabaciones que había estampadas en la misma, pero se aterrorizaron al ver la monumental fortaleza y decidieron salir de ahí, y correr hasta el bosque cercano y esconderse ,porque un capitán cazador enano con un séquito de unos treinta enanos cazadores arqueros estaban saliendo de la hermosa puerta, los enanos, iban atravesando el claro en dirección al bosque a través de un caminillo que iba des de la `puerta atravesando el claro asta internarse en el bosque.
El grupo de espías de Gorlmog estuvo siguiendo a los enanos hasta un espacio muy franqueado por árboles, entonces Gorlmog decidió coger prisioneros y si la cosa se ponía peligrosa, entonces sin poder contener su odio los orcos con los troles detrás, saltaron hacia los enanos y estos , cogidos por sorpresa, lanzaron una lluvia de flechas, con ella, cayeron tres orcos y un trol recibió un flechazo en un hombro, como no les dio tiempo a lanzar mas lluvias, se liaron a correr, pero como los orcos ya los habían alcanzado, sacaron de sus pequeñas vainas unas pequeñas espadas , dispuestos a luchar se pusieron en posición de ataque, pero los orcos que no eran tontos, cogieron y lanzaron una pequeña andanada(solo dispararon flechas cinco orcos) dado que querían esclavos y a la vez rehenes y no podían matar a todos, tras matar a trece enanos ,y los orcos perder a cuatro de los suyos, los trols ya cabreados empezaron a arrear mazazos a diestro y siniestro y solo se detuvieron al oír el cuerno de Gorlmog, después de estos mazazos solo quedaron con vida, seis enanos contando entre ellos al capitán.
Entonces Gorlmog mando atar a los enanos con cuerdas y que los pusieran en fila menos al capitán que lo ataron con una cadena de hierro, mientras ataban a los enanos, sonó el cuerno del enano jefe para pedir auxilio, asustados del cornetazo un enano cogió y se metió entre los muertos y se cubrió de sangre para aparentar estar muerto, los orcos atemorizados de que vinieran enanos en auxilio del capitán y compañía decidieron hacerlo mas de prisa y Gorlmog mandó a los trols que cargaran a hombros a los cuatro enanos que quedaban, sin darse cuenta de que uno se había escondido entre los muertos y al capitán le soltó una bofetada por haber echo sonar el cuerno.
Tras haber cargado los trols a los enanos solo pensaron en correr, y corrieron a una velocidad impresionante a pesar de ser patizambos, poco antes de llegar a la gran muralla, Gorlmog hizo sonar su cuerno para que los orcos de la gran muralla lazaran las cuerdas con los arneses y las plataformas, subieron a toda pastilla a las plataformas y se ajustaron los arneses, primero los orcos, en vez de subir unos pocos, y esperar al siguiente turno, se subieron siete en una, los otros siete en la otra y empezaron a ascender con los enanos, los trols se habían enzarzado en una bronca sobre cual subiría primero, y subieron peligrosa y locamente dos en vez de uno en la plataforma que quedaba, entonces a los cien metros se empezaron a dar cuenta de la locura que estaban cometiendo y se aferraron a las cuerdas como pudieron y al final lograron subir, mientras estas plataformas subían, a las otras dos las hacían bajar los de arriba lo mas rápido que podían, al llegar abajo, en una se subieron dos troles y en la otra el herido, al cual el brazo ya no le respondía, porque entre otras cosas, en la carrera no se había entretenido en quitarse la punta de la flecha, se subió como pudo, cuando iba por los trescientos metros, una cosa que no había deseado era caer al vació, pero calló; a los enanos, nada más subir, los agarraban por las axilas para meterlos en una jaula, primero cogieron a los dos primeros, los metieron en la jaula, lo mismo hicieron con el jefe(el cual seguía mareado por el bofetón) pero los otros dos ya desesperados cogieron y como vieron que no tenían escapatoria, hicieron una cosa muy normal en ese momento, arrojarse al abismo antes de que los sacaran de la plataforma, y mientras caían y caían y ala vez gritaban, el trol herido miró hacia arriba al oír el griterío y lo ultimo que dijo antes de precipitarse al vacío y estamparse en el suelo al recibir el impacto de los dos enanos fue: ¡¡¡OH Sargas ....!!!
Entretanto el enano que se había escondido entre los muertos, al ver que no corría peligro se hecho a corre en busca del rey para contarle lo sucedido, después de contárselo, el rey envió una tropa de guerreros con camillas para que fueran a por los enanos muertos y otros para que fueran a por los enemigos. Tras llevar ante el rey a los enanos hizo una solemne oración invocando a Reorx para que los guiara bien en el cielo, y enterrarlos, se fue a la plaza a ver a los asesinos, tras llegar allí y observar con interés a estos extraños seres que solo habían causado muerte a su pueblo, Dain, que así se llamaba el enano, le contó de donde había oído a esos seres decir a donde iban, al rato llegaron los rastreadores del rey y le contaron hacia donde se dirigían las huellas, que habían subido por la gran muralla y que ya nada mas se podía ver.
Los peores temores de Krech se vieron realizados, mandó desplegar a su ejército y estar alerta, puso vigías a lo largo de la muralla cada mil metros, también construyó almenaras, para que pudieran avisar por si sucedía algo. Así pasaron algunos meses hasta que una cruenta guerra comenzó.
Capítulo dos: La muralla es destruida, minotauros y orcos, empiezan a atacar.
Tras maldecir a los enanos por su testarudez, los orcos llevaron a los dos enanos que quedaban a los calabozos, el jefe, Bulp. Este fue llevado hasta Yrch para que lo interrogara, mientras recobraba el conocimiento, era llevado por unos habitáculos hechos por el propio Yrch, en el fondo se situaba su estancia, un trono, la sala por lo demás estaba vacía, solos había varios sirvientes orcos, estos estaban conversando con Yrch el tema de los enanos cuando llegaron a la sala los guardias con Bulp maniatado y todavía algo mareado, en el fondo de la sala se situaba el trono de Yrch, un trono de piedra, vello a pesar de estar hecho por manos salvajes y en el estaba Yrch, Nada mas llegar al trono, los guardias lo saludaron:
-Ave Yrch.
-Aquí le traemos a su majestad, uno de los cinco enanos capturados (ignoraban a un sexto que habían cogido pero que había escapado) por vuestros expertos espías.-dijo uno de los guardias.
-Excelente, pero aquí solo veo uno, ¿que es de los otros tres?
-Dos están en los calabozos de vuestra excelentísima majestad, los encerramos allí pensando que le gustaría a su majestad, interrogar primero al capitán, pero los otros dos que fueron capturados los muy testarudos se tiraron al abismo matando a Bortz que subía por la ultima plataforma, también para desgracia su majestad, le tenemos que informar de que a perdido a seis de sus veinte mejores espías orcos a manos de esos enanos.
-Muy bien os felicito, ahora si nos hacéis un favor a mí y a este honrado huésped, dejadnos solos para parlamentar como buenos amigos.
-Muchas gracias señoría-respondieron a coro- esperaremos afuera para recibir las órdenes que mandéis.
-Muy bien.
-Bueno mi querido huésped ¿antes de todo las presentaciones no crees? mí nombre es Yrch, y soy el dios y rey de mi pueblo, ¿ya conoces algunos no?
-Para desgracia mía si, sois una raza de inmundos, y matáis a placer.
-Ja, ja, ¿nos estas llamando inmundos? Ahora verás, GUARDIAS.
-¿Que desea su majestad?
-Nuestro amigo además de no presentarse nos ha llamado inmundos, traed los látigos.
-Ahora veras lo inmundos que somos.
-Aquí los tenemos su señoría, ¿empezamos ya?
-Esperad, te doy una oportunidad maldito enano ríndete, entregadnos vuestras tierras y no sufriréis.
-Jamás os daríamos ni un pedazo de nuestra preciada tierra.
-Pues para que aprendas, vamos a sacarte primero el nombre, dadle hasta que nos diga su nombre.
Zas, zas-¿Nada? Seguid Zas zas zas
-Aaargh!! Bulp, mi nombre es Bulp.
-Ahora nos dirás que armas teneis, cuantos soldados teneis y demás. Dadle.
Bulp ya acostumbrado a los latigazos decidió callarse y no soltar nada más.
-Como veo que va a ser imposible, abra que pasar al plan B, enviad a los espías que han quedado y veinte guerreros más al otro lado que nos vamos a ver a los minos.
-¿Vuestra majestad también viene?
-Esta vez si, y además yo te recuerdo que no corro peligro porque soy inmortal.
-Es verdad mi señor, perdonadme.
-Mañana quiero a todo el tropel al otro lado listo para bajar e intentar aliarnos con los minotauros. A este llevadle a las mazmorras que este y sus dos amiguitos también se vienen.
-Si señor.
Al día siguiente todo el tropel con Yrch a la cabeza colocaron las plataformas, bajaron hasta abajo y fueron en busca de Troyn, el gran rey minotauro
Tras pasar dos semanas buscando rastro de minotauro, un día a alo lejos vislumbraron cabañas, entonces Yrch decidió que a partir de ahí irían despacio y tranquilamente, los minotauros que no eran tontos los vislumbraron a lo lejos y se pensaron que eran los enanos, unos fueron corriendo a avisar a l rey, y otro fueron a buscar al ejercito, cuando estaban a treinta metros, Yrch los paró a todos y decidió que el se acercaría un poco primero para dialogar.
Al estar mas cerca el ejército de minotauros se quedó mas tranquilo al ver que no eran enanos, pero al ver lo raros que eran algunos pensaron que eran monstruo de los mismísimos enanos, cuando llegó Yrch a unos seis metros de los minos, levanto las manos, tiró al suelo todas sus armas y dijo:
-Venimos en son de paz, no somos enanos como podéis ver, aunque tenemos tres rehenes de esa raza, somos habitantes de la gran muralla, yo soy un dios, como vuestro dios Sargas, y queremos hablar con vuestro rey.
Murmullos cada vez mas altos se oían desde cualquier parte, los guerreros hablaban sobre la extrañeza d estos seres, y para sorpresa de los minotauros, el rey Troya apareció entre los guerreros, tras hablar largo y tendido con Yrch, Troyn decidió aliarse con el y su pueblo, le dijo a su pueblo mas o menos lo que habían estado ablando, y el pueblo se quedo satisfecho, y acepto la alianza.
Tras haberse aliado, Yrch mandó a sus guardias que trajeran a los enanos ante el rey minotauro, así lo hicieron, y para sorpresa de todos, los minotauros al verlos, se pusieron furiosos y empezaron a echar humo por sus fosas nasales.
-Aquí te traigo estos rehenes para que les saques lo que puedas, cosa que yo no he sabido hacer, dado que los látigos no funcionan.-dijo Yrch
-Muchas gracias, seguidme que os voy a mostrar como se saca la información a estos enanos.
Tras seguir al rey por entre las cabañas, los llevo a una cabaña situada justamente debajo del volcán allí metió a los enanos. El método de tortura de los minotauros consistía en ponerle los pies al fuego al rehén y dejarle que se le quemaran hasta que hablara.
Como de esta manera Troyn tampoco les saco nada, le dijo a Yrch:
-Como son tan testarudos y parece que no van a hablar, va haber que actuar, subirá todo mi ejército a la gran muralla, y bajaremos por el otro lado, empieza la guerra.
-Bravo, bravo.-gritaban los guerreros
Después de cinco días de marcha y de larga ascensión los dos ejércitos (orcos y minotauros) que se
encontraban en lo alto, colocaron las plataformas (nuevas dado que las otras habían quedado un poco
destrozadas) al otro lado y empezaron su descenso, los ejércitos ya en el semimundo enano, empezaron a prepararse par la batalla, el ejercito en total constaba de mil arqueros y ballesteros de cada raza, cinco mil lanceros orcos, y cinco mil piqueros lanceros minotauros y unos diez mil entre orcos Trols con cimitarras, escudos y mazos respectivamente, y minotauros con espadas o con hachas gigantescas de doble filo.
Además de estar equipados con espadas, arcos y demás, llevaban varias maquinas de asedio entre las que estaban las escalas, trece catapultas, y dos arietes.