Cuando la Compañía del Anillo estaba a punto de abandonar Lórien, los Elfos les regalaron además de ropas, unas capas y unas capuchas que habían preparado con las medidas de cada uno. Las capas estaban hechas de una tela sedosa, ligera y abrigada era muy difícil definir el color que tenían, pues en el crepúsculo bajo los árboles parecían grises, pero si se las movía, o bajo otra luz, se veían de color verde oscuro, pardo o del color de la plata oscura. Tenían el color de las cosas que los Elfos amaban: hoja y rama, agua y piedra, pues...
(sigue)
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