Las capas estaban hechas de una tela sedosa, ligera y abrigada era muy difícil definir el color que tenían, pues en el crepúsculo bajo los árboles parecían grises, pero si se las movía, o bajo otra luz, se veían de color verde oscuro, pardo o del color de la plata oscura. Tenían el color de las cosas que los Elfos amaban: hoja y rama, agua y piedra, pues los Elfos ponen en lo que hacen el pensamiento de las cosas que quieren.
Además, las capas eran livianas para llevar, y eran abrigadas o frescas según fueran las necesidades del momento. Por sus colores, ayudaban a permanecer oculto a quien las llevara de miradas indiscretas. Estas capas se cerraban al cuello con los broches élficos y habían sido tejidas por la propia Galadriel y las doncellas que la servían.